El mismo mes que hace seis años le sacaron su ojo izquierdo, comenzó en Neuquén el juicio a cuatro policías acusados de reprimir salvajemente al trabajador Pedro «Pepe» Alveal. El mismo Alveal -hoy obrero ceramista de la fábrica expropiada Zanon- contó en la primera audiencia cómo lo reprimió la policía neuquina la tarde del 25 […]
El mismo mes que hace seis años le sacaron su ojo izquierdo, comenzó en Neuquén el juicio a cuatro policías acusados de reprimir salvajemente al trabajador Pedro «Pepe» Alveal. El mismo Alveal -hoy obrero ceramista de la fábrica expropiada Zanon- contó en la primera audiencia cómo lo reprimió la policía neuquina la tarde del 25 de noviembre de 2003 en el Barrio San Lorenzo, lugar donde sigue viviendo. Como consecuencia de los 64 perdigones de balas de goma que recibió en su cuerpo y en su rostro, y las golpizas que recibió en la comisaría donde estuvo detenido sin ninguna clase de atención médica, Pepe Alveal sufrió la pérdida de su ojo izquierdo ese día. Pocas horas después de comenzado este proceso, la justicia neuquina postergó otro juicio donde 27 policías penitenciarios están acusados de «torturas» a más de 50 presos de la Unidad 11.
De los cuatro policías que están acusados: el sargento Osvaldo Fornara, los cabos Néstor Gatica y Elías Cifuentes, y el oficial principal Alfredo Cortinez, solamente este último prestó declaración ante el tribunal de la Cámara Criminal Primera de Neuquén conformada por los jueces Alejandro Cabral, Marcelo Medori y Richard Trincheri. Durante la hora y media que duró su exposición, el policía con mayor rango de los acusados repitió una y otra vez que él sí había «demorado» al trabajador que luego supo que era Alveal pero «no le disparé ni tampoco lo maltraté». El mismo Cortinez dijo que actuó porque «ví que ese manifestante (Alveal) estaba corriendo, pensé que estaba escapando de algún ilícito que pudo haber hecho y actué deteniéndolo en la calle».
Contrariando claramente los dichos del policía que lo antecedió, el propio Pepe Alveal contó al tribunal lo sucedido ese jueves negro de noviembre en Neuquén. «Intenté meterme en una casa de un amigo y no pude, por lo que empecé a correr, recibiendo balas de goma que me quemaron las piernas y también en la cara. Allí empecé a sentir que no veía nada, mientras me pegaban por todos lados». «Después en la camioneta y la comisaría me siguieron pegando. Sentí que me estaban matando. Fue terrible» detalló Alveal ante el silencio de toda la sala.
Este juicio comenzó en medio de una situación que distintos organismos de Derechos Humanos, sindicatos y organizaciones sociales de Neuquén definen como «preocupante», a la luz de los últimos hechos vividos en la provincia. Entre ellos, la golpiza que el mismo Secretario de Derechos Humanos del municipio capitalino, Jesús Escobar, recibió la semana pasada dentro mismo de la Comisaría Primera , al momento de ir a reclamar por la detención de siete jóvenes que la policía llevó allí al tiempo de estar realizando un mural callejero en reclamo de los derechos de los niños.
Juicio suspendido a 27 policías acusados de torturas en la U 11
En la misma sala donde por la mañana se inició el juicio a los cuatro uniformados que reprimieron a Pepe Alveal, en horas de la tarde el tribunal de la Cámara Criminal Segunda de Neuquén dio lugar a un pedido de postergación de las audiencias por parte de la defensa de 27 policías penitenciarios acusados de aplicar torturas y tormentos a 55 presos de la Unidad 11. Es la segunda vez que este juicio no comienza, ya que en mayo del año 2008 debió haberlo hecho y también fue suspendido por la justicia provincial.
Los hechos que deberán ser juzgados en Neuquén ocurrieron a fines de abril del 2004, cuando una violenta represión que se desató en los distintos pabellones de la Unidad provincial carcelaria Nº 11 se prolongó por más de tres días, interviniendo en ella tres equipos distintos de requisa.
«Lo que vivieron los presos esos días fue terrible» dijo a Rebelión Gladys Rodríguez, dirigente de la Asociación Zainuco , quien se presenta como querellante en el juicio. «Las pruebas que tenemos sobre cómo y cuándo se torturó son tan fuertes que no saben como hacer para que el juicio no se lleve adelante» dijo Rodríguez. «Pero nosotros no vamos a parar» agregó.
El tribunal hizo lugar al pedido del abogado Marcelo Inaudi, quien también representa a los cuatro policías acusados de atacar a Pepe Alveal. «Es inhumano atender estos dos juicios al mismo tiempo por la complejidad de cada uno de ellos» adujo el defensor, a lo cual el tribunal le dijo que sí.
Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.