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Chanchadas: trampas que ya tiñen la campaña electoral argentina

Fuentes: Rebelión

No había comenzado la campaña electoral por medios electrónicos -ni siquiera la nacional, programada para cinco jornadas antes que la provincial- cuando el rostro aniñado de María Eugenia Vidal, la gobernadora macrista de la provincia de Buenos Aires, principal distrito electoral del país, con foto incluida de su infancia, irrumpió en el entretiempo de la […]

No había comenzado la campaña electoral por medios electrónicos -ni siquiera la nacional, programada para cinco jornadas antes que la provincial- cuando el rostro aniñado de María Eugenia Vidal, la gobernadora macrista de la provincia de Buenos Aires, principal distrito electoral del país, con foto incluida de su infancia, irrumpió en el entretiempo de la final de la Copa América de fútbol entre Brasil y Perú para decir que «se crió en casa de laburantes», sigue «siendo la misma que hace 18 años» y, sobre todo, que quiere «seguir siendo gobernadora».

Además del «récord» de velocidad en violar la legislación electoral, en este caso a través de la TV Pública – a cargo del Secretario de Medios, Hernán Lombardi-, la maniobra estuvo destinada a aparear la imagen de la funcionaria a la publicidad del presidente Mauricio Macri que asegura que «Los argentinos somos imparables», más allá de los resultados futbolísticos.

La anécdota marca lo que es y será el ambiente de las disputas presidencial y,sobre todo, provincial porque es sin segunda vuelta y un voto define el nombre de quien se instale en el palacio de la Plaza San Martín de La Plata y llega acompañada de las preocupaciones y denuncias de la oposición, encabezada por el Partido Justicialista, por las dudas que genera la transmisión electrónica de los datos electorales desde cada mesa hasta el correo.

El perón-kirchnerismo llega a las urnas con el contrapeso de las denuncias en serie formuladas desde los tribunales de Comodoro Py, en particular instruidas por el dúo del juez Claudio Bonadío y el fiscal Carlos Stornelli que, aunque flojas de papeles y con acusaciones sólidas en su contra por violación a principios constitucionales como el de presunción de inocencia y faltas al debido proceso, gozan todavía de buena salud y exponen a Cristina Fernández de Kirchner, expresidenta, senadora y candidata a la vicpresidencia.

El gobierno macrista intenta instalarla como «multiprocesada», con las expectativas puestas en que «la corrupción» contrapese el daño que le causa una economía barranca abajo, que impacta en todos los sectores sociales; en ese camino recibió otra ayuda del juzgado que convocó a su cabeza de fórmula, Alberto Fernández, para que declare como testigo acerca de una opinión vertida el 26 de febrero de 2015, a juicio del dirigente con » el único objetivo era hacerme entrar en Comodoro Py en plena campaña electoral» .

Para alcanzar su objetivo, la Casa Rosada se apoyará en la «guerra digital» comandada por su jefe de Gabinete, Marcos Peña, y los más de 200 millones anuales «en blanco» que gasta, según el informe publicado por el semanario «El Parlamentario» [i] , entregado en mano al funcionario por la diputada Graciela Camaño bajo el título «La industria del escrache».

El documento arranca con un párrafo en el que afirma que «Cada vez que alguien critica al gobierno se convierte en víctima del troll-center. Los coordinadores definen una línea de escrache, los trolls preparan materiales y coinciden en una fecha y hora para salir todos juntos a destruir al objetivo en redes sociales», desde las «cuatro grandes estructuras creadas por funcionarios en campaña, que son financiadas por el gobierno nacional».

Aventuramos que «realidad mata campaña», apuntando a que los números de la economía debilitan cualquier relato edulcorado. Por su parte, los especialistas del gobierno consideran que las «redes ocultan realidad». En el resultado de esa puja radican el destino de las elecciones nacionales, y las provinciales que tanto apuran a Vidal y a los voceros espontáneos y pagos que sobresalieron en el barro partidario de los últimos días.

La coalición macrista Cambiemos, que debió renombrarse a partir de su fracaso como marca a lo largo de lo que va del año en todas las provincias del interior -incluso Jujuy, en la que ganó pero con la pérdida de 15 puntos con relación a 2016-, apuesta ahora a influir a través de Whatsapp, usado por la mayoría de la población gracias a que cuenta con celulares que soportan esa aplicación.

