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Luces sobre Bolivia

Crece la rebelión popular y el golpe de Estado puede ser derrotado

Fuentes: Rebelión

«Todo golpe tendrá siempre su contragolpe revolucionario» Comandante Hugo Chávez.   El golpe clasista, imperialista y enemigo del socialismo puede derrotarse. En los últimos días, asistimos al ascenso de la organización popular. Indígenas, campesinos, cocaleros, mineros, obreros, maestros, trabajadores de las ciudades, del pueblo alteño y su enorme legado de luchas anticolonialistas y anti-imperialistas no […]

«Todo golpe tendrá siempre su contragolpe revolucionario»

Comandante Hugo Chávez.

 

El golpe clasista, imperialista y enemigo del socialismo puede derrotarse.

En los últimos días, asistimos al ascenso de la organización popular. Indígenas, campesinos, cocaleros, mineros, obreros, maestros, trabajadores de las ciudades, del pueblo alteño y su enorme legado de luchas anticolonialistas y anti-imperialistas no ha hecho sino crecer.

Su inmensa experiencia de movilizaciones, manifestaciones y bloqueos se ha puesto a gran velocidad en estado práctico. Las ciudades de El Alto, La Paz, Cochabamba, ya dan muestras de los impactos de los bloqueos populares contra el golpe de Estado. Empiezan a escasear los alimentos, así como el diésel y la gasolina. La lucha de clases en Bolivia se agudiza.

Los históricos bloqueos a las infraestructuras de comunicación y transporte, arma letal del movimiento popular con la cual conquistan las calles y sus demandas, sumado a la organización de cabildos colectivos y democráticos definiendo el plan de acción de las luchas, se fortalecen.

En este contexto de rebelión popular vemos cómo los golpistas se atrincheran en el uso de los instrumentos de muerte contra mujeres y hombres que pelean con gran valentía por la liberación de sus pueblos (según la Defensoría del Pueblo Boliviano hasta el 15 de Nov, el saldo del Golpe es de 18 muertos, 542 heridos, 624 detenidos). Bajo esta invaluable presión, la oligarquía golpista subordinada al imperialismo (más preocupada por atropellar las relaciones con Venezuela, Cuba y los países del ALBA) ha sido obligada a abandonar y a ceder la reconstitución de la institucionalidad en un importante órgano estatal: el Poder Legislativo.

En la madrugada del 14 de noviembre fueron reconstituidas las direcciones de la Cámara de Diputados y de la Cámara de Senadores, bajo participación de una parte de la minoría parlamentaria de la propia oposición. Tanto las presidencias y primeras vicepresidencias de ambas Cámaras pertenecen a las fuerzas populares de Evo y su partido del MAS. Y por si fuera poco, ambos presidentes de las Cámaras pertenecen al histórico pueblo alteño hoy en rebelión.

La relevancia de la reconstitución del poder Legislativo bajo la dirección del MAS (¡en medio de un golpe de Estado!) es muy significativa, al menos por dos razones:

1) La nueva presidenta del Senado, Mónica Eva Copa, tendrá que convocar a «sesión del Congreso» -de las Cámaras de Diputados y Senadores juntas- para dirimir sobre la aceptación o no de la Carta de Renuncia de los principales mandatarios del Estado Plurinacional de Bolivia (Presidente, vicepresidente y presidencia del Senado y de la Cámara de Diputados).

2) Reside en las facultades de la presidencia de la Cámara de Senadores el emplazamiento a nuevas elecciones en un plazo no mayor a 90 días. Del mismo modo, la presidencia del Senado tendrá que nombrar la nueva conformación del Tribunal Supremo Electoral Nacional y de los Tribunales Departamentales;

Con estos elementos, es clara la capacidad de negociación y fuerza que tiene el MAS -sustentado de modo decisivo por la capacidad política de la rebelión popular- en el poder legislativo para influenciar en la orientación del proceso político que permita la pacificación y la salida a la crisis política y al golpe de Estado.

Con estos elementos, el MAS tiene la fuerza política significativa para lograr una negociación política de «alto nivel» o «concertación»: a) convocar a elecciones; b) impedir que se proscriba su participación en las próximas elecciones; c) lograr un acuerdo sobre la conformación de los tribunales electorales que impidan manipulaciones y fraude. La aplicación de estas tres cartas conducen al fracaso del golpe de Estado.

Es en este contexto de ascenso de la rebelión popular y reconstitución del poder Legislativo y de sus respectivas directivas, que el presidente derrocado por el golpismo cívico-policial-militar, Evo Morales, viene llamando a un Dialogo Nacional en Bolivia, en el que se establezca una gran reunión con «Mesa, Camacho, los movimientos sociales, el gobierno de facto, Evo, altas autoridades de partidos».

El planteamiento de Evo es la apertura de una «negociación política» con el objetivo de conformar un gran Acuerdo Nacional que de salida al quebrantamiento de la institucionalidad democrática y de la violencia del golpismo genocida sobre el pueblo boliviano.

Las cartas de acción que defina el imperialismo neocolonialista de Trump estarán en función del ascenso de la organización, lucha y rebelión de las clases explotadas y movimientos sociales y populares de una Bolivia hecha millones.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.