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De El mesías tropical a El pueblo soy yo en el país de las sombras espectrales

Fuentes: Rebelión

En el caótico desmadre, violento y criminal, por la Presidencia, la publipropaganda y las redes sociales, están repartiéndose las calificaciones y las descalificaciones al mayoreo oportuno con la velocidad reaccionaria de una instantaneidad fragmentaria, periférica y céntrica de lo que el país de las sombras espectrales puede ser contextualizado en función de tiempos y espacios […]

En el caótico desmadre, violento y criminal, por la Presidencia, la publipropaganda y las redes sociales, están repartiéndose las calificaciones y las descalificaciones al mayoreo oportuno con la velocidad reaccionaria de una instantaneidad fragmentaria, periférica y céntrica de lo que el país de las sombras espectrales puede ser contextualizado en función de tiempos y espacios mediáticos, lingüísticos, semánticos y socioculturales que son, a la vez, representaciones y significaciones, de una realidad social que está en el riesgo de una doble inseguridad nacional; la de los muertos, los desaparecidos y los desplazados con los resultados electorales: la violencia criminal y electoral.

La focalización real, mediática y fáctica está centrada en AMLO-Morena desde el mesías tropical a el pueblo soy yo de Enrique Krauze, como en la república amorosa y la republica del odio que Federico Reyes Heroles chis-hus-mea con un asco racional y racial que es propio en las expresiones de la élite intelectual liberal pero neoconservadora y reaccionaria que, creyéndose el periodista sicario de Ricardo Alemán parte de la misma, Enrique Krauze le reprueba la acción tuitera de odio hacia AMLO, y le rechaza cualquier avenencia y connivencia con la élite del poder intelectual.

La mudanza se pasó a la pujanza, a ver quién se la aguanta, porque las expresiones de la élite sociocultural como las élites del poder político y económico nunca fueron el lugar pri-vilegiado de RA por más que estuviera en Televisa y Canal 11, quedando en Milenio igual que el de las lentejuelas, Nicolás Alvarado, con los resquemores, los furores y los rencores de Carlos Marín o que Ciro Gómez Leyva le dé trabajo asociado con el periodismo canalla existente en México y Latinoamérica.

En el contexto nacional de El mesías tropical y El pueblo soy yo, el país de las sombras espectrales, México y AMLO, están al centro y a la periferia con doce años de muertos, desaparecidos y desplazados en los que AMLO no ha victimado a nada, a nadie y a alguien; en cambio, en la cronología de la vida personal y política de AMLO, se le ha acusado de ser un peligro para México: su vida ha sido rozada, impactada y criticada mediáticamente que hace tiempo, Pablo Iglesias, el de Podemos, al final del programa que mantiene en Fort Apache de Hispan TV, y dependiendo de una información de opiniones del público y del programa mismo, AMLO, podría ser asesinado, no con la malaleche y sí con la seriedad de la situación prevaleciente en el país de las sombras espectrales.

Xabel Vegas, en Ley, lenguaje y cultura democrática, expone: «Buena parte de los conflictos que se producen entre las sociedades democráticas y su aparato institucional se pueden leer en clave lingüística.»

También en la semántica sociocultural de los medios impresos, electrónicos y digitales, en la literatura, en el periodismo y en el ensayo político de El mesías tropical y El pueblo soy yo en el país de las sombras espectrales, donde un liberal neoconservador y reaccionario como EKrauze llevó y lleva a cabo un análisis político en lo visceral-literal, intelectual; más clasista que clásico, por lo de los griegos y teniendo como público en su ronda de presentaciones y conferencias (ante y para) la clase empresarial más blanca que morena.

Con o sin una exégesis ética y moral, lo lingüístico y lo semántico sociocultural desde el mesías tropical a el pueblo soy yo en el país de las sombras espectrales, ahora sí, cualquier avenencia y connivencia con las expresiones en las élites del poder político y económico, el poder intelectual más transgénico que orgánico, puede alterar cualquier noción conceptual en cuanto a una percepción imbécil y estúpida que las redes sociales le cliquen Like a todo(s) y contra-nosotros-mismos. 

Varias de las claves lingüísticas son falsear y confundir la libertad de expresión con la libertad de presión, la libertad de prensa con la libertad de empresa, cuando la clase empresarial se dice ser parte de la opinión pública cuando es de la opinión privada, a lo que Presidencialismo siempre dicta:

«La única postura política que no se puede tolerar es la intolerancia», y tampoco hay lugar para la imposición frente a la diferencia, ni la censura frente a la libertad, manifestó el presidente Enrique Peña Nieto. Asimismo, afirmó: «Hoy como nunca los mexicanos ejercemos nuestro derecho a disentir, a cuestionar y a opinar libremente».

En defensa de la intolerancia, la intolerancia hacia AMLO no es recíproca por parte de él, y sí desigual, tramposa, mentirosa y criminal por parte de los medios-mediáticos publipropagandísticos y serviles a la iniciativa privada con su libertad de empresa y de presión, dependiendo de las obtusas definiciones discursivas del Presidencialismo, así como de la literacidad, y no, la literalidad, ensayística «librepensadora» en el mesías tropical y en el pueblo soy yo.

En el contexto paradójico y paradigmático, violento, criminal y electoral puede ser y hacerse plausible y aplaudible el caos mediático publipropagandístico para que las campañas del PRIAN apunten y despunten al puntero AMLO-Morena, a no ser e intentar hacerlo criminalmente electoral por lo humano social, teniendo que llegar a donde debe(rá) llegar: a la presidencia-el puntero.

Todo depende(rá) de todos nosotros y de los otros, de los demás y de la gente contra-nosotros-mismos: ¿la convicción o la conveniencia?

El mesías tropical y el pueblo soy yo de Enrique Krauze, en el país de las sombras espectrales, son el pensamiento ilustrado y clasista en un intelectual (de y para) el empresariado mexicano con la catadura y la trazadura de doce años en que los muertos, los desaparecidos y los desplazados desde la oscurana madrugada que será, el primero de julio, nos empezaran a jalar, o las cobijas, o los edredones o las sábanas o las mortajas de nuestras zonas de confort para que despertemos y nos levantemos sin hacerle a los Lázaros de la ceguera a conveniencia o de la videncia con convicción regeneracional, ética y moral, por siempre.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.