Recomiendo:
0

Crear dos, tres… muchos Stefani, es la consigna

Fuentes: Rebelión

¿Acaso muchos argentinos se enteraron a tiempo y en su lugar que en la neuquina Cutral Có se realizó el último 4 de julio un referéndum donde poco más de 26 mil cutralquenses debían votar si querían o no la expropiación y estatización de la fábrica Stefani? A la luz del resultado que se obtuvo […]

¿Acaso muchos argentinos se enteraron a tiempo y en su lugar que en la neuquina Cutral Có se realizó el último 4 de julio un referéndum donde poco más de 26 mil cutralquenses debían votar si querían o no la expropiación y estatización de la fábrica Stefani? A la luz del resultado que se obtuvo en ese primer plebiscito que se realizó en la historia de Cutral Có y tomando en cuenta que algo más de 5 mil hombres y mujeres que viven en esa ciudad petrolera por excelencia de Neuquén fueron a votar y dijeron SÍ a la continuidad de la única fábrica de ladrillos huecos que existe en la provincia ¿acaso los medios nacionales, e incluso los locales y regionales, sacaron conclusiones de este hecho político que realmente fue y sigue siendo un ejemplo de lucha y resistencia en un país donde las fuentes de trabajo no abundan y donde, de la noche a la mañana, funcionarios, políticos, empresarios y burócratas deciden el cierre, traslado o suspensión de las actividades en fábricas que dan de comer a miles de familias argentinas, estén donde estén y vivan donde vivan? A tanta desinformación interesada y ninguneo de los que tienen que leer políticamente un hecho que no puede, ni debe, pasar inadvertido para el momento histórico que transita el pueblo argentino -viva donde viva y estemos donde estemos- intenta responder esta nota de opinión.

Hagamos un poco de historia: el 28 de diciembre del año pasado, los directivos de la empresa Stefani abandonaban la planta de Cutral Có aduciendo una crisis financiera que nunca fue probada, a pesar de los reiterados pedidos de los 60 obreros que trabajan allí para acceder a los libros contables de la fábrica. Los únicos documentos que accedieron a presentar en ese momento fueron una serie de planillas donde, por ejemplo, triplicaban el precio real en gastos de arcilla. «Fue un informe absolutamente inflado que intentaba justificar una crisis que en la empresa no existe» declaró públicamente Mariano Pedrero, quien como abogado del Sindicato Ceramista de Neuquén continúa defendiendo los intereses de los obreros allí en Cutral Có.

Así fue el fin de año 2009 para los laburantes de Stefani: cortando la ruta nacional 22 que pasa frente a la puerta de su fábrica, repartiendo panfletos y folletos informando acerca de su situación, recibiendo solidaridad obrera y estudiantil, de Neuquén y del país y alimentando su esperanza en una olla popular que nunca estuvo sola.

Mientras tanto, intentando buscar todas las maneras para destrabar el conflicto y cobrar los salarios que hasta el día de hoy desde noviembre del ´09 nunca la patronal efectivizó, los delegados obreros asistieron a más de una veintena de reuniones y audiencias en la Secretaría de Trabajo provincial. Allí el abogado de Stefani, de nombre Tropeano -un hombre fuertemente ligado al gobierno provincial del Movimiento Popular Neuquino- las pocas veces que asistió -incluso en una oportunidad el gerente de la planta tuvo que ser llevado a la secretaría por la fuerza pública luego que el Ministerio de Trabajo declarara «en rebeldía» a la patronal- tenía un solo discurso que no disimuló nunca el objetivo de dilatar el conflicto: que los trabajadores regresen a sus puestos y recién entonces se aceptaría tratar el pago de la deuda. Los ceramistas a esa postura le contestaron con mayor movilización, redoblando su exigencia de pago inmediato de los salarios adeudados junto a la vuelta a la fábrica sin la pérdida de ningún puesto de trabajo.

La postura de los hermanos Stefani no fue ni sigue siendo para nada sorprendente. Y es que ellos encabezan una empresa que invirtió importantes recursos para instalarse en la provincia de Neuquén a cambio del permiso para extraer la arcilla necesaria para su producción pero la verdad es que esa misma firma fue arrastrada por la convocatoria de un grupo importante de acreedores de la planta que los mismos Stefani tienen en la provincia de Buenos Aires. Y es hacia allí y ningún otro lado que se destinaban las ganancias que la planta de Cutral Có generaba. Para colmo, el gobierno emepenista de Jorge Augusto Sapag ha ofrecido en estos últimos nueve meses todo tipo de beneficios para los Stefani: condonaciones de deuda impositiva e incluso hasta el saneamiento de los servicios energéticos de la fábrica, clave para toda planta que elabore cerámicos. Y fue en ese momento que nuevamente el abogado obrero Mariano Pedrero volvía a poner la decisión de los ceramistas en su justa medida: «la patronal está buscando romper la unidad de los trabajadores, bajar o anular el salario y por esa vía, quebrar el sindicato ceramista». Pero no lo lograron. El efecto búmerang fue inmediato y se hizo sentir.