Desde hace dos meses está probando su equipo y logró insertarse en numerosos grupos de padres y madres de colegios -en especial privados- , con la intención de ponerlos en contra de Cristina Kirchner y convencerlos de la conveniencia de sostener a Macri y a Vidal en sus gobiernos, a partir de mensajes «positivos» para los suyos y de «noticias falsas» contra opositoras y opositores. La nueva estrella de esa llamada «campaña anárquica», son los 30 mensajes diarios que envía «el Presidente» a dichos grupos o a usuarios individuales, con un discurso «amigable» y «sencillo».

Los 13 millones de cuentas de Twitter y los 30 millones de Facebook, completan la infraestructura comunicacional a través de la cual se difunden como ciertas, por ejemplo, afirmaciones sobre la «realidad» de lo asfaltado por el gobierno, cuando en realidad durante el kirchnerismo se licitaron 7.840 kilómetros por año, contra sólo 1.877 de la gestión Cambiemos, al tiempo que las obras iniciadas descendieron de 162 a 67 y las finalizadas son solo 57 contra el promedio anual de 113 entre 2003 y 2015.

Ni qué decir de la difusión de imágenes de «tren con 100 vagones con cereales de Salta pasa por Chaco, Santiago y llega al puerto de Santa Fe» y, en realidad, son de un tendido que se desplaza por California, Estados Unidos, y es considerado como «una de las siete maravillas del mundo de los ferrocarriles». La mentira se distribuyó ocho mil veces y tuvo 162 mil reproducciones, con más de 4.000 usuarios de Twitter que la compartieron públicamente con sus seguidores.

Quienes tienen la suerte de no haber caído en alguna de esas redes de noticias falsas desconocen el nivel de tergiversación en las que incurren. Entre las versiones que circularon, por ejemplo, sobresale un audio, de voz femenina, en la que se afirmó que Florencia Kirchner (hija de los exlpresidentes Néstor y Cristina) «vive en Miami, escondida en Fisher Island, escondida entre comillas».

Ésto, con el adorno de un «Nunca dudé que no se iba a quedar con las moscas y bananas en Cuba. Se debe tomar un avión privado y sigue en Miami viviendo como lo que es: una princesa ladrona y rica. Te mando ésto para que lo pases, puede ser que alguien lo tome y haga la denuncia». (Florencia sigue un tratamiento médico en Cuba).

Otro botón de muestra fue la distribución imágenes durante la noche del 30 de mayo de una suerte de piedras que, al romperse, mostraban paquetes protegidos con plástico conteniendo «la fortuna kirchnerista»y el texto «Se lo mandó a mi jefe (el ministro de Transporte, Guillermo) Dietrich. Supuestamente sale hoy en TN»; el canal de noticias del Grupo Clarín no alcanzó a emitir las imágenes ya que antes se denunció que correspondían a un operativo realizado en España.

La lista no tiene fin, tampoco límites, como no lo tiene el disparar que los restos de un dinosaurio descubierto en 2010 por los investigadores del Museo Paleontológico Egidio Feruglio de Rawson, el Titanosaurio, una de cuyas réplicas expone el Museo Field de Chicago con el nombre «Máximo», en homenaje al hijo de la ex presidenta de la Nación».

En la escala de la red del pajarito azul pisan fuerte tanto la ex presidenta y como el actual mandatario; @CFKArgentina con más de 5.463.000 seguidores, y @mauriciomacri superando los 4.860.000. Entre quienes también destacan en el mundo de la arroba figura la gobernadora Vidal con su casi millón y medio de seguidores, prácticamente el doble que su odiado Axel KIcillof quien, sin embargo, logró doblegarla con su spot alusivo a «poner en marcha la Provincia» que, con 9.700 «me gusta», superó los 9.300 otorgados al «donde antes había abandono ahora hay rutas»,

Empacho de La Cámpora

En este ambiente, también aparecen actores inocentes o pagos, que suman olas a la marea originada en el laboratorio gubernamental. Otra novedad de esta campaña es el uso de víctimas, familiares o defensores de damnificados de distinto tipo, que gozan del beneficio de serlo. Sin embargo, la mayoría de las veces en que personas con esas características incursionaron en política partidaria no tuvieron buenos resultados.

