La irrupción de las redes sociales (RRSS) en la lucha social, ha generado un remezón de la formas tradicionales de organización, difusión (de información) y de coordinación de actividades politicas, ejemplos tempranos de ese uso los encontramos en los movimientos de resistencia a la globalización en Estados Unidos (Occupy Wall Street) y en Europa, donde mostraron su valía y utilidad; paralelamente los gobiernos del establishment, han aprendido a infiltrar estas redes y generar desinformación y desarticular a la organización y la movilización social.
Los golpes de Estado suaves practicados en la “Primavera Árabe” y ejecutados en Latinoamérica, serian inimaginables sin el uso masivo de RRSS, al tener su lógico sustento en la manipulación de la verdad y la propagación de Fake News (noticias falsas); habiendo demostrado su grado de sofisticación en el golpe de Estado en nuestro país (Bolivia), donde las redes instalaron en noviembre pasado la “certeza social del fraude”, ocupándose de defenestrar al Gobierno del Proceso de Cambio (tejiendo falsos vínculos con la autoría de los incendios en la Chiquitania y otros) y por ultimo han permitido (ya en la ejecución violenta del golpe) la coordinación de las fuerzas paramilitares golpistas en la represión de movimientos sociales y populares (claros ejemplos, los encontramos en la logística usada por las juventudes cívicas en Santa Cruz, en los ataques perpetrados en Montero y el Plan 3000 y la actuación de pandillas de motoqueros en Cochabamba).
Paradójicamente el uso de las redes en el movimiento popular, es aun incipiente, desorganizado y a veces lamentablemente funcional con la dictadura y el gobierno fascista, la experiencia reciente del golpe en Bolivia nos ha enseñado que una primera reacción de los lideres de opinión de los grupos de RRSS, l(dirigentes sociales y políticos) fue desaparecer de sus blogs, borrar sus perfiles de sus facepages y salirse de los grupos de WhatsApp; pocos fueron los valientes que permanecieron , conscientes que el gobierno golpista tenia la capacidad técnica de infiltrar y seguir a esos grupos y actividades.
Los grupos que persistieron tuvieron un como común denominador: haber sido organizados por compañeros de base y obedecer a organizaciones territoriales (por ejemplo los grupos de WhatsApp organizados por los compañeros de las Centrales Sindicales Campesinas regionales en todo el país y las organizaciones sindicales del Chapare, El Alto, Oruro y Potosí) estos grupos fueron los únicos que mantuvieron un seguimiento social de los violentos hechos de los primeros días del golpe (Sacaba y Senkata, solo como ejemplo) muchas veces con testimonios de las propias víctimas o de actores de primera línea de la resistencia popular. Ejemplificador, resulta en ese contexto, el trabajo y la épica exposición política de los grupos (de WhatsApp) de universitarios Alteños y compañeros Cooperativistas del Norte de Potosí.
No pocas veces, la cacería de activistas fue resultado de la infiltración de estos heroicos grupos por fuerzas represoras, como respuesta los propios compañeros, se ingeniaron métodos para depurar a los participantes y en algunos casos clausurar el grupo como medida de seguridad
Pasados los días, algunos lideres autoproclamados “clandestinos” retornaron a los ciber-grupos o crearon nuevos, en algunos casos para revalidar su presencia política en la eventualidad de ser considerados como candidatos a las próximas elecciones. Deplorablemente no son pocos los ejemplos de la aparición de personajes que victimizándose de manera falsa, propician prebendas para ellos o sus allegados (anecdótico y lamentable es el caso de “un compañero”, converso del mirismo, que poniendo delante su “historial revolucionario”, en plena crisis política, hacia campaña abierta en las redes, para que “su compañera” fuera considerada para un cargo en el Tribunal Electoral; la maldita prebenda nunca esta ausente…!!).
Hoy en día cuando la organización y la esperanza han retornado a las fuerzas populares, estos son lo grupos, en los que se genera difusión y socialización de actividades de campaña política, bien aparte de servir de medio de difusión de noticias censuradas por la prensa oficial o artículos de opinión considerados “políticamente incorrectos”, en estos tiempos de la autoproclamada dictadura golpista. Sin embargo la dinámica de los activistas populares en las RRSS no esta exenta de problemas y de algunas practicas que se constituyen en funcionales a objetivos inversos a los priorizados por el Movimiento Popular.
Fake News y Spammers
El uso político de las redes por las organizaciones sociales se ve empañada y entorpecida por dos fenómenos propios de estos tiempos de la Post-Verdad (la verdad adulterada y mediada por los RRSS) las Fake News y los Spammers, vayamos por orden:
Las noticias falsas (del inglés fake news) son un tipo de engaño que consiste en la presentación de un contenido seudoperiodístico difundido a través de las RRSS y cuyo objetivo es la desinformación con la intención deliberada de engañar, inducir a error, desprestigiar o enaltecer a una institución, entidad o persona; son consideradas una amenaza a la credibilidad y su utilización para fines políticos la convertido en una herramienta de manipulación de masas y de atentado a la democracia instituida.
El fenómeno de los SPAMMERS (del ingles Spam= mensaje o correo basura—Spammers= neologismo que se aplica al que divulga mensajes o correos falsos) en las RRSS esta referido a la difusión interesada o involuntaria de Fake News por participantes de RRSS, son los personajes que insertan noticias falsas en un grupo de discusión en las redes sociales, desvirtuando el propósito original del grupo, o peor generando desinformación, con medias verdades o noticias francamente falsas, que son replicadas mecánicamente y que en el mas de los casos su creación es parte de un equipo político fascista que tiene el propósito de generar caos y desorganización entre las bases.
Y esta es la practica mas peligrosa y presente en nuestras RRSS, compañeros que involuntariamente se prestan a la difusión de noticias falsas o alarmistas, a memes, con supuesto contenido critico de la dictadura pero que contienen mensajes contradictorios que siembran dudas en las tareas asumidas por el proceso revolucionario. De todos ellos los que contienen mas riego de desinformación lo constituyen los videos de fuente apócrifa, que mezclan mensajes de supuesto apoyo a la resistencia del movimiento popular con cifras o datos históricos adulterados, que se convierten en la semilla de la manipulación política.
Las organizaciones sociales y los grupos de activistas deben establecer las reglas básicas para evitar el spammer, generar actitud de reflexión política de cada mensaje político y lectura critica de su contenido.
Solo la verdad y la conciencia colectiva puede derrotar a la Post-Verdad, solo la reflexión critica y la contra-información revolucionaria pueden frenar a los fake news y solo la actitud enérgica y militante puede evitar la multiplicación del Spam y los Spammers.