Fomentar la agricultura, animar la industria y proteger el comercio son los tres importantes objetos que deben ocupar la atención» Manuel Belgrano Las economías regionales argentinas acusan un notable deterioro, en especial en el sector pequeño y mediano productor, ante ello… ¿Qué hacer? Nosotros, desde TECNICOOP, vimos y estudiamos esta propuesta desde hace muchos […]
Fomentar la agricultura, animar la industria y proteger el comercio son los tres importantes objetos que deben ocupar la atención»
Manuel Belgrano
Las economías regionales argentinas acusan un notable deterioro, en especial en el sector pequeño y mediano productor, ante ello… ¿Qué hacer?
Nosotros, desde TECNICOOP, vimos y estudiamos esta propuesta desde hace muchos años y hoy estamos más seguros que nunca en la posibilidad de organizar la producción con éxito construyendo otra economía, una economía que se desarrolle paralela y sea una economía contestataria a la economía capitalista que atraviesa su etapa financiera.
El mercado, oferta y demanda, esas enormes categorías económicas de ficción, creadas por los teóricos mercantiles debe ser superado y debe serlo contestando sus falacias, sus mentiras y sus triquiñuelas monopólicas engarzadas a corporaciones globales de dominación deben ser socavadas por otra economía que gane el calor popular y humano: La economía cooperativizada.
Otra economía es posible y deseable. Debe emerger de lo profundo del interior del país, desde sus productores, esos seres cansados del manoseo permanente, que sin embargo, serían capaces de hacer que la labranza abra nuevos surcos para una siembra con gusto a justicia social en su cosecha de sol naciente de lo nuevo y justo, cooperativo, karajo.
Allí está la gesta chacarera que significó el Grito de Alcorta de 1912, la gran huelga contestataria que conmovió el mundo rural argentino dominado por latifundistas expoliadores aquel 25 de junio que se extendió por 4 meses y comprendió a miles de colonos de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires.
Aquello fue producto de una situación explosiva que, efectivamente explotó porque la acción de agobiar y someter a los pequeños productores las oligarquías ligadas a los importadores y exportadores con sus maniobras de baja de precios, sumiendo en la miseria a éstos, es muy conocido.
Comprendieron los chacareros que aquella disputa era eminentemente política e ideológica por lo tanto se dieron a la tarea de construir una herramienta para representar y defender sus auténticos intereses: La Federación Agraria Argentina, fundada en Rosario-Santa Fe, el 15 de agosto de 1912, instrumento con la que se impulsó un cambio formidable en la ruralidad argentina. Este hecho histórico evidencia que otra economía es posible.
Modo de Producción cooperativizada
Siendo el cooperativismo un sistema socio-económico con método y doctrinas propias, nacida, precisamente, como reacción a las condiciones de brutalidad social a la que sometió a las grandes mayorías el capitalismo industrial en Inglaterra, cabe preguntarnos: ¿Por qué no impulsar con vigor necesario la construcción de otra economía paralela, contestataria y cooperativa.
¿Por qué contestataria?
Porque el modelo de producción neoliberal capitalista lleva al mundo hacia su propia destrucción. La economía neoliberal capitalista nos empuja a desarrollar otra economía porque de otro modo sucumbiríamos como especie y la naturaleza con nosotros.
A pesar de todo, sin embargo, es posible desarrollar esa otra economía en perfecta armonía porque el cooperativismo es un sistema carente de agresión. Allí radica su posibilidad cierta y concreta de articular una alianza estratégica con los Estados que pudieran asumir políticas publicas favorables a planes y proyectos que instauren el modelo productivo cooperativizado.
A nadie puede sorprender que sin el concurso de los decisores políticos del Estado no sea posible tal anhelo. El caso de la Provincia de Formosa que posee instituciones públicas estratégicas como lo son los Municipios, la Subsecretaría de Economía Social, PAIPPA, Ministerio de agricultura, Subsecretaria de Desarrollo Rural Territorial y otros, que pudieran asumir cambios significativos en sus esquemas de pensamientos y acción que implicaran una adhesión decidida para apoyar el desarrollo de otra economía, basada en el modo de producción cooperativizada.
Nosotros, miembros de TECNICOOP lo sabemos más que suficientemente porque estuvimos en el proceso del Plan estratégico provincial en el que llevamos adelante el Capitulo Cooperativo Educativo Productivo con éxito.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!
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