Los días pasados se dio a conocer que Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, dirigente del PRI de la Ciudad de México, opera una red de prostitución al interior y al servicio del tricolor. Atrapan jovencitas presas del desempleo y precariedad; les ofrecen ser edecanes y prestar servicios sexuales al dirigente priista; se les registra en […]
Los días pasados se dio a conocer que Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, dirigente del PRI de la Ciudad de México, opera una red de prostitución al interior y al servicio del tricolor. Atrapan jovencitas presas del desempleo y precariedad; les ofrecen ser edecanes y prestar servicios sexuales al dirigente priista; se les registra en el padrón del PRI como secretarias por un salario de 11mil pesos mensuales que se les paga con dinero público.
La investigación presentada el 2 de abril por el equipo de Carmen Aristegui se hizo viral en redes sociales, y mostró el repudio al partido más viejo del país mismo que hoy gobierna. Cinco horas después de conocida la noticia, se apartó del cargo al dirigente priista, y al día siguiente se realizó una manifestación a las afueras del PRI-DF.
Al paso de los días, el hoyo se hace más profundo. Gutiérrez de la Torre tiene una herencia de violencia, autoritarismo y degradación.
La familia basura
Gutiérrez de la Torre es hijo y heredero del conocido priista Rafael Gutiérrez Moreno, «Rey de la Basura». Fue líder de la Unión de pepenadores, pieza clave del PRI de la Ciudad al aportar grandes cantidades de dinero a las campañas electorales, era conocido que ganaba más de 60 millones mensuales. Rafael reinaba en la mafia alrededor de la basura y, bajo amenazas de muerte, exigía a los pepenadores que le regalaran a sus hijas. Se le acusa de haber violado a más de un centenar de mujeres.
En 1987 fue asesinado en su mansión por la orden de una de sus esposas, Martha García de 29 años, a quien prácticamente mantenía secuestrada en su casa. Ella, ante las autoridades, no mostró ningún arrepentimiento y describió los once años de infierno que vivió junto a él. «Abusó de mi madre, de mi sobrina, de las mujeres de mi familia y, siempre cínico, contaba los hijos que tenía y ya iba en 56. Con él tuve cinco y quería llegar a 180». i
Rafael Gutiérrez fue alcanzando poder con dinero y violencia, al mismo tiempo que penetraba en el PRI nacional. La madre de Cuauhtémoc Gutiérrez, Guillermina de la Torre la «Zarina de la Basura», es conocida por sus redes de explotación y uso de violencia, igual ha sido diputada por el PRI. Esta historia da cuenta de la herencia del actual presidente de PRI DF.
Políticos, prostitución y redes de trata
Las relaciones de prostitución y redes de trata con los políticos no son una novedad. En distintas ocasiones vimos denuncias contra el ex dirigente Nacional del PRD Jesús Ortega y sus favoritismos con centros de prostitución. Mientras su esposa Angélica de la Peña, Senadora del PRD, es una de las impulsoras de la nueva Ley de Trata, que mediante la derogación de sus artículos 19, 20 y 21 deja sin responsabilidad penal a quienes cometan este crimenii.
En octubre del año pasado conocimos el caso de una joven búlgara que se suicidó en uno de los departamentos del Niño Verde (Jorge Emilio Gonzalez, PVEM) en Cancún. El dirigente «ecologista» le pidió ayuda al gobernador para que no se hiciera público. Una de las hipótesis es que la joven fallecida formaba parte de un grupo de jóvenes que trajeron para turismo sexual.
O la relación directa de distintos políticos y empresarios con la desaparición de jovencitas en el norte del país, como lo reseña Diana Washington en su libro «Cosecha de Mujeres«.
Esto en el marco de que en los últimos años la violencia contra las mujeres en nuestro país ha aumentado inauditamente: se asesina a una mujer cada tres horas con 20 minutos. A la par las redes de trata y prostitución se han fortalecido enormemente, al amparo de la militarización del país y la impunidad.
Este aumento de la violencia no se explica tampoco sin la degradación de las condiciones de vida, el aumento de la pobreza, el desempleo y la precarización, situaciones indispensables para que las que las mujeres seamos orilladas cada vez más a la miseria, la violencia y la impunidad. Esta realidad fue profundizada por la aprobación de las reformas estructurales votadas con el visto bueno de todos los partidos del Congreso por mandato del imperialismo yanqui.
La degradación de esta democracia para ricos muestra que no es un problema de tal o cuál político basura, sino que se refleja en un trato generalizado contra las mujeres trabajadoras y los sectores populares, trato que le es endémico. Esta situación pone de manifiesto la ingenuidad de las feministas que creen que pasa por «sensibilizar a los funcionarios, senadores y diputados» con talleres de perspectiva de género; que hablan de avances en la perspectiva de género mientras crece el feminicidio; que apoyan a partidos como el PRD implicados en la trata.
Desde Pan y Rosas en el Movimiento de los Trabajadores Socialistas consideramos que la única manera posible de echar atrás esta situación y cambiar realmente las condiciones de vida de millones de mujeres, es mediante la movilización combativa e independiente de los partidos e instituciones. La lección más reciente fue el caso de Yakiri, a quien con la participación y movilización activa de miles de jóvenes y mujeres logramos arrebatársela a estas autoridades misóginas, aunque ese proceso aun no termina.
Éste es el camino que hay que profundizar para lograr que se separe e investigue a los jueces cómplices, y para conseguir que vayan presos todos los responsables, cómplices policiales, judiciales y políticos involucrados en el millonario negocio de la trata de niñxs y mujeres. Al mismo tiempo que es necesario pelear contra la criminalización de la protesta social y por la disolución de las fuerzas represivas, que son las principales cómplices no sólo de los carteles de la droga, sino también de la prostitución y las redes de trata.
Pero mientras convivamos con un régimen político que es un entramado mafioso de políticos, funcionarios, policías, jueces y empresarios, estas redes de trata seguirán proliferándose. No es suficiente con la destitución de Cuauhtémoc de su cargo; hay que barrer con toda la organización criminal, aparada en un sistema político y jurídico que se sirve de la explotación de miles de mujeres y niñas, para generar grandes fortunas y riquezas.
El escándalo por las redes operadas hacia dentro del PRI es sólo la punta de iceberg. Es sólo una muestra del lugar que se tiene destinado para las mujeres en México. Como el caso de Yakiri en el DF, o las desaparecidas que abundan en el país.
Por todo esto, llamamos a organizarnos independientemente de los partidos en el Congreso y las instituciones cómplices. Para luchar ¡contra la trata de personas poniendo en pie un gran movimiento de mujeres junto a la clase trabajadora, estudiantes y el pueblo pobre, que luche por todos nuestros derechos! ¡Exigir la aparición con vida de las jóvenes secuestradas por las redes de trata, porque nuestros cuerpos no se venden ni se compran, porque estamos hartas de trabajar con sueldos de miseria y en condiciones precarias mientras unos pocos se llenan sus bolsillos, porque sabemos que este gobierno patronal, no nos va a dar nada. ¡Quienes no pedimos, sino exigimos el derecho al Pan y también a las Rosas!
Notas:
i «Trágico fin del basurero mexicano que llegó a diputado», El País, 24 de marzo de 1987. http://goo.gl/dN5Rg1
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