«Chola» ¿El término aun es despectivo? Desde ciertas esferas de poder la respuesta es negativa, se dice que hoy estarían en la cima de un resurgimiento, que ha visto transformarse a las cholas (estereotipadas y discriminadas) de criadas de las clases altas y medias, a tener influencia real en la economía, política y en el […]
«Chola» ¿El término aun es despectivo?
Desde ciertas esferas de poder la respuesta es negativa, se dice que hoy estarían en la cima de un resurgimiento, que ha visto transformarse a las cholas (estereotipadas y discriminadas) de criadas de las clases altas y medias, a tener influencia real en la economía, política y en el mundo de la moda.
Un reportaje de BBC-Londres1 señala que: «Hace apenas una década, a estas indígenas (aymaras y quechuas) que pueden ser fácilmente identificadas por su elegante y distintiva indumentaria, les negaban la entrada a ciertos restaurantes, taxis e incluso a autobuses públicos. No les permitían caminar libremente en la plaza central de La Paz, ni en los suburbios ricos como Zona Sur. Eran predominantemente campesinas que habían emigrado a las ciudades y consideradas como de un estrato inferior, que debían quedarse en casa o trabajar como sirvientas o vendedoras ambulantes».
«Solían decir, ‘¡chola, no, no!’ cuando intentábamos ir a esos lugares», recuerda Carmen Mamani de Espejo, quien vende flores todos los sábados en el mercado Rodríguez de La Paz. «Ahora es mucho mejor para las cholitas. Tenemos más confianza, podemos ir donde queramos»2.
Pero, ¿pueden ir a donde quieran? ¿Las «cholas» sin dinero, pueden ir al mismo lugar que las «cholitas» adineradas?
Se señala que las «cholas», siempre han estado orgullosas de su cultura, pero ahora también están reclamado su imagen con una confianza; que en gran parte, provendría de un cambio social masivo, de un «proceso de cambio». Desde los medios de comunicación y el gobierno, se señala que, las mujeres y los pueblos indígenas han recibido un enfoque particular de nuevas políticas y leyes destinadas a acabar con el elitismo del pasado. Por una parte, se pone como ejemplos, entre otras, a Justa Canaviri (presentadora en BTV), Rusena Maribel Santamaría (embajadora de Bolivia en Ecuador) o Virginia Velasco Condori (actual ministra de justicia); por otra, a través del Ministerio de Culturas y Turismo se auspicia pasarelas (este último, la colección «Pachamama», en el hall del Palacio de Gobierno) en el que se excelsa el glamour de la «Cholita» paceña; donde reforzando algunas consideraciones ya existentes, se hace consentir que el modo de ser de la «Cholita» estuviera caracterizada por el uso de cosméticos, material importado para confeccionar ropa y joyas (además de zapatos con taco alto); todo ello personificado por modelos de belleza de corte occidental (modelos de promociones Gloria), ajenas al cotidiano vestir y vivir de la mayoría de la «Cholas» paceñas.
En relación al evento, el Vicepresidente Álvaro García Linera, indicó que este desfile de modas, «Va más allá de una simple pasarela, ya que tiene una connotación extraordinaria que ‘muestra ante el mundo a la nueva Bolivia que estamos construyendo’ y amerita un ‘análisis sociológico’ del mismo a dos días del aniversario de la gesta libertaria de La Paz».
Por su lado, Eliana Paco (diseñadora de la colección Pachamama) aseguró que con esta colección presentada en palacio de gobierno, ante una gran concurrencia, pretende revalorizar la imagen de la «chola» paceña y su identidad cultural e histórica3.
Al parecer, maquillaje, tela importada y joyas, otrora, reservadas a las «cholitas», para que las usen en eventos especiales (principalmente entradas folklóricas), pretende ser incorporado a su vida cotidiana, como una manera más de reafirmar el status social que «cholitas» empresarias, comerciantes «exitosas», presentadoras de televisión, funcionarias públicas de jerarquía y profesionales deben mostrar (consumo cultural en todo momento y distinción de clase).
En el reportaje mencionado de la BBC, Rosario Aguilar (abogada, ex alcaldesa interina de La Paz y una apasionada promotora de moda y cultura «cholita) puntualiza: «Cuando se empezó a promover la idea de hacer desfiles de moda cholita hace nueve años, se tuvo que luchar para convencer a la gente pues sentían que nadie querría verlo, tuvimos que rogarle a los diseñadores que participaran. Les intimidaba, no sé si era miedo al rechazo. También era difícil alentar a las cholitas a ser modelos. Ahora tenemos una larga lista de personas que desean participar».