Las 60 familias de los obreros de Stefani, abandonados y dejados a la deriva por sus empleadores pero también por sus representantes políticos y sociales -comenzando por el intendente Ramón Ríoseco y los concejales del Deliberante cutralquense, a más de la gobernación y sus funcionarios más importantes encabezados por el propio gobernador Sapag y la misma «unión industrial a la neuquina» enrolados en ACIPAN- decidieron tomar la historia en sus manos. Así, en marzo de este año, decidieron presentar un proyecto de ordenanza acompañado por 2.480 firmas que exigían la estatización de Stefani, el cual fue desechado por el Deliberante local por considerarlo «inviable». De los ocho puntos que tenía esa propuesta, los ediles solo aceptaron abrirle la puerta a la posibilidad de la iniciativa popular que, de cumplimentar una cantidad importante de firmas que la avalen, exigía la realización de un plebiscito o referéndum popular, algo que nunca se había llegado a realizar en la historia social y política de Cutral Có. Y contra todos los pronósticos en contra -desde la intendencia y el propio Deliberante no se ayudó absolutamente en nada para que esa posibilidad «institucional y democrática» se concrete; es más, la tiraron al bombo desde el primer momento, sin ningún tipo de disimulo público ante cualquier micrófono que se le acercara-, habilitado el registro de firmas los obreros de Stefani lograron 3.047 personas que exigían el referéndum. Eso fue en abril y la fecha de realización del mismo se fijó para el 4 de julio de este año.

La «trampa» de los que nunca quisieron la expropiación y estatización de Stefani -e incluso me arriesgo a decir que ni siquiera tampoco, por lo menos en lo que nunca movieron ni un solo dedo, a la propia reapertura y puesta en marcha de la fábrica, dejando a 60 familias librados directamente al fantasma crudo y terrible de la desocupación- tenía una fórmula bien clara: se votaría por el SÍ o NO a la expropiación de la fábrica en un padrón de algo más de 26 mil habitantes habilitados, de los cuales deberían concurrir exactamente 13.021 vecinos y vecinas -el 50 por ciento del total- y de los cuales, para que el resultado sea vinculante, la opción mayoritaria debía sumar el 50 por ciento más uno, es decir 6.511 votantes. Una verdadera locura, si se toma en cuenta que en la última elección a intendente, la suma total de votos ni arañó la mitad del padrón electoral y en la cual el actual intendente Ríoseco fue elegido con poco más de 4.600 vecinos que sufragaron a favor de la fórmula que él encabezaba en la boleta de la Concertación Neuquina para la Victoria, un frente donde confluyeron radicales, peronistas y frentegrandistas de la provincia.

Pero ya les había dicho que los obreros, más allá de las reuniones e incluso de las movilizaciones públicas, que incluyeron festivales y actos públicos en diferentes lugares de la provincia y del país apoyando su lucha, habían aprendido la lección de sus pares de la Fábrica Sin Patrones – FASINPAT, la ex Cerámica Zanón, expropiada luego de 8 años por la Legislatura Provincial el 12 de agosto del año pasado. Así fue que, al igual que en octubre del 2000 lo hicieron los 271 obreros y obreras de Zanón, esta vez 60 obreras y obreros ceramistas de Stefani decidieron dar un paso importantísimo en defensa de su fuente de trabajo y hace apenas poco más de dos meses atrás, nos informaron a todos de la siguiente resolución tomada democráticamente por asamblea obrera: «… Los gobiernos provincial y municipal se han mantenido impotentes de generar una solución a nuestro conflicto. Destinan millones a empresarios como los hermanos Stefani, que no han podido demostrar la crisis que dicen tener… porque en la realidad no la tienen. No tienen balances contables desde hace 6 años, ni siquiera una cuenta bancaria a su nombre. Se roban la escasa agua potable de nuestra ciudad como así nuestros aportes de obra social, jubilatoria y nuestros salarios. Por todo esto hemos definido en asamblea que en el día de hoy, los trabajadores podremos en producción la fábrica, porque hace 6 meses esta patronal intenta quebrarnos, jugando con el hambre de nuestros hijos y esposas». El calendario de la historia en Cutral Có marcaba 20 de mayo de 2010. Y hasta hoy los hornos de Stefani no dejan de sacar de su interior metros y metros cuadrados de ladrillos huecos, realizados bajo gestión obrera, libre y democrática.

