Pese a los esfuerzos europeos por reducir la contaminación ambiental, apenas 15 por ciento de computadoras y otros aparatos son reciclados anualmente en Italia, lo que dificulta una solución efectiva al problema de la basura electrónica. El dato es proporcionado por el Consorcio Ecoqual’It, que abarca a las mayores distribuidoras e importadoras de alta tecnología […]
Pese a los esfuerzos europeos por reducir la contaminación ambiental, apenas 15 por ciento de computadoras y otros aparatos son reciclados anualmente en Italia, lo que dificulta una solución efectiva al problema de la basura electrónica.
El dato es proporcionado por el Consorcio Ecoqual’It, que abarca a las mayores distribuidoras e importadoras de alta tecnología en Italia.
Según su portavoz, Stefano Appuzzo, en Italia, 60 por ciento de los aparatos eléctricos y electrónicos termina en la basura común o en las bodegas de las casas, y el mercado tiene dificultad en promover aparatos reciclados.
«Hoy los precios de las computadoras son bajos y muy competitivos. Los usuarios prefieren comprar una computadora personal nueva que una reciclada, porque la diferencia de precios es poca. El mercado tiene dificultad en promover los aparatos reciclados», dijo Appuzzo a Tierramérica.
En Italia hay alrededor de 6,7 millones de usuarios de computadoras, que se fabrican con más de 1.000 piezas. Muchas de ellas tienen componentes tóxicos, como mercurio, cromo o plomo, que perjudican a la salud y al ambiente.
El reciclaje insume tiempo, dinero y organización. Hay que recoger los artefactos, desmontar sus piezas, clasificarlas, recuperar lo que todavía sirve y desechar lo que no.
Además, la tecnología crea nuevos modelos en tiempo récord y acorta su vida útil. Antes una computadora personal duraba unos 10 años; hoy, a los cuatro se considera obsoleta.
Pero hay algunas iniciativas en marcha. Varios jóvenes milaneses crearon la sociedad Reciclaje Ético, que vende objetos usados en Internet y también en mercados de antigüedades y ferias locales, para sensibilizar a los consumidores sobre los problemas que trae el desperdicio.
Reciclaje Ético retira gratuitamente los objetos que desechan las personas, entre ellos piezas de computadoras, como cables, ratones o monitores, y los revende a precios bajos.
«Las computadoras peronales no deberían comprarse, hay que alquilarlas. Con eso ahorraríamos mucho, y hay que usarlas el mayor tiempo posible», dijo a Tierramérica el director de Reciclaje Ético, Tommaso Cerioli.
Hay 300 empresas que se dedican a recuperar aparatos eléctricos y electrónicos en Italia. Progeo Ambiente, por ejemplo, fundada en 1996, recoge las computadoras, las desarma completamente y separa las partes no reutilizables de las reciclables (aluminio, tarjetas electrónicas, plástico y cables).
«Muchos italianos no saben cómo botar sus computadoras viejas y nos llaman para ayudarlos. Los retiramos y aplicamos las reglas para los desechos tecnológicos: clasificamos, separamos y llevamos el material peligroso a las instalaciones especiales de los municipios, que se encargan de destruirlos», declaró a Tierramérica Loredana Sansone, de Progeo Ambiente.
Sin embargo, estos esfuerzos de reciclaje no resuelven el problema de la basura electrónica.
Las computadoras son parte de las 107.000 toneladas de residuos electrónicos y eléctricos que se producen anualmente en Italia, según Ecoqual’It. De estas, 30 por ciento regresa a revendedores, 15 por ciento se abandona y solamente 15 por ciento se trata adecuadamente. El resto termina en la basura común.
En la Unión Europea (UE), 90 por ciento de los 6,5 millones de toneladas de basura electrónica que se producen anualmente es quemada sin clasificar ni tratar.
La UE estableció que los productores de alta tecnología deben eliminar las cantidades de las sustancias tóxicas y asumir la responsabilidad de sus productos hasta el final de su ciclo vital.
Pero en julio Italia aplazó un año el cumplimiento de las normativas de la UE sobre Residuos de los Aparatos Eléctricos y Electrónicos. Los gobiernos seccionales no están organizados para la recolección gratuita de basura ecológica, ni las empresas locales están preparadas para cumplir con esa normativa.
Tampoco las empresas internacionales que venden sus productos en Italia hacen muchos esfuerzos para reducir los tóxicos en las computadoras, aunque declaren lo contrario.
Así lo revela un estudio de la organización ambientalista Greenpeace del 17 de agosto de 2005, que analizó 40 componentes de cinco fabricantes: las norteamericanas Apple, Dell y Hewlett Packard (HP), la japonesa Sony y la taiwanesa Acer.
Según Greenpeace, los componentes de las computadoras de Apple y HP contienen tóxicos preocupantes. HP, además, dice en su sitio de Internet que eliminó una sustancia contaminante hace años, cuando no es verdad, asegura el estudio.
«Es posible reducir mucho más las sustancias tóxicas en la fabricación de computadoras. Necesitamos reglamentos más rigurosos que obliguen a sustituir todas esas piezas», señaló a Tierramérica Giuseppe Onuffri, de Greenpeace.
Onuffri agregó que muchas de las computadoras que se botan en Europa terminan en China o en India, donde las piezas se reciclan sin ningún cuidado para la salud ni el ambiente.
La empresa norteamericana Apple rechazó las acusaciones de Greenpeace y recordó que tiene una política ambiental sólida y que fue y es líder en el campo industrial para la restricción y el uso de sustancias tóxicas en la producción de aparatos eléctricos y electrónicos.
* La autora es colaboradora de Tierramérica. Este artículo fue publicado originalmente el 30 de septiembre por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica.(FIN/2006)