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Consideraciones políticas sobre la 68ª Asamblea General de la ONU

Fuentes: Rebelión

  La Organización de las Naciones Unidas con sede en Nueva York – Estados Unidos de Norteamérica, reunió a líderes del mundo, durante la 68ª Asamblea General a objeto de preparar el terreno de una agenda de desarrollo para después de 2015. Desde las intervenciones de los presidentes de El Salvador, Carlos Mauricio Funes, de […]


 

La Organización de las Naciones Unidas con sede en Nueva York – Estados Unidos de Norteamérica, reunió a líderes del mundo, durante la 68ª Asamblea General a objeto de preparar el terreno de una agenda de desarrollo para después de 2015.

Desde las intervenciones de los presidentes de El Salvador, Carlos Mauricio Funes, de los Estados Federados de Micronesia, Emanuel Mori, del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, el Rey de Suazilandia, Majestad Mswati III, del presidente de la Asamblea General de la ONU, John Ashe y de otros más, se nota que si bien el objeto principal del evento fue responder a la necesidad de crear acuerdos que lleven a los países participantes a plantear políticas públicas para incrementar esfuerzos y cumplir los objetivos del Milenios contra la pobreza y la exclusión, por razones obvias se acopló en cada uno de los participantes un espacio importante para explicar y dar juicios de valor sobre el casos de Siria y el papel de la ONU y países involucrados de manera directa o indirecta.

Este hecho último era de esperar, en razón a que realidades concretas a partir del 26 de agosto de 2013 fecha en que EE.UU hace conocer a la comunidad internacional el uso de armas químicas por el Gobierno de Siria y que en acuerdo con países aliados en Amán acuerdan una ofensiva militar contra el Gobierno de Siria. Estos acontecimientos, mas lo que vino a representar las decisiones de los cinco miembros permanentes de Consejo de Seguridad de la ONU, del Grupo de los 20 + reunidos el 6 de septiembre, unos en apoyo a los rebeldes y otros inclinados por las vías pacíficas de solución al conflicto y los acuerdos a los que llegaron Rusia y EE.UU en cuanto a la intención de Siria de someter sus arsenales químicos al control internacional a petición de Rusia, determinaron en cierta medida la necesidad para que la 68ª Asamblea General de la ONU aborde de manera propositiva el conflicto o Guerra Civil en Siria. Así la Asamblea General pudo hacer referencia a la amenaza de intervención militar a la Republica de Siria, el rol que desempeña el Consejo de Seguridad de la ONU y su composición, además de otros temas que tienen que ver con la vigencia real de la ONU en la intervención en asuntos internos que representen amenazas para la humanidad.

Sobre el conflicto en Siria, los líderes se cuidaron de no argumentar desde sus causas primeras, es decir que obviaron opinar en torno a las contradicciones políticas internas y disputas de poder de grupos y organizaciones políticas internas, y así el secretario General de la ONU Ban Ki-moon resaltó que «La única respuesta a la crisis en Siria pasa por un arreglo político».

Si la opinión mencionada intentase mantener un velo a toda intromisión en asuntos internos de Siria y no alterar la soberanía y las prácticas democráticas del pueblo Sirio, es entonces evidente que este arreglo político al que se refiere Ban Ki-Moon es un posicionamiento que busca incidir en la opinión a favor de las vías generadas en un acuerdo entre EE. UU y Rusia sobre el mismo que el presidente de Turquía, Abdullah Gül, dijo celebrar y al que Mariano Rajoy lo considero como dialogo político, curiosamente sin la intervención de los directamente involucrados.

En torno al conflicto en Siria los representantes mostraron plena oposición al uso y desarrollo de armas nucleares y al uso de armas químicas en Siria, en cierta manera con el respaldo material y moral de no ser países que desarrollan tecnología nuclear ni armas químicas. Contrariamente Barak Obama presidente de EE. UU llamó a la comunidad internacional a no permitir el uso de armas químicas en Siria, y lo dijo obviando mencionar (sin reparo ni arrepentimiento) que fue EE. UU. el Estado que usó la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki matando a más de 180 mil personas, que EE. UU junto a Rusia, China, Reino Unido y Francia están bajo el Tratado de No Proliferación de armas nucleares TNP y gozan de norma internacional que les permite desarrollar armas nucleares apoyados por el Consejo de Seguridad de la ONU, sobre todo vetando de manera interesada el desarrollo de tecnología y armas nucleares a Corea del Norte, Irán y a otros que la comunidad internacional estima que poseen armas nucleares, como son los estados de Pakistán, Israel, India y China.

