Solamente Dios puede doblegar la voluntad del fascismo, los hombres y las cosas, jamás.
Benito Mussolini
No me gustan los anglicismos, debemos tener nuestras propias rutas epistémicas y conceptuales; sin embargo, su uso cotidiano y la difusión mediática hacen de ello una labor extenuante. Ya es común hablar de Fake News (incluso utilicé el término en una columna para este medio) y de Infodemia, ambos neologismos de origen inglés, las Fake News son noticias falsas y su difusión descontrolada, generalmente en redes virtuales y aplicaciones de telefonía celular; la Infodemia es la saturación de noticias, falsas o no, lo cual genera un agotamiento intelectual y por ende, se toman como reales, no se profundiza en su lectura, sólo se viraliza.
En México hemos sido testigos de cómo se llevan a cabo campañas mediáticas de manipulación y desinformación en cuatro diferentes momentos, pero contra un solo protagonista: López Obrador. La primera se desarrolló en la coyuntura electoral del 2006, la cual podemos nombrar como la campaña del Peligro para la nación; la segunda en 2012, donde se presentó a Obrador como un viejo loco que busca el poder per se. En enero de 2018 se creó el discurso de Guerra fría, poniendo al candidato por la alianza Juntos haremos historia en las coordenadas de la Unión Soviética. En sorna él mismo se nombró Andrésmanuelovich; este discurso de Guerra fría también conocido como Macartismo se ha enconado en 2020 por un sector de la ultraderecha y la derecha católica más rancia.
Propagar falsedades, imágenes descontextualizadas o intervenidas y comparaciones delirantes con personajes históricos oscuros, no es una casualidad, es una estrategia. En la actual coyuntura, esta campaña sucia y de odio se ha recrudecido, veamos: entre el 17 y el 22 de septiembre de este 2020, se ha recurrido al uso discursivo de una falsa represión al libre derecho de manifestación de los integrantes de este grupo denominado Frente Nacional Anti AMLO, mejor conocido por su acrónimo como FRENNA. Entre sus estrategias mediáticas está la difusión de una imagen francamente obtusa, en la cual se compara a Andrés Manuel López Obrador con Gustavo Díaz Ordaz. La imagen tiene la foto de los manifestantes, angulada para dar la idea de un grupo muy numeroso frente a la policía capitalina, muy abajo un cintillo: Esto es para lo único que sirvió la Guardia Nacional.
La imagen se prestó para la burla y la sorna en redes, pero hay que tener cuidado; cuando muchos idiotas se reúnen pueden ser peligrosos, sino veamos el espejo brasileño. El FRENAA y su líder, Gilberto Lozano, no son más que el ariete visible de un plan más profundo. En esta organización, si es que puede llamarse así, se están agrupando la gente con menos desarrollo político, son la lumpen que tanto le funciona a los fascistas y a los golpistas. Gente pobre, católica militante, llenos de información falsa gritan ante cámaras su odio contra un presidente legal y legítimamente elegido. Sólo alguien con profunda ignorancia podría pensar que López Obrador es un agente del comunismo, un comunismo sin patria, la URSS desapareció en 1992; sin embargo, el pensamiento de Cristianismo Sí, Comunismo No, se quedó impregnado en el imaginario de esta derecha católica.
En política no hay casualidades, por un lado, vemos a esta lumpen que incluso abandona la protesta para dejar sólo casas de campaña en representación, se ha observado en algunos videos subidos en Twitter a una señora de la tercera edad con la playera de la selección mexicana buscando gente que apoye la acampada. En el otro extremo del privilegio, hemos visto desde la semana pasada a esta élite de la derecha trabajando para provocar una gran inestabilidad en el actual gobierno de México.
Esta derecha más sofisticada, trata de agrupar a un sector intelectual y académico convencido de que López Obrador es un peligro para la democracia. Privilegiados de las administraciones del PRI y el PAN, como Enrique Krauze y Aguilar Camín, lanzaron un desplegado llamado En defensa de la libertad de expresión, a la cual se han adherido algunos intelectuales, escritores, ex becarios de baja monta, firmando un documento en el cual se responsabiliza al jefe del ejecutivo como quien “asfixia la democracia”. ¡Qué lástima y tristeza ver tu nombre ahí, Javier Sicilia!
En todo este teatro de operaciones vemos que en otras élites, las políticas han empezado a preparar el camino de las elecciones intermedias y eso incluye encumbrar el “liderazgo” dentro del sistema de partidos opositores a la 4T; son los relevos protagónicos como última pieza. En este rubro tenemos en la lucha nuevamente a Calderón contra la resurrección de Ricardo Anaya. Septiembre marcó el gran fracaso de Calderón, pronto veremos a muchos tratar de evitar morir en el naufragio del calderonismo: Fracasó el registro de México Libre y el tiro de gracia fue el que le propinó el libro “Felipe, el obscuro” de Olga Wornart, del cual salió muy mal parado; esto sin dejar de tomar en cuenta el riesgo que le representa el encierro de García Luna en EE.UU.
En ese sentido nada es casual, un grupo importante del panismo y la derecha partidista alista a quien será su nuevo representante: Ricardo Anaya. Así el tablero político
Para resumir, el FRENAAA será el punto de partida para buscar el choque directo, los intelectuales están generando las condiciones ideológicas muy al estilo de Emilio Uranga durante el movimiento del 68, para dotar de legitimidad a este movimiento lumpen; por último, la búsqueda de un liderazgo que encabece la oposición partidista, mientras se lleve a cabo un golpe de Estado jurídico mediante los partidos de Acción Nacional y Movimiento Ciudadano.
Ante este escenario nada prometedor, ¿Qué hacer desde la izquierda? ¿Para dónde ir? Debemos dejar de adular, alejar a los aplaudidores, ser críticos, estudiar la política interna más allá de militancias partidistas, revisar nuestras alianzas y aprender de otras experiencias latinoamericanas, entre otras tareas. Es fundamental empezar a prepararnos y organizarnos, el futuro real de la democracia en México será en las calles y será contra el fascismo.