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Enfoques cooperativos

Cooperativismo, antídoto contra la reproducción de desigualdades sociales en las aulas

Fuentes: Rebelión

«Mejorando el entorno se mejora al hombre»Robert Owen Abrimos aquí una síntesis comentada sobre cuatro investigaciones socioeducativas, tomando en primera instancia la indagación realizada sobre el «Programa Joven de Inclusión Socio-educativa» por Natalia Fattore, Gabriela Bernardi y equipo de la Facultad de Humanidades y Artes (UNR) Argentina. Enmarcados en el cursado Pos-título de Especialización Docente […]

«Mejorando el entorno se mejora al hombre»
Robert Owen

Abrimos aquí una síntesis comentada sobre cuatro investigaciones socioeducativas, tomando en primera instancia la indagación realizada sobre el «Programa Joven de Inclusión Socio-educativa» por Natalia Fattore, Gabriela Bernardi y equipo de la Facultad de Humanidades y Artes (UNR) Argentina. Enmarcados en el cursado Pos-título de Especialización Docente en Socioeducativa dictada desde el Ministerio de Educación de la Nación, fortalecidos con la tutoría de Eduardo Calvo.

Empoderados, pues, con los valiosos conocimientos del módulo correspondiente a «Investigación y Políticas Socioeducativas» revisamos limitadamente las líneas más significativas, apreciamos sus aportes e ideas fundamentales, realizando, en consecuencia, un análisis y apuntes basados en afirmaciones de un pensador afín a nuestra visión y apoyados en nuestra concepción cooperativa.

Exponemos dos párrafos para adentrarnos en el trabajo en estudio: «Las investigaciones interrogan la realidad, elaboran preguntas y construyen problemas a partir de los cuales se proponen avanzar en la producción de conocimientos. Por lo general, se preguntan sobre las áreas de vacancia, es decir, sobre temas/problemas que aún no se han investigado o sobre realidades que por diferentes razones despiertan en la ‘sociedad’ un particular interés por conocerlas».

  «Las preguntas ‘implicadas’ en la investigación refieren al conocimiento de algunas propuestas socioeducativas que contribuyen al propósito de potenciar y ampliar las oportunidades educativas de los adolescentes, en la búsqueda de asegurar el derecho a la educación de toda la población».

Las investigadoras refieren de su pesquisa sobre el «Programa Joven de Inclusión Socioeducativa» que «Se espera que el conocimiento que proporcione este estudio, junto al resto de los estudios de la serie, contribuya a la evaluación de alternativas de políticas públicas tendientes a garantizar el derecho a la educación de todos los adolescentes y jóvenes que habitan los grandes centros urbanos y a promover nuevas miradas sobre los itinerarios escolares y el sentido de la educación secundaria en nuestro país».

  «La propuesta del Programa se configura en torno a un conjunto de actividades realizadas por fuera de los ámbitos escolares, teniendo como uno de sus objetivos la reinserción en estos últimos. En sus orígenes, el Programa tuvo un objetivo claro ligado a garantizar la ‘vuelta a la escuela’. Este objetivo fue cambiando a lo largo del tiempo de funcionamiento del Programa. La incorporación al mismo de jóvenes provenientes de sectores sociales castigados por las políticas neoliberales es identificada por los agentes como uno de los aspectos a partir de los cuales se modifica el objetivo propuesto».

Surgen, en verdad interrogantes. El educando se encuentra fastidiado, confundido, enojado, pues no comprende la marginalidad. Es el momento de proveerle de herramientas conceptuales que le ayuden a comprender lo que es esquivo a simple vista.

A nuestro juicio, es en este contexto educativo alternativo donde hace anclaje fuertemente lo que se conoce como «curriculum oculto» (Jurjo Torres Santome-1998).

  «Las relaciones específicas de poder que existen en cada sociedad tienen una prolongación en el sistema educativo. En él los distintos intereses van a tratar de hacerse valer, de alcanzar algún grado de legitimidad, pero también las contradicciones que día a día generan los modelos de relaciones laborales e intercambio, la producción cultural y el debate político van a tener algún reflejo en las instituciones y aulas escolares». J. Torres Santome.

  «Los proyectos curriculares, los contenidos de la enseñanza, los materiales didácticos, los modelos organizativos de los colegios e institutos, las conductas del alumnado y del profesorado, etc., no son algo que podamos contemplar como cuestiones técnicas y neutrales, al margen de las ideologías y de lo que sucede en otras dimensiones de la sociedad, tales como la económica, cultural y política. Al contrario, gran parte de las decisiones que se toman en el ámbito educativo y de los comportamientos que aquí se producen están condicionados o mediados por acontecimientos y peculiaridades de esas otras esferas de la sociedad y alcanzan su significado desde una perspectiva de análisis que tenga en cuenta esa intercomunicación». J. Torres Santome.

De tal manera, el «curriculum oculto» es aquel que no es objeto de Planificación alguna, sino que se da, se desenvuelve, de manera natural, en la organización y el funcionamiento de una entidad educativa porque tiene que ver con las normativas, pero fundamentalmente con las costumbres, hábitos, simbolismos, lenguajes y creencias que reproducen las desigualdades sociales en las aulas a los propios educandos «provenientes de sectores sociales castigados por las políticas neoliberales».

Adquiridas por imperio de la repetición inconsciente de esos hábitos -inoculados- precisamente, a partir de sus relaciones familiares y sociales quienes reproducen y difunden esos verdaderos vicios actitudinales.

A la luz de la investigación educativa se requiere de métodos alternativos para «la vuelta al aula», naturalmente que para nosotros debe ser un aula con otra lógica de quienes intervienen.   Es en este punto donde el  Cooperativismo, aparece como el antídoto contra la reproducción de desigualdades sociales en las aulas.

Las prácticas didácticas cooperativas, basadas en nuestra propuesta pedagógica, son cardinalmente actividades teóricos-prácticas que están elaboradas y plasmadas en Planificaciones para socavar el individualismo, la mezquindad y toda actitud competitiva.

Y lo están de esa manera intencional-las prácticas didácticas cooperativas-toda vez que es imposible generar ambientes propicios para la cooperación educacional sin develar la procedencia dañina de esos subvalores.

Simplemente no fructificarían donde se reproduzcan hábitos, costumbres y conductas personalistas, dado que chocan frontalmente con la funcionalidad del trabajo en equipos, de los debates, de las discusiones abiertas y de las críticas a esas perjudiciales maneras de comportamientos, que son imprescindibles encararlas para deshacerse de tales hábitos individualistas.

Claramente estamos planteando la reconstrucción de otra cultura, de otro tipo de relación social, primordialmente en el plano educativo.

En concreto, las prácticas didácticas cooperativas implican una contienda cultural que es histórica y no un trayecto educativo alternativo para una utopía bella, pero neutra.

Recordemos, la primera batalla de la Educación fue contra el analfabetismo. Ahora la Educación debe ser, necesariamente, emancipadora.

El Cooperativismo Educacional, reflejo del accionar de la empresa cooperativa materializada en el acto cooperativo como célula madre de una economía y sociedad de producción y distribución proporcional, tiende a desarmar la expoliación y sus secuelas, reemplazándolas por la cooperación, forma superior de relaciones.

  ¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!  

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.