Desde el caso concreto de Siria el presidente de Turquía como otros presidentes asistentes reconoció que el conflicto en el mencionado país es una amenaza para la Región, y en ese entendido Francia, país miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, a través de Francois Hollande manifestó imperativamente tener la predisposición de acabar con esta guerra, que para un buen entendedor supone acabar la guerra con la guerra misma, con la intervención militar. Al respecto sirve recordar que Cristina Fernández, presidenta de Argentina en contraposición al Consejo de Seguridad y algunos dogmas de guerra nacidos de las disertaciones de Mao Tse Tung sobre las guerras justas y las guerras injustas, afirmó que solo la paz es justa y ninguna guerra lo es. Bajo esta afirmación la guerra en Siria no será terminada con una visión de atención al conflicto desde la guerra, y solo será posible desde acciones de paz. Es mensaje que el Consejo de Seguridad debe recibir de la 68º Asamblea General es que «la paz se construye desde acciones de paz».

La 68ª Asamblea General de la ONU desde las disertaciones más progresistas posesionó la idea de lograr acuerdos empujados por los vientos de cambios originados en la acción política y transformadora de los pueblos en procesos de liberación anti-imperialista y anticolonialista. Ya no es válido ni productivo moverse bajo las previas negociaciones dirigidas y manejadas por el Imperio Norteamericano y por países que desde 1945 no pudieron trazas vías consistentes de convivencia pacífica, no respetaron los protocolos e ignoraron a lo largo de vigencia el respeto a la soberanía y la autodeterminación de los pueblos. En ese entendido la comunidad internacional desaprueba la gestión de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos).

El Consejo de Seguridad, para los pueblos anti-imperialistas está lejos de a) Fomentar relaciones de amistad entre las naciones; b) Cooperar en la solución de problemas internacionales y en el desarrollo del respeto a los derechos humanos; y c) Servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones. Estos son tres de los puntos mencionados como mandato de la Carta de las Naciones al Consejo de Seguridad. La observación al Consejo de Seguridad está también expuesta porque mientras la Carta de la Naciones considera una serie de pasos antes de llegar a un bloqueo o acción militar colectiva, el consejo las obvia.

En ese sentido la 68ª Asamblea General de las Naciones Unidas como instancias de voz de los pueblos expresados desde sus representantes exponen al Consejo de Seguridad consideraciones que son estructurales en unos casos y de forma en otros. Así se menciona que el CS se ha vuelto antifuncional y obsoleto (Cristina Fernández, Argentina), que se gasta dos millones de dólares por minuto en presupuesto de guerra (José Mujica, Uruguay), que la solución en Siria no es militar (Hasán Rohani, Iran), que el CS imponga responsabilidad para acabar con las prácticas ilegítimas de Israel (Tamim bin Hamad Al-Thani. Qatar), que haya reformas del CS con la inclusión como nuevos miembros permanentes a Brasil, Alemania Japón y la India (Sebastian Piñera, Chile). Al respecto solo resta esperar cual será la respuesta.

Finalmente a partir de la 68ª Asamblea General de las Naciones Unidas, la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el desarme químico en Siria es un mandato, la misma que a opinión de algunos países puede ser vinculante, es decir que además de justificar alguna intervención militar pueda servir para vetar a Corea del Norte, Irán y otros países que supuestamente desarrollan tecnología y armas nucleares, pero, está claro sin tocar a los cinco países miembros Permanentes del Consejo de Seguridad.

Es de análisis particular ver que tanto la resolución toma en cuenta las gestiones realizadas por Rusia y responde a la voluntad de parte del Gobierno Sirio para asumirla como la opción correcta mas toda imposición inconsulta.

Una resolución arbitraria que no considere la postura y la especificidad del caso Sirio, de su proceso de lucha y transformación autónoma puede afectar las relaciones entre los países involucrados de manera legal o bajo supuestos, es decir que no será prudente ir mas allá del mandato del la 68ª Asamblea General de las Naciones Unidas. [i]

Bolivia, Evo Morales y la 68ª Asamblea General de las Naciones Unidas .

El Estado Plurinacional de Bolivia es miembro de la Organización de la Naciones Unidas desde el 14 de noviembre de 1945 y fue miembro No Permanente del Consejo de Seguridad entre 1964 – 1965 y 1978 -1979. Actualmente son miembros No Permanentes los países de Argentina (2014), Australia (2014), Azerbaiyán (2013), Guatemala (2013), Luxemburgo (2014), Marruecos (2013), Pakistán (2013), República de Corea (2014), Rwanda (2014), y Togo (2013).

Muchos adherentes a la revolución bolivariana dirán que en la 68ª Asamblea General de las Naciones Unidas faltó la fuerza y convicción revolucionaria y anti-imperialista de Hugo Chávez, sin embargo fueron los presidentes con convicción bolivariana de la Patria Grande los encargados de llenar el vacio dejado por el líder de la revolución bolivariana.