Tomando en cuenta la importancia de este paso dado, es importante rescatar lo expresado al día siguiente de la puesta en marcha de Stefani por los propios ceramistas de Cutral Có: «…hoy dijimos basta de esperar. La patronal sigue con su conducta intransigente y sin concurrir a las audiencias. El gobierno provincial y municipal no proponen una salida para que la fábrica se reabra. La comunidad en Cutral Co y Plaza Huincul sabemos lo que significa que un trabajador pierda su trabajo. Ya lo vimos con YPF. Por eso ayer las máquinas comenzaron nuevamente a producir ladrillos huecos. Los obreros y obreras de Stefani no vamos a dejar que la fábrica se transforme en un galpón vacío, en un cementerio de chatarra. Largamos la producción porque no nos queda otra alternativa. Porque queremos TRABAJAR y ganar nuestro sueldo. En una asamblea y rodeados de centenares de trabajadores, de vecinos, de organizaciones solidarias, decidimos poner en marcha la fábrica bajo control obrero. Que vuelva a producir los cerámicos que tanta falta hacen a las miles de familias que no tienen vivienda. Estamos decididos a pelear por nuestros puestos de trabajo y hoy (x ayer) fue un día histórico en el que el ruido de las máquinas en marcha nos cambió el ánimo.

La última parada de esta historia se cumplió el domingo 4 de julio pasado, donde a pesar de la amargura popular por el 0 a 4 que sufrimos al mediodía del sábado inmediato anterior y un día de perros climáticamente hablando -muy patagónico para los que vivimos por estas tierras del Sur- decenas de vecinos acudieron a las escuelas habilitadas para el «referéndum por los obreros y obreras de Stefani», como muchos identificaban a esa obligación que era más social y de solidaridad de clase con su gente, ya que no había obligatoriedad para hacerlo. Y los medios y las «instituciones» públicas tampoco informaban casi nada del mismo, jugando abiertamente a favor del fracaso de la convocatoria de los trabajadores que lo único que buscaban era un SÍ a la dignidad. Así de simple era la cosa.

Tomen nota de los resultados, por si nunca se los dijeron: 5.008 vecinos votaron por SI y apenas 46 por el NO. En blanco hubo un solo voto, 3 fueron nulos y otros 4 fueron recurridos. Si bien la cantidad de cutralquenses que apoyaron a sus obreros fue muy importante, era claro que no se había llegado a la cantidad suficiente para que ese resultado fuera vinculante para los ediles de la ciudad. Pero otra vez los mismos ceramistas nos alumbran con su verdad a través de su documento público luego del primer domingo de julio: «Los resultados del referéndum arrojaron una clara derrota del intendente Ríoseco y los concejales que llamaron a no votar y a votar por el NO al proyecto de expropiación sin pago y estatización bajo control obrero de la principal fábrica de ladrillos huecos de la provincia. Los 5008 vecinos que votaron por SI significan una clara victoria de los que luchamos por el trabajo genuino». Para luego advertir muy oportunamente que «Los voceros del gobierno, y sus amigos en los medios, intentan desestimar esta expresión contundente de voluntad popular argumentando que poca gente fue a votar. Si de legitimidad se trata recordamos a la población que el partido que gobierna Cutral Có (Concertación Neuquina para la Victoria) solo obtuvo en las últimas elecciones 4.621 votos. Es decir, que ningún concejal del municipio, a pesar de los millones que gastan en sus campañas, de las prebendas y de ser elecciones obligatorias, tiene más votos que los obreros de Stefani en las elecciones no obligatorias del reciente referéndum». El mismo documento culmina de la siguiente manera: «… Este es el respaldo que sentimos del pueblo de Cutral Có. Y con esta renovada fuerza vamos a exigir que las autoridades debatan nuestro proyecto de expropiación para que 60 familias no perdamos el puesto de trabajo y que se cierre una fabrica que produce los cerámicos necesarios para las viviendas, las escuelas y los hospitales que la población necesita. Agradecemos una vez más a la comunidad de Cutral Co y los convocamos a seguir apoyando nuestra lucha».

Por todo lo expuesto, el título de esta nota se lo pedimos prestado a Ernesto Che Guevara, cambiándole la frase que este grande de América Latina y la humanidad toda pronunció en 1967 en su Mensaje a los Pueblos del mundo a través de la Tricontinental», solo que cambiamos el lugar y pusimos a Stefani por Vietnam, acompañado por otra frase de José Martí que dice «Es la hora de los hornos y no se ha de ver más que la luz».

