Nueva marcha en la capital del estado para reiterar la exigencia de que dimita Ulises Ruiz
A casi un mes de haber sido detenidos por la Policía Federal Preventiva (PFP), los 43 ex presos que se encontraban en el penal de mediana seguridad de San José del Rincón, Nayarit, llegaron la tarde de este domingo, después de un viaje de casi 20 horas.
Familiares y cientos de seguidores de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), que participaron por la mañana en una protesta exigiendo la destitución del gobernador Ulises Ruiz Ortiz, la liberación de todos los detenidos y la salida de las fuerzas federales, recibieron en un ambiente festivo a los excarcelados en el Jardín Madero, entre consignas, vítores y una banda de música.
Los liberados arribaron alrededor de las 15:20 horas en dos autobuses, contratados por el gobierno nayarita, y ni bien descendieron quedaron arropados por la multitud.
Los 43 ex presos, 17 de ellos profesores afiliados a la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), se fundieron en largos abrazos con sus padres, hermanos, esposos, esposas, hijos y demás familiares que llegaron a recibirlos con ramos de flores. Aunque también hubo tristeza y lágrimas entre los familiares de los demás detenidos que aún siguen en el penal de Nayarit.
«¡Mi amor, mi amor, gracias a Dios!», gritó una mujer al estrechar a su esposo en el estribo del vehículo.
Posteriormente se desarrolló un mitin en el mismo jardín, en el cual uno de los liberados, el profesor Javier Sosa Martínez, presidente municipal de San Juan Yaeé, expresó que su alegría y la de sus camaradas «no es completa», porque «los demás compañeros se quedaron en Nayarit y en las demás cárceles del país».
Reiteró: «No somos totalmente felices porque no pudimos traer a todos, a pesar de que todos somos inocentes», e instó a los excarcelados, a los seguidores de la APPO y al pueblo, a seguir en la lucha para lograr su liberación. «Nos toca ahora a nosotros luchar por ellos», destacó.
Otro de los excarcelados, el estudiante de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca Geovanny Alonso Palomec, llamó «a no cesar la lucha y las exigencias por que regresen los compañeros a Oaxaca», porque «todos somos inocentes».
El vocero de la APPO, Florentino López Martínez dijo que la liberación de los 43 presos obedeció «a la fuerza» de las movilizaciones de la organización magisterial y popular, y «a un acto de justicia, no de buena voluntad del tirano Ulises Ruiz Ortiz», porque ninguno de ellos incurrió en alguno de los delitos que se les imputan.
«Nuestra lucha es política pacífica, y quienes cometieron los actos vandálicos (por los que se les arrestó) fueron provocadores y sicarios de Ruiz Ortiz», asentó.
Convocó a los seguidores de la APPO, a los liberados y al pueblo «a no dar ni un paso atrás» y seguir en la lucha «para recuperar calle por calle y artículo por artículo de la Constitución, arrebatados por las fuerzas de ocupación y la represión gubernamental», pero sobre todo con el fin de que el gobernador Ruiz Ortiz y la PFP salgan de Oaxaca.
«La lucha debe continuar, de otra forma, en balde serían todos los golpes que recibieron y la sangre derramada por nuestros muertos», apuntó.
Por la mañana, miembros del Comité de Familiares de Desaparecidos y Presos Políticos de Oaxaca, simpatizantes de la APPO y de la Coordinadora de Mujeres de Oaxaca Primero de Agosto, así como profesores adscritos a la sección 22 del SNTE, marcharon de la fuente de Las Siete Regiones al Jardín Madero.
Con mantas, pancartas y cartelones, así como con consignas, los manifestantes demandaron la destitución de Ruiz Ortiz, la salida de la PFP y la liberación de todos los encarcelados.
El niño Derwin Coache Rivera, hijo de Marcelino Coache Verano, uno de los portavoces de la APPO recluido en el reclusorio regional de Cosolapa, Oaxaca, marchó con una pancarta para exigir la libertad de su padre. «Querido Santa, en esta Navidad no te pido juguetes, sólo te pido la libertad inmediata de mi papi», decía el letrero.
En un acto político previo a la llegada de los liberados, celebrado en el Jardín Madero, Julieta Sánchez Estrada, a nombre del Comité de Familiares de Desaparecidos y Presos Políticos, manifestó su extrañeza porque «no se sabe quién o quiénes pagaron la fianza» para lograr la excarcelación de los 43 presos, y advirtió que «si el objetivo del gobierno es dividir» a los familiares para debilitar la lucha, «no lo va a lograr».
Por otra parte, el arzobispo de Antequera-Oaxaca, José Luis Chávez Botello, exhortó a todos los católicos a participar activamente «en la tarea urgente de la reconciliación social» en la entidad que, según el prelado, «necesita de todos para curar las dolorosas heridas».
Comentó que «muchos que no tenían que ver con el conflicto perdieron su trabajo, otros cerraron sus negocios, pero lo más grave son los daños palpables de la desconfianza, los resentimientos, el haber sido detenido y encarcelado un buen número de personas sin haber cometido algún delito».
Chávez Botello subrayó: «si en las posadas y en la Navidad cada uno se acerca a un hermano, disipa la desconfianza, le hace ver el camino auténtico de la justicia y es capaz de convivir en paz, está construyendo así el futuro de Oaxaca».