Theo Roncken, miembro de Acción Andina, afirma que la política perfilada por el presidente Evo Morales continúa en el marco de la doctrina prohibicionista que produce, necesariamente, situaciones de violencia y violación contra los derechos humanos. Theo Roncken, un experto internacional en temas de narcotráfico, criticó la propuesta alternativa del presidente Evo Morales para negociar […]
Theo Roncken, miembro de Acción Andina, afirma que la política perfilada por el presidente Evo Morales continúa en el marco de la doctrina prohibicionista que produce, necesariamente, situaciones de violencia y violación contra los derechos humanos.
Theo Roncken, un experto internacional en temas de narcotráfico, criticó la propuesta alternativa del presidente Evo Morales para negociar con Estados Unidos un plan de erradicación anti-droga, concebida como «cocaína cero» en lugar de «coca cero».
Al respecto Theo Roncken, miembro de Acción Andina, afirma que la política perfilada por el presidente Evo Morales continúa en el marco de la doctrina prohibicionista que produce, necesariamente, situaciones de violencia y violación contra los derechos humanos.
«Ni la demanda de drogas ni el acceso a ellas se han visto disminuidos a consecuencia de las políticas represivas de prohibición. Al contrario, dichas políticas de prohibición incentivan las grandes ganancias de las capas altas del negocio de las drogas, facilitando sus múltiples influencias dañinas en los sistemas políticos y de convivencia social», afirma Theo Roncken.
Según el experto, el énfasis que el actual gobierno pretende imponer sobre la erradicación de cocaína (como una forma de distensionar la interdicción contra la coca), no garantiza que las mafias de narcotraficantes en sus esferas más elevadas serán efectivamente erradicadas, ya que, por la forma en que se aplica la Ley 1008 de lucha antidroga, en Bolivia los que pagan por este delito son generalmente los «peces chicos».
«Hay casos en los que el detenido involucra a un peón subalterno del negocio, a cambio de su libertad, o incluso su contratación no oficial como informante. También hay casos de peones quienes se ‘compran’ la condena de un superior, a cambio de ciertas garantías económicas para el sostén de su familia. ¿Cambiará la propuesta de cero cocaína esas modalidades o, si se quiera, injusticias? No es probable», reflexiona Roncken.