Evo Morales, ajustando discurso a la preparación del terreno de una agenda de desarrollo para después de 2015, mencionó que en Bolivia hay un crecimiento de 4.05 % y que se estima para este año un crecimiento de 6 %. Hasta ahora se ha mejorado la situación económica del 10 % de la población empobrecida de Bolivia.

Informó que la tasa de alfabetismo va mas allá de los índices propuestos en los objetivos del milenio, que se alcanzó la meta a la cobertura de atención materna y se redujo la muerte materno – infantil. En cuanto a la dotación de agua potable con ayuda del BID dijo que en algunos municipios la cobertura llega al 100 %.

Acompañó a un conjunto de datos económicos, apreciaciones principistas de autodeterminación y soberanía que sustentan el desarrollo económico y político por el que atraviesa el Estado Plurinacional de Bolivia. Así dijo que los servicios básicos no pueden ser negociados por privados, es decir que no puede ser mercancía u objeto de lucro, que los hidrocarburos son de propiedad plena de los bolivianos y que toda utilidad es para el pueblo. Resalto el compromiso y participación de los movimientos sociales en el Gobierno y el trabajo que con ellos se realiza para lograr los objetivos de una agenda para cumplirse el 2015. La agenda tiene contenido revolucionario en el Estado Plurinacional por la forma participativa y el compromiso colectivo del conjunto social boliviano.

Sobre el tema marítimo dio datos sobre la invasión de 1879 y la violación a los tratados binacionales por parte de Chile.

En temas del ámbito internacional cuestionó que EE. UU. disponga de 267 mil millones de dólares en gastos militares cuando hay hermanos norteamericanos que no cuentan con educación, vivienda y servicios básicos, que hable de respeto a los derechos humanos mientras en sus bases militares del medio oriente se tortura, no se respeten las resoluciones de la NN UU con el pretexto de lucha contra el terrorismo y el narcotráfico.

EE. UU quiere salvar su crisis y la crisis del capitalismo con guerras, con intervenciones militares, cada bombardeo es para saquear a los pueblos, las guerras las financian potentados banqueros, empresas trasnacionales y por ello los gobernantes no pueden equivocarse al opinar sobre el conflicto de Siria.

Rechazó el armamento químico y las armas de destrucción masiva, al tiempo de rechazar el desarrollo de tecnología nuclear al servicio de la guerra imperialista. En cuanto a la democracia de Norteamérica dijo que esta fue desplazada por una plutocracia con intereses en la guerra. Mientras exista capitalismo e imperialismo no se dará la paz entre los pueblos.

Sobre la ONU en particular dijo debe cambiar de sede y en cuanto al presidente de Estado Unidos los pueblos deben constituir un Tribunal para abrir una demanda a Barak Obama, presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.

Apreciaciones pertinentes.

La deliberación en la Asamblea General para preparar el terreno de una agenda de desarrollo para después de 2015 , fue más amplia en los temas generados por el conflicto sirio fundamentalmente por la necesidad de reenfocar los objetivos del milenio, sin embargo debe quedar claro, y así lo entendieron los líderes del mundo, que el logro de los objetivos del milenio pasa por crear espacios de libre y pacífica convivencia, que las guerras son una agresión a la naturaleza humana y el obstáculo mas grande para el logro del bienestar de las mayorías desprotegidas, excluidas y explotadas del mundo.

Los objetivos del milenio podrán lograrse desde la creación de circunstancias favorables que resguarden la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, con principios que protejan a los estados en desarrollo industrial y social, y respalden los procesos revolucionarios de liberación anticolonialista y antiimperialista. Los objetivos del milenio será posible lograrlos si se retira de los pueblos perversas imposiciones de las potencias estatales sometidas a intereses y poderes transnacionales.

La Paz en todo sentido demanda democracia de los pueblos en respeto a su identidad y formas consuetudinarias, con respeto a sus formas ancestrales y naturales de democracia. Siempre será un error creer que la única forma de vivir en democracias es el viejo modelo liberal o el mencionado sistema plutocrático dominante en las relaciones de poder del Imperio Norteamericano.

Por último así como las tendencias de las relaciones es democratizar sus instituciones internas, es también evidente la necesidad de democratizar las organizaciones multilaterales, sobre todo escuchando y atendiendo las demandas expresadas por sus miembros en cuanto representen las voces legítimas de los pueblos.

  

 



[i] A la fecha del final de la redacción del presente artículo la Resolución de la ONU sobre Siria no fue oficialmente presentada.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.