El jueves 13 de marzo finaliza el séptimo día consecutivo de paro docente en la Provincia de Buenos Aires, en el que hay que destacar la entereza con la que los docentes están sosteniendo esta medida de fuerza, la cual ya está siendo desprestigiada por los medios de comunicación, que extorsionan con el discurso de […]
El jueves 13 de marzo finaliza el séptimo día consecutivo de paro docente en la Provincia de Buenos Aires, en el que hay que destacar la entereza con la que los docentes están sosteniendo esta medida de fuerza, la cual ya está siendo desprestigiada por los medios de comunicación, que extorsionan con el discurso de que los chicos no tienen clases, que no tienen la culpa, que quedan rehenes de un conflicto ajeno a ellos, etc. Pero lo que se está jugando acá es mucho más que días de clase.
El debate no es por un aumento de salario, sino por mantener la capacidad adquisitiva del salario real después de los últimos 3 meses que tuvieron una inflación galopante, devaluación de la moneda, aumento del transporte público y futuros aumentos de luz y gas a los que se les va a quitar el subsidio del Estado. Tanto el gobierno provincial como el nacional no quieren ceder aumentos salariales que superen ampliamente el 30%, en un año de una inflación que rondará el 40%. Es por esto que la última oferta del 30,9% (en dos tramos, con sumas en negro, parte que va al básico y parte que no, haciendo una oferta real entre que es de un 22% y un 24%) fue rechazada por los gremios. Esto es UN AJUSTE, lo que hacen los gobiernos liberales, lo que hicieron desde el Ministerio de Economía personajes nefastos como Krieger Vasena, Rodrigo, o el mismísimo Domingo Cavallo, tocándole esta tarea hoy a un supuesto marxista (o ex) como Kicillof, que la historia le estará reservando el chistoso lugar de ¨ajustador de izquierda¨.
Un detalle no menor a destacar es que la dirigencia de los sindicatos acompañó, en líneas generales, la administración kirchnerista. El sostenimiento del paro y la movilización responde a que en las bases de los diferentes municipios de la provincia los docentes se están autoconvocando y presionando incluso por fuera de la estructura sindical, porque saben que sino la lucha puede ser entregada por la burocracia. Y como la lucha es por un ajuste al salario, la reacción masiva fue inmediata. Esta puja salarial tiene a su vez la importancia de ser la primera del año y por lo tanto clave también para el resto de la clase trabajadora, haciendo públicas a su vez las deficiencias del sistema educativo y las mentiras de la mal llamada ¨Década Ganada¨ kirchnerista. Los problemas de infraestructura escolar son alarmantes, mientras el Estado subsidia con los fondos públicos a la educación privada, pagando en muchos casos el 100% de los salarios del personal docente (muchas de estas escuelas pertenecientes a la Iglesia Católica). Negocio ideal, ese en el que el principal gasto del empresario escolar lo paga total o parcialmente el Estado.
Es inadmisible que se plantee que no hay dinero para aumento de salario -aumento que en realidad es reactualización a la inflación- a los empleados estatales cuando se pagaron alrededor de 180 mil millones de dólares de deuda externa en los últimos 10 años. Deuda ilegal, fraudulenta e ilegítima, que endeudó al pueblo argentino y no lo favoreció en nada, pero que sigue siendo pagada religiosamente. Cada uno podrá calcular con esa monstruosa cantidad de dinero todas las inversiones que el Estado podría haber realizado. Mientras tanto las multinacionales mineras siguen facturando y contaminando, se expande la sojización de la tierra, se le abren las puertas a Chevron y Monsanto y se indemniza a Repsol después de haber vaciado a YPF. Eso sí, cínicamente se les pide a los docentes ¨ser razonables¨. Esto habla a las claras de quienes son los favorecidos del modelo.
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