La serie recreará en capítulos de una hora supuestos milagros atribuidos a la Virgen de Guadalupe. El anuncio generó entusiasmo entre funcionarios del arzobispado de México, entidad que administra la basílica de la capital. Aunque por ley las empresas privadas de televisión, que usan por concesión el espectro radioeléctrico propiedad de Estado, deben ser laicas […]
La serie recreará en capítulos de una hora supuestos milagros atribuidos a la Virgen de Guadalupe. El anuncio generó entusiasmo entre funcionarios del arzobispado de México, entidad que administra la basílica de la capital.
Aunque por ley las empresas privadas de televisión, que usan por concesión el espectro radioeléctrico propiedad de Estado, deben ser laicas y abiertas a exponer todo tipo de creencias religiosas. Pero Televisa pone acento en sus telenovelas y en algunos programas de entretenimiento en ensalzar a la Iglesia Católica y a la Virgen de Guadalupe.
«La Iglesia dio a Televisa una patente casi exclusiva para sacar partido de la Virgen», dijo a IPS Arturo Molinar, consultor en materia de medios de comunicación.
En México, ningún grupo religioso tiene autorización para manejar un canal de televisión abierto, aunque sí hay uno de corte católico que se transmite por los sistemas de paga, como es la señal por cable o vía satelital.
Cuando se celebra en México el día de la Virgen, que según la tradición se le apareció al indígena Juan Diego el 12 de diciembre de 1531, Televisa es la única autorizada para transmitir en vivo desde la basílica.
Ese día, los cantantes que patrocina esa empresa se presentan en el templo para interpretar temas frente a la imagen religiosa.
La misma empresa patrocina el llamado Congreso Mariano que organiza el arzobispado cada año en mayo. Allí, presentadores y artistas fungen como conferencistas junto a sacerdotes y creyentes.
En el popular programa matutino «Hoy», de Televisa, una revista con temas de salud, moda y noticias del espectáculo, detrás de los conductores se expone casi siempre una imagen de la Virgen de Guadalupe.
«¡Cuidado! Hay ingredientes que no se deben confundir y, aunque Televisa se moche con una lana (entregue dinero) o en algún otro momento le haya hecho uno que otro favorcito a la Basílica, como grabarle una telenovela con Angélica María («El milagro de vivir», 1975), la Virgen es de todos. ¡De todos!», señaló el crítico de televisión Álvaro Cueva.
La nueva serie «la Rosa de Guadalupe» se centrará en dramatizar supuestos milagros de la Virgen a favor de creyentes. Varias de las entregas tendrán entre sus locaciones la basílica de la virgen.
En la primera entrega se contará la historia de una anciana de provincia que llega a la capital para vivir con su hijo, pero su nuera no la quiere. Entonces, pide a la Virgen que la ayude y de forma sorpresiva consigue trabajo y todo se arregla en su familia.
«Esto (la serie de Televisa) tiene una buena finalidad, porque en lugar de ver un programa donde hay desesperanza, pobreza y tragedias, se habla de historias de fe, será algo que a la gente le va a gustar», declaró el sacerdote José Aguilar, subdirector de Radio y Televisión del arzobispado de México.
El religioso, quien es invitado periódicamente a Televisa para participar en programas como consejero o bendecir el inicio de concursos, se ofreció como actor o asesor de la nueve serie.
La fe en la Virgen de Guadalupe, a la que la Iglesia Católica llama la «reina de América», está arraigada en los mexicanos. Cuando se celebra su día, más de cuatro millones de personas acuden en peregrinación a su templo.
La manifestación religiosa se mantiene desde hace al menos cuatro siglos y no mermó a pesar de las últimas investigaciones, avaladas incluso por algunos sacerdotes, que indican que Juan Diego no existió y que el cuadro de la Virgen, que se exhibe en la basílica, fue pintado y no producto de una impresión milagrosa.
Según indican diversos estudios, Juan Diego y la supuesta impregnación milagrosa en una tela fueron parte de una estrategia de la Iglesia Católica para facilitar la conversión de los indígenas al cristianismo.
Aunque el Estado mexicano es laico, el 12 de diciembre se suspenden casi todas las actividades en el país, incluida la Bolsa de Valores, y cierran las oficinas públicas.
La Iglesia mexicana se ha involucrado con Televisa por el poder que tiene esa empresa y los réditos que eso traduce en la promoción de la religión y sus prelados, señaló el consultor Molinar.
Siete de cada 10 televidentes mexicanos sintonizan canales de Televisa, mientras dos ven a las señales del emporio TV Azteca. Esas dos cadenas dominan ampliamente el espectro televisivo.
Es inusual observar en los noticieros de Televisa coberturas sobre las acusaciones que se hacen en México y otros países contra sacerdotes y autoridades de la Iglesia en relación a casos de abusos sexuales contra menores.
Asimismo, es poco frecuente escuchar a los jefes de la Iglesia Católica mexicana criticar el poder de las televisoras y su programación, que en gran parte corresponde a series donde se ensalza la violencia o telenovelas marcadas por dramas amorosos alejados de la realidad del país.