El presidente Hugo Chávez recibió un contundente apoyo del pueblo venezolano, que se concentró en horas de la noche frente al Palacio de Miraflores en Caracas, luego de que quedara al descubierto un plan conspirativo en su contra y de que el mandatario expulsara del país al embajador de Estados Unidos. En el mutitudinario acto, […]
El presidente Hugo Chávez recibió un contundente apoyo del pueblo venezolano, que se concentró en horas de la noche frente al Palacio de Miraflores en Caracas, luego de que quedara al descubierto un plan conspirativo en su contra y de que el mandatario expulsara del país al embajador de Estados Unidos.
En el mutitudinario acto, el jefe de Estado venezolano anunció que, en respuesta a la agresión del imperio norteamericano, que «no tengo dudas está detrás del golpe de Estado develado en las últimas horas, mandé a venir al embajador nuestro en Washington, Bernado Álvarez, antes de que lo echen».
Poco más de una hora antes, el mandatario había anunciado que el representante diplomático de Estados Unidos en Venezuela, Patrick Duddy, «tiene 72 horas para abandonar al país», porque «ya basta de tantas agresiones».
En cadena nacional de radio y televisión, el mandatario suramericano dijo que en su país no tendrá otro embajador en Washington hasta «que se instale un gobierno que comience respetando la dignidad de Venezuela y la de América Latina», ni tampoco aceptará un embajador de ese país en Caracas.
«Hay mucha gente en la calle», y esto es una «pequeña demostración de la actitud alerta que tiene nuestro pueblo», así que «convénzanse, yanquis, de que más nunca volverán a Venezuela», subrayó.
Adviritó que los próximos «van a ser días difíciles, estemos alerta» porque vendrán nuevos ataques de George W. Bush, quien «se va por la puerta trasera de la Historia y deja a su propio país sumido en una gran crisis».
Opinó que Bush «pretende llenar a América Latina de miseria y violencia, pretende detener la fuerza de los pueblos que se han levantado en paz, desde aquí en Latinoamérica», para exacerbar el nacionalismo estadounidense antes de las elecciones del 2 de noviembre.
El mandatario exigió «a Bush que respete la soberanía de nuestros pueblos, nuestros gobierno, sólo respeto, no pedimos más nada».
Advirtió que Venezuela es un país «indesestabilizable, ni política, ni económicamente», porque es un país «que se ha recuperado con un alto grado de fortaleza» de todas las intentonas anteriores.
El presidente de Venezuela anunció este jueves más temprano que ya hay varios detenidos involucrados en el plan de magnicidio, que militares venezolanos, retirados y activos, preparaban en su contra.
«Aprovechen las elecciones»
A los miembros de la oposición venezolana les sugirió «que se olviden de esa locura» del golpe de Estado, «porque pierden el tiempo y no van a lograr detener esa revolución».
Los llamó a hacer política de manera democrática, aprovechando el escenario de los comicios regionales de noviembre próximo.
«Allí tienen sus espacios políticos aprovéchenlo porque tenemos unas elecciones», el próximo 23 de noviembre,les dijo.
Solidaridad con Bolivia
Más temprano en la noche, Chávez había ordenado a embajador Patrick Duddy abandonar el país «en 72 horas» y aseveró que lo hacía «en solidaridad con Bolivia».
«A partir de este momento tiene 72 horas el embajador yanqui en Caracas para salir de Venezuela, en solidaridad con Bolivia», indicó durante un acto de apoyo al candidato del Partido Socialista Unidos de Venezuela para las elecciones de noviembre, celebrado en Puerto Cabello, 120 km al oeste de la capital.
El presidente manifestó su repudio a los hechos de violencia en Bolivia y lamentó las muertes ocurridas en el departamento de Pando.
Asimismo, ofreció apoyar militarmente al Gobierno constitucional, ante la intentona golpista, que este miércoles llevó a su homólogo de Bolivia, Evo Morales, a expulsar al embajador de Estados Unidos, tras acusarlo de estar por detrás de las maniobras de la oposición.
«Aquí hay un pueblo digno, yanquis de mierda. Váyanse al carajo 100 veces», advirtió Chávez, muy disgustado.
Luego de anunciar que su Gobierno revisará las relaciones diplomáticas con Washington, reiteró que detrás del golpe civil de Bolivia «está el Gobierno de Estados unidos y la oligarquía boliviana».