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Cierres

Fuentes: Rebelión

Desde la noche del 9 de diciembre de 2015 la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner sabia en su fuero intimo que la constitución de una verdadera oposición al gobierno neoliberal de Mauricio Macri iba a ser su función en los años venideros y espero pacientemente el siguiente turno electoral para convertir ese mandato en […]

Desde la noche del 9 de diciembre de 2015 la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner sabia en su fuero intimo que la constitución de una verdadera oposición al gobierno neoliberal de Mauricio Macri iba a ser su función en los años venideros y espero pacientemente el siguiente turno electoral para convertir ese mandato en realidad.

Sopesaron y aun en curso variadas denuncias de corrupción tanto sobre su patrimonio personal y sus vinculaciones como por miembros de su gestión, pero su cintura política le permitió salir casi indemne de dicha situación y encara un futuro relativamente promisorio en materia de re consolidación de su proyecto político.

Su consolidación es también un producto casi necesario de la actual gesta gubernamental donde después de 18 meses de gobierno la acumulación de un 60 por ciento de inflación, el endeudamiento externo por casi 100 000 millones de dólares, la reinstauración de la bicicleta financiera y alarmantes indicadores sociales a la baja no queda otro reducto que polarizar con el pasado ante un presente regular y un futuro lleno de incertidumbres, que se dirime entre la continuidad de una estanflación o echar mano a la vieja receta devaluacionista.

Las desconfianzas de Cristina sobre la estructura del PJ se han hecho presentes en el armado de la esperada lista de candidatos donde a los casi tradicionales referentes peronistas, pero de enrolamiento kirchnerista, les ha dado un papel secundario o periférico para por una parte evitar sombras políticas y por otra parte asegurarse lealtad exclusiva sobre los mismos.

Nuevamente al interior y al exterior se reproduce el enfrentamiento kirchnerismo versus peronismo pero en un nuevo contexto donde el primero no es parte de una gestión gubernamental.

El 90 por ciento de los candidatos de todas las listas ha pasado por dicha gesta política lo que lleva a pensar cual es la vitalidad actual de dicho proyecto y cuál es el grado de tensión entre ambas corrientes políticas y si el kirchnerismo es tan solo una instancia política más que no podrá superar a su corriente madre o de cómo se resolverá dicha tensión.

Por fuera de la provincia de Buenos Aires se reproducen mini liderazgos locales que acertan en relacionarse con el gobierno nacional más que establecer vínculos con la ex presidenta pues sus preocupaciones presentes son otras y sus ambiciones futuras distan en objetivos.

Es por ello que casi podría afirmarse que el fenómeno Cristina se puede circunscribir a los partidos del conurbano bonaerense que se pueden denominar como semi provincias por su peso poblacional.

El resto está por verse y en particular por los próximos 18 meses de gestión de gobierno donde el peronismo y el kirchnerismo buscan establecer una propuesta superadora en un contexto sin liderazgos provinciales definidos y de la sola presencia de Cristina.

Dos contrincantes peronistas se presentan – uno nuevamente y otro persiste en su presentación – como son Sergio Massa y Florencio Randazzo.

Expresiones mas allegadas al peronsimo pero que se encuentran entrampados en la polarización venidera y en particular el no haber encontrado un marcado sesgo opositor y de ser en el primera caso votante mayoritario de las necesidades legislativas del gobierno.

Para el caso de Randazzo una oportunidad de engendrar una suerte de oposición interna al kirchnerismo para acumular y negociar espacios de poder futuro pero el desafío de este espacio es re establecer un vínculo con el cumulo de intendentes ahora k que han apostado a Cristina no se sabe aún si coyunturalmente o con otros plazos de adhesión.

Conservar el sello – algo de lo que el kirchnerismo desliga – puede ser un refugio necesario para consolidarse a largo plazo considerando que y como se ha visto desde la generación del peronismo allá por la década del 40 han pasado varios ismos pero el partido ha quedado en pie y reserva un importante cumulo de votantes que el randazzismo intentara retener.

La segunda pieza electoral de importancia es la Ciudad de Buenos Aires bastion mayoritario del PRO donde por poco un joven economista ex funcionario también de la gestión k casi les arrebata dicha gestión, pero ahora el escenario es diferente.

El pase transitorio de Martin Lousteu al PRO gracias a su presencia en la embajada de los EEUU y el portazo posterior al no habilitarle pistas para una interna lo empujan nuevamente a terciar con el Peronismo-Frente para la Victoria un segundo lugar en la grilla donde este ultimo intenta re posicionarse en la grilla al 2do lugar para su mejor postulación al 2019 como una propuesta política bajo un frente amplio de variadas expresiones.

Nada es eterno y el gobierno local llevara casi 12 años de gestión que le ha permitido catapultase a Balcarce 50 por lo cual nuevamente una polarización entre la gestión y un proyecto alternativo tendrán luces de acción.

Por su peso de gravitación geopolítica es quizás Cordoba la provincia enigma donde el ex caudillo local Juan Manuel de la Sota ha preferido preservarse para la batalla presidencial de 2019 y deja en manos del actual gobernador Schiaretti manejar la relación con el gobierno central y emplazar una tibia candidatura local.

Es muy paradójico pues dicha provincia de sesgo industrial y de cadiz sociopolítico complejo fue casi la clave del triunfo de Maurcio Macri y es ahora donde en su mayoría sufren los efectos sociales y económicos de dicha gesta.

Sera un enigma si existirá una correlación entre dicha situación y los sufragios.

En síntesis, es posible pensar que el Gobierno centrara sus votos en la CABA, parte de la Prov. de Bs As, Mendoza y habría que esperar como se desenvuelve la provincia mediterránea.

Es muy probable que no aspiren a mayorías parlamentarias lo que dificultara su quehacer de gestión pues existen en gatera varios proyectos claves como son una posible reforma previsional y una reforma tributaria necesarias para la consolidación de su plataforma política.

Mientras tanto pocas referencias existen para consolidar una oposición en la Argentina.

Todo está por verse.

 

 

 

Ezequiel Beer. Geógrafo UBA – Analista Político.