Y esa luz, la que nos sigue llegando de Cutral Có a todos los que estamos atentos a las experiencias de nuestro pueblo, no tengo ninguna duda que, de estar vivos, hubiera sido apoyada incondicionalmente tanto por el obispo neuquino Jaime Francisco de Nevares, como por el Padre platense Carlos Cajade. Y también, que duda cabe, por otro inolvidable Cura del Pueblo: Carlos Mugica. Y desde su Córdoba revolucionaria por el lucifuercista Agustín Tosco. Y René Salamanca, Roberto Santucho, el Paco Urondo, Rodolfo Walsh, Haroldo Conti y el brillante irlandés Patrick Rice, quien se fue hace muy pocos días. Pero tampoco me quiero olvidar de grandes de la historia argentina que también hubieran votado por el SI a Stefani el pasado 4 de julio: José Font, más conocido como Facón Grande en la Patagonia Rebelde de 1921, como el irremplazable Antonio Soto Canalejo, nuestro querido Gallego Soto de Río Gallegos y la chilena Punta Arenas. Y el joven justiciero Simón Radowitzky se hubiera escapado nuevamente venido del penal de Ushuaia para votar en Cutral Có. Seguro…Y si nos vamos más a la Historia Grande de América Latina, el inmenso Augusto Sandino, nuestro Che Guevara, Camilo Torres y el unicornio de Roque Dalton, no tengo ninguna duda que no solo hubieran ido a votar por el SÍ a los obreros de Stefani sino que también se hubieran sumado a la olla popular frente a la fábrica, hoy puesta nuevamente a producir x sus 60 Compañeros y Compañeras ceramistas. Porque así como Zanón sigue siendo el camino a seguir para el Hombre Nuevo que nos sigue cantando Daniel Viglietti, Stefani está en la misma senda. Porque «la senda está marcada…» (termínenla Ustedes si saben la canción y sino, pregúntenle a algún Compañero que seguro les va a decir cómo termina…).

… ¿termina?

Los que pusieron el cuerpo, entre muchos

En la corta pero muy efectiva «campaña electoral» que se llevó a cabo en Cutral Có desde el mismo momento que se llamó al plebiscito del 4 de julio pasado, mucha gente puso el cuerpo, recorriendo casa por casa de los barrios de la ciudad petrolera y su vecina Plaza Huincul, lugar donde cayó asesinada por las balas de la policía de Neuquén la trabajadora doméstica Teresa Rodríguez (25 años), un 12 de abril de 1997, en una de las jornadas del llamado segundo Cutralcazo.

Y uno los barrios donde se habló mano a mano con la gente en Cutral Có también fue donde nació y vivió apenas 18 años el soldadito Omar Octavio Carrasco, asesinado en un cuartel del Ejército Argentino, el 161 de Montaña de Zapala, un 6 de marzo de 1994.

Pero en esta nota quisiera dejar registrado algunos especiales reconocimientos. No solo por responder a gente «más conocida», sino por el valor que tiene haber puesto el cuerpo en una causa como la lucha de los obreros de Stefani.

Por eso un gran abrazo al arquerito de River Plate, el Chino Daniel Vega, nacido y criado en el mismo pueblo donde los obreros buscaron el SÍ de sus vecinos. También por el mensaje grabado en Buenos Aires por el conductor y animador televisivo y radial de Coronel Suárez que se llama Alejandro Wiebe, más conocido como Marley. Y desde la misma capital porteña también el mensaje de apoyo del periodista deportivo Osvaldo Principi.

Y también creo muy justo reconocer públicamente al trabajo militante, poniendo el cuerpo desde que se inició el conflicto, que realizaron los Compañeros y Compañeras del PTS (Partido de los Trabajadores Socialistas), caminando al lado de los obreros de Stefani y respetando una a una de las decisiones por ellos tomadas en las asambleas donde, paso a paso, hicieron que el conflicto entrara en la piel de los vecinos de Cutral Có y toda la gente de Neuquén y Río Negro, además de intentar hacer nacional la lucha de los ceramistas neuquinos.

Finalmente, también le debemos dar un reconocimiento a la Comisión de Mujeres de Stefani, quienes desde dentro de la fábrica o al lado de su Compañero de vida ganaron la calle y rabiosamente defendieron a sus maridos, luchando por el futuro de sus hijos. Porque esas mujeres, allí en Cutral Có, al igual que las de Zanón en Centenario y en Neuquén capital, han entrado a la Historia por la puerta grande de la dignidad y la valentía.

 

Elio Brat, desde Neuquén capital, a 110 kilómetros de la fábrica Stefani