En el escenario y fuera de él parece un líder religioso. No solo por su aspecto cuidadosamente descuidado, su pelo y su barba largos, su particular forma de hablar el español y su informal manera de vestir, sino porque genera una admiración especial por parte de miles de desarrolladores de software y estudiantes de ingenierías […]
En el escenario y fuera de él parece un líder religioso. No solo por su aspecto cuidadosamente descuidado, su pelo y su barba largos, su particular forma de hablar el español y su informal manera de vestir, sino porque genera una admiración especial por parte de miles de desarrolladores de software y estudiantes de ingenierías en todo el mundo.
Para muchos, Richard Matthew Stallman es una especie de profeta iluminado. Es el representante de un movimiento que está en contra de las patentes de software, en un mundo en el que las grandes corporaciones, como Microsoft, ganan millones de dólares por su software y a la vez son muy admiradas.
Hace 21 años, cuando el desarrollador de software y hacker Richard Stallman vio que todos los sistemas operativos tenían un dueño, decidió iniciar el movimiento del software libre (www.fsf.org) y creó un sistema operativo, que denominó GNU (www.gnu.org). «En 1992, Linus Torvalds desarrolló el núcleo del sistema, llamado Linux, y llenó lo único que le faltaba a GNU para ser un sistema operativo completo. Hoy GNU/Linux tiene unos 100 millones de usuarios», señala.
Más allá de sus logros como desarrollador, se afirma que su aporte más significativo es el marco de referencia ético, político y legal para el movimiento del software libre, traducido en su búsqueda de la libertad.
Stallman, quien tiene 52 años de edad, estuvo en Bogotá como principal invitado de la primera Feria Interactiva del Software Libre, organizada por la Universidad Autónoma de Colombia.
– ¿Cuál es su motivación para recorrer diferentes países hablando del software libre?
Mi interés es difundir las ideas del software libre, para que la gente reconozca qué es la libertad y así pueda valorarla y luchar por mantenerla. La historia nos enseña que la libertad no se mantiene automáticamente, pues siempre afronta peligros, así que debemos defenderla día tras día. Nuestra meta es la liberación del ciberespacio y del uso de los computadores por medio del software libre.
– ¿Cómo se relaciona la libertad con el software?
En inglés es más difícil explicarlo que en español, pues el término ¿free software¿ se puede entender como ¿software gratis¿ o como ¿software libre¿. En español es claro que se trata de software que brinda libertad a sus usuarios y desarrolladores.
– ¿Cuáles son esas libertades que brinda el software libre y no el software propietario?
Primero que todo, yo no hablo de software propietario, sino de software privativo, pues priva a las personas de las libertades que merecen, así que este nombre muestra más claramente la injusticia de ese tipo de software.
Estas libertades son cuatro: libertad para utilizar los programas (libertad 0), libertad para conocer su código y cambiarlo según sus necesidades (libertad 1), libertad para hacer copias y distribuirlas entre otros (libertad 2) y libertad para publicar versiones modificadas (libertad 3).
El software comercial es injusto porque impide algunas de estas libertades.
– Pero algunas aplicaciones de software ¿privativo¿ son gratuitas y permiten utilizarlas y compartirlas, que es lo más importante para los usuarios no técnicos¿
Estas cuatro libertades no solo benefician a los desarrolladores, sino a todos. Aunque los usuarios finales aprovechan las libertades 0 y 2, el hecho de que las personas que escriben software cuenten con otras libertades también los benefician. Es como la libertad de prensa: pocos la ejercen, pero toda la sociedad se beneficia de ella.
- ¿Cuánto ha avanzado el movimiento del software libre en estos 21 años?
En número de usuarios no vamos ni a mitad de camino, y en cuanto a trabajo estamos más avanzados, pero tenemos que luchar a diario contra las empresas que desarrollan software privativo.
– ¿Cuáles son esas empresas enemigas del software libre?
Microsoft es nuestro peor enemigo, por sus prácticas de negocio y porque juega al imperio; ofrece copias gratuitas en las escuelas para generar adictos a su software, pero cuando esas personas sean grandes no les dará las copias gratuitas, pues ya les ha dado la primera dosis.
Pero no es el único: compañías como Adobe han acusado a desarrolladores de software libre por escribir programas que benefician a la gente pero que atentan contra su negocio.
– ¿SCO es otro de los enemigos? ¿Qué opina de la caída de los ingresos de esta empresa?
SCO no es un gran peligro. Afirma que es dueña de parte del código del núcleo del sistema operativo GNU/Linux, pero no tiene argumentos. Incluso si ganara el juicio, no perderíamos tanto, solo algunas funcionalidades del núcleo del sistema operativo.
– Microsoft ha bajado los precios de Windows en países emergentes. ¿Cómo afecta esto al software libre?
El precio bajo de Windows, o incluso que fuera gratis, no cambiaría nada porque el tema no es precio, sino libertad, y Windows me quita la libertad (para conocer su código, para modificarlo, para distribuirlo). Cuando Microsoft baja los precios, simplemente añade más carnada a la trampa de su software.
– Muchas personas creen que el software libre no es tan fácil de usar como el de los grandes fabricantes. ¿Qué opina?
Hoy el software libre es tan fácil de usar como el privativo. El sistema operativo GNU/Linux tiene distribuciones que funcionan de la misma forma que Windows, y esto también sucede con cientos de programas.
Una prueba de esto son los telecentros de Sao Paulo, que usan software libre y están destinados a la gente pobre: se creía que era necesario mucho esfuerzo para capacitar a las personas con el software, pero rápidamente aprendieron a utilizarlo y hoy lo aprovechan al máximo y no requieren grandes salas de capacitación.
– Se tiende a hablar de software libre y de open source (software de código abierto) como si fueran el mismo concepto. ¿Cuál es la discrepancia entre ambos?
Casi todos los programas libres son open source, y viceversa, así que en el tema de las licencias somos muy similares. La gran diferencia está en la filosofía: para nosotros lo principal es la libertad, mientras que para el movimiento open source esto no es prioritario, la funcionalidad del software es lo principal, y la libertad es algo secundario.
– Bajo el modelo del software libre no existe la piratería. ¿Qué opina de este delito?
Creo que es un error llamar piratería a compartir copias, porque atacar barcos y robarlos no tiene nada que ver con ayudar al prójimo compartiendo programas. Compartir programas es una de las libertades que brinda el software libre. Y en el caso del software privativo, compartirlo es ilegal, mas no inmoral.
– Para terminar, ¿qué software utiliza en su computador portátil?
Uso Debian, una distribución del sistema operativo GNU/Linux, aunque la empresa ha empezado a vender software privativo y pienso instalar Ubuntu, la distribución que mejor acoge los principios del software libre. Y casi todo mi trabajo lo hago con el editor de texto Emacs.