“Así que la desaparición de este mundo de fábulas hace que el mundo de aquí abajo sea aún más inhabitable.” (Frederic Cincinnatus). Los pueblos tzeltales y tsotsiles de los Altos de Chiapas enfrentan el final del ciclo de dominación priista (1946-2018) la penetración del narcotráfico y los procesos migratorios, con ciclos de violencia intracomunitaria en […]
“Así que la desaparición de este mundo de fábulas hace que el
mundo de aquí abajo sea aún más inhabitable.”
(Frederic Cincinnatus).
Los pueblos tzeltales y tsotsiles de los Altos de Chiapas enfrentan el final del ciclo de dominación priista (1946-2018) la penetración del narcotráfico y los procesos migratorios, con ciclos de violencia intracomunitaria en unas sociedades que viven procesos drásticos de cambios generacionales, transformaciones en su modelo de relación social y económico, muchas veces atravesado por la economía del delito ( robo de carros, narcotráfico y tráfico de personas) y la mezcla en pueblos y comunidades de pobreza ancestral con prácticas consumistas que imitan los referentes de la clase media urbana. Para completar este panorama, el desastre de abandono y deserción escolar provocado por la pandemia del Covid-19 no augura un mejoramiento de la realidad que viven los descendientes directos que levantaron las míticas ciudades estado de Palenque, Toniná, Bonampak y otros centros civilizatorios repartidos por todo el territorio chiapaneco.
Violencia. Tampoco es que estemos en escenarios como el estado de Guerrero, donde el crimen políticamente organizado (alias “narco”) ha desplazado a más de 10 mil personas u obligado a huir a periodistas amenazados de muerte. Más bien sería un cuadro parecido a los que pintaba Brueghel el Viejo en el siglo XVI, con la muerte presente en todo momento sin que la sangre se desborde por los márgenes pero se derrama aquí y allá dejando sentir balaceras con armas de grueso calibre, como la del pasado 3 de febrero que aterrorizó durante hora y media la zona conocida aquí como Ojo de Agua, en la parte norte de San Cristòbal de las Casas. Aunque los vecinos reportaron al 911, ninguna corporación de los cuerpos de seguridad se presentó hasta una hora después de que callaran las armas.
Pantelhó, Chamula, Aldama, Chenalhó, Oxchuc, Pueblo Nuevo Solistahuacán son comunidades ubicadas en las montañas de los Altos de Chiapas donde la violencia está repuntando durante los últimos 5-10 años, aunque cada caso tiene una raíz diferente y un denominador común: el crecimiento sostenido de una población que no tiene muchas alternativas en un territorio montañoso con poco espacio ya para la agricultura tradicional, enconados enfrentamientos por motivos religiosos o políticos y la consolidación de unas prácticas para resolver conflictos intercomunitarios o comunidad-Estado que básicamente consisten en que el pueblo toma rehenes y el gobierno accede a su liberación mediante pago de dinero previamente acordado.
El último ejemplo este 10 de marzo, fue la decidida incursión de un convoy de la Guardia Nacional con 50 efectivos, en la reserva del Huitepec, pequeño territorio zapatista en la cumbre del volcán apagado (2,750 msnm) dominando el valle que ocupa la ya muy urbanizada ciudad de San Cristóbal de las Casas. Según versión oficial se trataba de verificar una denuncia sobre la existencia de antenas de radio “piratas”. Acompañaban a los militares 4 trabajadores de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Rodeados por pobladores de la zona los militares estuvieron retenidos por varias horas y pudieron salir mediante pago de 40 mil pesos.
Anteriormente (31 de diciembre 2020) una disputa por la presidencia municipal de San Juan Chamula (a 8 kms de San Cristòbal) terminó con la casa del alcalde constitucional por MORENA, en llamas, varios carros ardiendo y funcionarios del Ayuntamiento retenidos por los seguidores de Juan Shilón de la Cruz. Aunque esta vez no trascendió la cantidad de dinero, pero el gobierno negoció y al final fueron liberados, el día 4 de enero, el Juez de Paz y Conciliación Indígena Víctor López Guzmán, el segundo Regidor, Mariano Sántiz Méndez, y el padre del presidente municipal, José Gómez Gómez.
Juan Shilón de la Cruz se autoproclama presidente de un Concejo Municipal en Chamula y no reconoce el resultado de las últimas elecciones en el municipio donde por mayoría de votos ganó el profesor Ponciano Gómez por el partido MORENA (Movimiento de Regeneración Nacional). Shilón de la Cruz está preso en el penal de El Amate (municipio de Cintalapa), desde septiembre del 2020 acusado por los delitos de motín y robo ejecutado con violencia bajo la causa penal 100/2020. La disputa por la presidencia en el municipio tsotsil de Chamula tiene que ver con el control de las rutas del tráfico de drogas y personas y el control por el codiciado presupuesto municipal de un territorio que durante décadas fue privilegiado por el poder priista.
Oxchuc: Municipio tseltal de los Altos de Chiapas que en 2018 logró expulsar el cacicazgo intercambiable durante 15 años de la pareja formada por María Gloria Sanchez y su esposo Norberto Santiz. Poco después el municipio iniciaba una larga lucha jurídica por la formación de un Concejo Municipal que se eligiera por usos y costumbres y rechazara los partidos políticos. Oxchuc es el único municipio, reconocido legalmente para regirse por usos y costumbres. En el vecino estado de Oaxaca 417 comunidades practican este Sistema Normativo.