Es por eso que los especialistas de Cambiemos están analizando la conveniencia de mantener en pantalla a la diputada provincial Carolina Píparo, víctima de una «salidera» bancaria que le costó la pérdida de un embarazo de nueve meses, y a la actual segunda en la lista de aspirantes al mismo cargo legislativo, María Luján Rey, madre de Lucas Menghini Rey, una de las 51 víctimas de la Tragedia (ferroviaria) de Once.

La gobernadora Vidal apeló a ambas en función del reconocimiento que provoca en la sociedad el drama que vivieron; sin embargo, ya tuvieron encontronazos duros con periodistas no sospechados de kirchneristas, sobre todo Eduardo Graña quien las acusó de «demagógicas», por contar en campaña «una realidad diferente».

Sin el paraguas de las víctimas, la aspirante a la reelección provincial dedicó el tramo inicial de su campaña anticipada, atacando a la agrupación que lidera, en ese caso sí, Máximo Kirchner, desde el escenario que le ofreció el animador Jorge Lanata. A modo de descalificación preventiva afirmó que «Kicillof es Máximo Kirchner y el proyecto es Máximo 2023; por eso hicieron este armado. No tengo dudas de que La Cámpora va a gobernar la Provincia». 

Poco después le hizo coro la monja Martha Pelloni, recordada por su tarea en busca del esclarecimiento del asesinato de María Soledad Morales en marco de una «fiesta» de hijos de figuras importantes de la política de Catamarca. La religiosa aprovechó las cámaras de televisión para asegurar que, al escuchar las diatribas de la funcionaria bonaerense contra La Cámpora, «enseguida me acordé del narcotráfico», porque ese grupo «nos ha dejado el estigma de la droga, del consumo, del comercio»,

La diputada nacional de Unidad Ciudadana y precandidata a intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, advirtió que «Es muy grave lo que dijo Pelloni y puede tener consecuencias judiciales», sin descartar que «haya alguien de la política atrás» y apenada porque la religiosa «no hable de la gente que muere de frío en la calle y salga a acusarnos de narcotraficantes».

Los dirigentes camporistas también tuvieron respuesta para Vidal, de quien afirmaron que a «la provincia de Buenos Aires la gobierna Macri. Si gana Vidal va a gobernar Macri», a pesar de que «intenta diferenciarse de Macri con esa cara de sufrimiento y ella es la causa del sufrimiento».

Así se arma la campaña, con barro, suposiciones, réplicas y hasta con aportantes truchos que, a más de un año de la denuncia, permanecen en esa calidad en la documentación partidaria del PRO, que incluye a miles beneficiarios de planes sociales cuyas identidades fueron apropiadas para blanquear aportes ilegales de empresarios amigos, muchos de los cuales aparecen en las fotocopias de las coimas que tramita Bonadío.

Gabinete Vs Gabinete

Tras la definición de las candidaturas y con la danza de encuestas que empiezan a aburrir, además de la inestabilidad semanal que arrojan sus datos, la búsqueda actual empieza a dirigirse hacia las características que tendrían los gabinetes de los candidatos con posibilidades de llegar a la Presidencia el 10 de diciembre próximo.

El oficialismo nacional filtró y logró instalar en la agenda que sigue el empresariado de mayor peso económico el supuesto «malestar» de Mauricio Macri ante la versión que surgió de la propia Casa Rosada indicando que el equipo encargado de diseñar el gabinete que lo secundaría ante una eventual reelección: Francisco Cabrera, eyectado hace un año del Ministerio de Producción; el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, también renunciado en 2018.

A ellos se agrega el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, desgastado tras el «apagón histórico» del 16 de junio, cuando 50 millones de personas se quedaron sin suministro en simultáneo, producto de una falla en el sistema de protección de la red de interconexión eléctrica. Los tres son considerados en el mundo de las finanzas como corresponsables del descontrol cambiario que generó la crisis de 2018.

Los propios industriales amigos del mandatario, considerados parte de su «círculo» económico más cercano, reaccionaron de inmediato al conocer el dato. Macri se apuró a cortar la fuga informática, aferrado a la nave con la que pretende llegar a las costas de un nuevo período; pactó silencio con Quintana, el dueño de la cadena de farmacias Farmacity, enemigo del equipo del macrista jefe de gobierno capitalino Horacio Rodríguez Larreta y fuente de quien quisiese escuchar el trascendido.

