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Comunicado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional a 15 Años de su levantamiento armado

Debemos buscar la forma y los mecanismos de cómo unir y globalizar nuestras luchas, nuestras resistencias y nuestra rebeldía

Fuentes: CCRI-CGEZLN

(Transcripción del mensaje leído en castellano por el comandante David, y en tzotzil por el comandante Javier).

Los zapatistas, los pueblos indígenas que nos propusimos luchar por un mundo mejor y más humano, empezamos a ser más perseguidos y golpeados en todos los aspectos por los malos gobernantes de nuestro país y por los poderosos y los partidos políticos.

Y así durante 15 años hemos sufrido amenazas, hostigamientos, persecusiones, ataques militares y paramilitares. El mal gobierno, los partidos políticos y sus aliados, aunque sean gente pobre, no cesan sus ataques de muchas formas con el fin de detener el avance de nuestra lucha y destruir nuestra base que son todos los pueblos en resistencia.

El mal gobierno durante 15 años ha fundado, financiado y entrenado a los grupos paramilitares en todos los pueblos, que tienen la tarea de provocar, amenazar y dividir a nuestros pueblos.

Para debilitar y destruir nuestras bases sociales el mal gobierno ha estado repartiendo limosnas a través de sus programas asistenciales a las familias afiliadas a los partidos políticos con el fin de contentar, acallar y calmar el hambre de la gente pobre.

El mal gobierno ha tratado de convencer y comprar la conciencia de nuestras bases de apoyo, prometiéndoles mejores condiciones de vida para olvidar a sus muertos y a sus justas demandas. Desgraciadamente hay hermanos indígenas que han caido en las trampas del mal gobierno creyendo que con esto van a mejorar sus condiciones de vida sin luchar.

Sin embargo, nosotros los zapatistas no nos levantamos en armas para pedir migajas o que nos traten como limosneros. Nosotros luchamos por una verdadera democracia, libertad y justicia para todos. Luchamos por el bien de la humanidad y contra el neoliberalismo. Luchamos por otro mundo más justo y más humano. Por un mundo donde quepamos todos los que habitamos nuestro planeta.

Pero los malos gobernantes, los poderosos, los que se consideran señores y dueños de todo, se empeñan en saquear las riquezas de nuestros pueblos, en destruir a la naturaleza y en destruir a la humanidad.

Es necesario y es urgente que toda la gente buena y honesta de nuestro país y de todos los países del mundo unamos nuestra palabra, nuestras luchas, nuestra resistencia y nuestra digna rabia. Tenemos esperanza de que otro mundo es posible.

Por eso, a todos los hermanos y hermanas, compañeros y compañeras de México y del mundo les pedimos y los invitamos a organizarse y unirse cada quien en sus pueblos en contra de un enemigo común. Pero debemos buscar la forma y los mecanismos de cómo unir y globalizar nuestras luchas, nuestras resistencias y nuestra rebeldía.

Pero sólo será pósible si nos proponemos caminar juntos y luchar juntos sin importar los tiempos y las distancias que nos encontremos.

Hermanos y hermanas, compañeros y compañeras, llevemos pues adelante nuestras banderas de lucha, hagamos fuerte y grande nuestra lucha, nuestra resistencia, nuestra digna rabia y rebeldía.

Nosotros los zapatistas, los pueblos originarios de estas tierras vamos a seguir adelante en la lucha que hemos iniciado. Vamos a seguir resistiendo con dignidad y rebeldía los golpes del mal gobierno.

En 15 años que nos han venido golpeando hemos aprendido a resistir y a sobrevivir, pero es también porque hemos contado con el apoyo y la solidaridad de muchos hermanos y hermanas de México y el mundo.

Es así que hemos comenzado a construir nuestras autonomías en los distintos niveles, como la salud, la educación, en la comercialización y en el autogobierno de nuestros pueblos.

Con esfuerzo y dificultad hemos tratado de dar unos pasos pero aún no ha sido suficiente para resolver los problemas y las grandes necesidades de nuestros pueblos.

Nuestras autoridades han tratado de resolver los problemas de nuestros pueblos y algunas de las múltiples necesidades de nuestras comunidades, pero la gran parte de nuestras necesidades siguen sin soluciones. El hambre, la miseria y las enfermedades van aumentando día con día.

A pesar de todo esto seguimos adelante en nuestra lucha porque no traicionaremos la sangre de nuestros caídos, que lucharon hasta dar la vida por democracia, libertad y justicia. Seguiremos el ejemplo de ellos y ellas, y seguir nuestra consigna de luchar por la patria o morir por la libertad.

Comité Clandestino Revolucionario Indígena, Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Desde el Caracol 2, Oventic, zona Altos de Chiapas, México.

1 de enero del año 2009