Antecendentes. Tras las elecciones para la presidencia municipal en julio de 2015, estalla la violencia en el municipio tzeltal cuando resulta elegida la esposa del alcalde Norberto Sántis López, María Gloria Sánchez Gómez. María Gloria presentó su candidatura respaldada por el Partido Verde Ecologista de México (conocido como el de las 4 mentiras) También se interpusieron denuncias por el desvío millonario de recursos del Ayuntamiento para impulsar la candidatura de María Gloria. En la última toma de posesión como presidenta municipal, en 2015, se produjo la ocupación de la presidencia municipal en protesta por los sospechosos resultados electorales que volvían a dar el triunfo a María Gloria. Se levantaron barricadas y bloquearon carreteras con un saldo indeterminado de muertos y heridos al final de la jornada.
Tras las violentas jornadas el Consejo General del Instituto de Elecciones y Participación ciudadana de Chiapas, IEPC declaró el 15 de enero del 2019 en sesión pública la validez de los resultados de la Asamblea Plenaria; el Congreso del Estado emitió el Decreto 135 con fecha 23 de enero de 2019, en el que se facultó al IEPC para convocar, coadyuvar y en su caso, organizar la elección de autoridades municipales de Oxchuc y posterior a ello calificar y expedir la constancia de mayoría a través del régimen de elección por Sistema Normativo Interno. Los partidos políticos ya no eran opción en Oxchuc.
Sin embargo, en enero del 2020 más de 15 mil pobladores de 40 comunidades del municipio volvían a bloquear carreteras y a efectuar la toma de la presidencia municipal inconformes por el incumplimiento en la entrega de apoyos por parte del presidente municipal elegido por el Sistema Normativo interno.
En enero de 2021, 150 personas integrantes de la organización de Comunidades y Barrios Unidos de Oxchuc instalaron un retén a la altura de la comunidad Buena Vista, para recaudar fondos y poder cubrir los gastos médicos por las lesiones con arma de fuego que sufrieron Julio César Gómez, Omar y Nicolás Gómez el 15 de enero, luego de un enfrentamiento armado entre las comunidades de Paxtonticja y Chaonil. El origen del enfrentamiento fue un bloqueo carretero en protesta, nuevamente, por el incumplimiento en la entrega de apoyos a las comunidades del municipio. El fenómeno del cacicazgo mostraba otra cara en los pueblos de Chiapas donde los linajes siguen siendo el referente de un poder ancestral.
Aldama- Chenalhó. El caso de las agresiones contra los pobladores tsotsiles de Aldama por parte de grupos armados que se sitúan en los límites con Chenalhó, se ha vuelto recurrente por la práctica de sentarse a negociar entre pobladores de ambas partes y miembros del gobierno estatal y federal, la firma de minutas y acuerdos de no agresión, foto para los medios y ruptura de los acuerdos que pueden variar entre tres días y máximo un mes. La raíz del problema son los grupos paramilitares armados y entrenados desde los tiempos de la contrainsurgencia para combatir al EZLN (años 90 del siglo XX) y que continúan impunes desde entonces a la fecha. Varios muertos y heridos van marcados en el calendario por una disputa de 60 hectáreas.
Chilón (Municipio tzeltal): Asesinan en emboscada al precandidato de MORENA a la alcaldía de Chilón.
Se trataba de Pedro Gutiérrez, ex juez municipal que en la madrugada del 17 de marzo se desplazaba por carretera hacia la cabecera municipal, junto con su esposa, su hijo y otro acompañante cuya identidad se desconoce. En un momento en que pedro Gutiérrez bajo la velocidad del carro que manejaba, un grupo de hombres surgió de entre la maleza y le vaciaron varios cargadores de armas automáticas. El carro terminó en el fondo de una barranca. La esposa de Pedro pudo huir a tiempo, pues los atacantes aún se dieron a la tarea de rematar a los heridos y prender fuego al automóvil.
Elecciones. El día 6 de junio se elegirán 40 diputados para el Congreso estatal de Chiapas y 123 ayuntamientos para un período de tres años. Dos coaliciones se pelean los cargos para ver de què cueros salen más correas: “Va por Chiapas” (PRI, PAN y PRD) y la coalición “Juntos haremos historia” (MORENA, PVEM – el de las 4 mentiras- Partido del Trabajo, Chiapas Unido y Mover a Chiapas).
Los protagonistas de todo este proceso político son apellidos de rancia y putrefacta raigambre caciquil, chapulines que migran de unas siglas a otras olfateando vientos y conveniencias; empresarios que respaldan o protegen el tráfico de drogas a cambio de votos… MORENA ya tiene asegurado un puesto en la cola pues su desempeño político allí donde consiguió puestos municipales ha dejado mucho que desear. Y en Chiapas el presidente López Obrador no cuenta con ningún dirigente destacado interesado en impulsar sus propuestas a nivel nacional.
El panorama del estado no alcanza los niveles de alarma que hay en Guerrero; no es un campo de guerra… todavía.
Fuentes: Diario de Chiapas, Portal digital Chiapas Paralelo, La Jornada.