En realidad, la señal filtrada indicó que, de ganar, Macri, jefe del conglomerado empresarial SOCMA S.A. seguirá cerrado sobre su círculo y «haciendo lo mismo pero más rápido», que hasta ahora, como lo manifestó ante el Premio Nobel ultraliberal Mario Vargas Llosa.

Del otro lado del tablero, quienes siguen los pasos e intentan alcanzar los planes de Alberto Fernández, tuvieron menos suerte. A pesar de la complejidad del armado del Frente de Todos que encabeza, el más amplio de la historia constitucional argentina por la cantidad de partidos, movimientos populares y centrales obreras que abarca, el candidato ha logrado mantener cerradas las cañerías por las que circulan sus principales ideas y solo deja que goteen generalidades tan amplias como que su equipo de gobierno será «robusto, amplio y federal». ¿Quién no lo presentaría así?

Hasta el momento él mismo pronunció un solo nombre, el de Daniel Arroyo, quien sería su seguro ministro de Desarrollo Social. Mencionó nombre de dos nuevas carteras, las de la Mujer y de Vivienda y Hábitat; y la recuperación del estatus que Macri quitó, junto con el recorte presupuestario, a Salud, Trabajo y Ciencia y Tecnología.

Con más llaves que el resto, está cerrado el cofre que contiene las pautas referidas al área económica del futuro gabinete, con una sola certeza destinada a corregir el final de los doce años de kirchnerismo y los cuatro de macrismo: la instalación de una figura única, clara y directriz, en contra de una autoridad dispersa en varias carteras o en segundos niveles con peso propio.

Las otras carteras ni siquiera fueron bocetadas aún en el tablero de los Fernández. Interior apenas, que también pinta para dedicarse a su especificidad, la política, y no a ser un rejunte de acciones importantes pero diversas, como Otras Públicas, Vivienda o Transporte.

Más que nombres, los jefes de Todxs piensan en espacios, incluso a la hora de conformar la cúpula de un futuro Ejecutivo. En esas listas, puntearon diferentes componentes, además del PJ, Unidad Ciudadana y Frente Renovador, los otros partidos que los acompañan y agrupaciones partidarias de desarrollo nacional, gobernadores, intendentes, organizaciones gremiales y movimientos populares.

Cada uno tiene sus intereses marcados por una especificidad y apuntan a ver institucionalizadas sus demandas, con miras a salir de la crisis socio económica actual y reiniciar un camino de producción con distribución. Algunos apuntan a Interior, otros a Obras Públicas o al área económica, vacante con el redireccionamiento de Axel Kicillof hacia provincia de Buenos Aires. Entre las temáticas inexistentes en el diagrama actual del Estado, por ejemplo, figura la Economía Popular que, en la práctica, supera un núcleo aproximado de siete millones de personas, dedicados a un conjunto de tareas productivas, que necesitan articularse con un proceso de desarrollo productivo nacional inclusivo, rural, industrial, científico técnico y regionalizado. A juicio de sus defensores, las mismas necesitan ser contempladas, promovidas y protegidas por el Estado, encargado de regular, también, a los sectores de la economía de mercado.

Tan tiempista como los Kirchner, Alberto Fernández piensa moverse como lo viene haciendo desde la mañana del sábado 18 de mayo, cuando Cristina destapó su nombre; más apegado a una agenda armada en base a gestos hacia los dirigentes y a reuniones sectoriales, que a la difusión propagandística de las ideas del espacio. Para eso, creen en sus alrededores, cuentan con la realidad, que expresa como ningún spot la situación que se vive.

Hacia los sectores que sumaron su voto a Macri en el ballotage del 2015 el gesto principal ya fue hecho, lo realizó Cristina Kirchner al dar un paso atrás; lo profundizó también la ex mandataria, junto al propio candidato al aceptar el reencuentro electoral con Sergio Massa.

El ejército de banderas amarillas de Macri y el ex peronista Miguel Pichetto, por el contrario, apuesta a sus armas cibernéticas de destrucción de las honras y la verdad, y al concurso de los medios que potencien de la mañana a la noche lo que surja de los tribunales federales.

Bienvenidxs a la campaña.

Nota:

[1] http://www.parlamentario.com/db/000/000690_trollcenter_cambiemos_1505_.pdf

Carlos A. Villalba. Periodista y Psicólogo argentino. Investigador asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (http://estrategia.la/), miembro de La Usina del Pensamiento Nacional y Popular (http://www.usinadelpensamientonacional.com.ar).

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.