En 2013, el Consejo de La Paz aprobó una ley municipal declarando a la «chola» paceña Patrimonio Cultural del Municipio de Nuestra Señora de La Paz, es decir de la ciudad; parte del discurso de entonces punteaba que, es un reconocimiento al lugar que hoy ocupa la chola paceña en la configuración de la simbología que representa el ser paceño y en el ideario colectivo pues ha pasado de la mera ocupación del mercado informal, del servicio doméstico, del trabajo artesanal o del protagonismo de la novela social, a ocupar escenarios políticos, mediáticos y empresariales de mayor envergadura y responsabilidad. La chola paceña es, según la ley municipal promulgada, la personificación más cabal de la amalgama indo mestiza, que viniendo desde la colonia ha mantenido algunos indestructibles componentes de identidad e individualidad.
Se señala que las cholitas todavía ocupan ambos extremos de la escala social y económica, pero el equilibrio se estaría desplazando.
Al respecto, la nota mencionada de BBC Londres registró lo siguiente:
«Por supuesto algunas siguen siendo pobres», dice el destacado diseñador de moda «cholita» Limbert Cussi. «Yo trabajo con cholas que tienen dinero. Ellas ya no venden en la calle; importan mercancía de China, Chile, Panamá y ganan mucho». «La moda ‘cholita’ de alta calidad puede ser muy costosa. Para las personas más ricas, entre más caro, mejor: un juego de joyas de oro para un gran evento puede llegar a costar US$18.000. Es una competencia».
Cussi diseña y hace sombreros de lana de vicuña para el sector exclusivo del mercado, así como chales para eventos especiales que pueden costar US$3.000 cada uno. También creó y dirige el sitio web «Cholita» Paceña, que abarca moda noticias y está en el segundo año de producción de un calendario «cholita».
«Queríamos retar esa imagen de las cholitas como mujeres pobres rurales con bebés en sus espaldas» afirmo el diseñador.
Cussi, en otro medio de Santa Cruz declaraba: «No me gustaba cómo se mostraba a las «cholas» porque solo se muestra a las que son de recursos económicos limitados»4.
En declaraciones a EFE, Rosario Aguilar5, indico: «Antes nos decían ‘chola’ como una palabra despectiva; pero hoy nos dicen ‘chola’ ya no con ese tono de desprecio, sino con cariño, con respeto porque han valorado nuestra vestimenta»6.
Ante esto, surgen las siguientes preguntas:
¿Quién esta está ganándose un lugar en la sociedad? ¿La «chola» o la «cholita fashion»?
¿Estamos frente a la reivindicación de identidad cultural o ante un posicionamiento económico, vinculado a la clase social?
¿O Se trata de trata simplemente de una glocalización7 capitalista, supuestamente ya superada por el denominado «proceso de cambio»?
Notas
1. DEAR, Paul (2014). El auge de las cholitas, La Paz, Bolivia. Reportaje para BBCC-Londres. Véase http://www.bbc.com/mundo/
2. Ibíd.
3. EL VICEPRESIDENTE ASEGURÓ QUE LAS POLLERAS TOMARON EL PALACIO DE GOBIERNO . Vicepresidencia del Estado plurinacional de Bolivia (14/07/2016). Véase http://www.vicepresidencia.
4. La vitrina glamurosa de las cholitas paceñas , Periódico El Deber (01/07/2015). Véase http://www.sociales.com.bo/
5. «Rosario Aguilar, abogada, empresaria, incursiono en el servicio público municipal, en el Movimiento Sin Miedo (MSM) posteriormente se alió con Samuel Doria Medina y Unidad Democrática (UD)». En Rosario Aguilar, política y empresaria. Periódico El Diario (14/08/2014). Véase http://www.eldiario.net/
6. Emblemática cholita se convierte en patrimonio cultural de La Paz (02/11/2013). Véase http://www.
7. Glocalización, es la mezcla que se da entre los elementos locales y particulares con los mundializados. La glocalidad, es una forma de pensar la política y la economía a escala planetaria sin perder de vista que la dinámica local. Glocalización entendida como adaptación, ajuste de lo local a lo global, donde el acomodamiento no significa riesgo mayor para el sistema capitalista.
Carlos Peñaranda Pinto, Abogado y Estudiante de la Carrera de Sociología, Facultad de Ciencias Sociales (FACSO), en la Universidad Mayor de San Simón.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.