Llamamos Big Data al procesamiento y análisis de enormes volúmenes de datos que no pueden tratarse con las herramientas para la gestión de bases de datos o de business intelligence habituales. Imaginemos por un momento la gran cantidad de datos que circulan por la red (audio, vídeo, texto, imágenes, datos de sensores, publicaciones en redes […]
Llamamos Big Data al procesamiento y análisis de enormes volúmenes de datos que no pueden tratarse con las herramientas para la gestión de bases de datos o de business intelligence habituales. Imaginemos por un momento la gran cantidad de datos que circulan por la red (audio, vídeo, texto, imágenes, datos de sensores, publicaciones en redes sociales, etc) y que fuésemos capaces de combinar, a tiempo real, todos estos datos para extraer información relativa a proyecciones de ventas, predicciones de desastres naturales o la evolución de la bolsa. Toda esta información desestructurada podría nutrir complejos sistemas de soporte a la toma de decisiones para grandes corporaciones o administraciones públicas y, precisamente, ayer, el Gobierno Federal de Estados Unidos presentó sus planes estratégicos para aprovechar todos estos datos. Entre los planes presentados, hay uno que destaca especialmente: el uso del Big Data por parte del Departamento de Defensa a través de DARPA.
¿DARPA y el Big Data? Si tenemos en cuenta que procesar la gran cantidad, casi infinita, de datos que circulan por la red no es algo sencillo pero podría dar una enorme ventaja competitiva a los que fuesen capaces de realizarlo, aplicar esto al mundo de la Defensa abre muchas e inquietantes posibilidades.
Según indicaba en su presentación, y en su nota de prensa, Zachary Lemnios, Asistente del Secretario de Defensa para Investigación e Ingeniería, los planes de Defensa pasan por aprovechar el Big Data para desarrollar sistemas de defensa plenamente autónomos que puedan aprender gracias a al conocimiento colectivo existente en toda la información que fluye por la red sin que el sistema requiera un proceso de aprendizaje que exija mucha supervisión.
Con un presupuesto de 250 millones de dólares parece que DARPA se acerca un poco a la línea de la singularidad con otras dos líneas más de trabajo que completarían las 3 áreas de trabajo de las que se ocuparía la agencia de investigación del Departamento de Defensa. Por un lado, desarrollarán técnicas de procesamiento y análisis de los datos para detectar tendencias y realizar predicciones en base a las circunstancias reales sin la intervención humana en el proceso y, por otra parte, desarrollarán iterfaces hombre-máquina que permitan la interacción con esta nueva generación de sistemas para la operación de éstos o para realizar la fase de entrenamiento.
Aunque pueda parecer ciencia ficción, DARPA quiere crear una especie de «cabeza pensante digital» que sea capaz de procesar los datos de sensores, bases de datos, recursos gráficos, etc y utilizar toda esa información, automáticamente y sin apenas intervención humana, para ayudar a la toma de decisiones a mandos militares o altos cargos de la administración, un proyecto ambicioso a la vez que bastante inquietante.