El ministro de Planificación y Desarrollo de Bolivia, Carlos Villegas, ratificó la voluntad de su gobierno de erradicar la extrema pobreza en una gestión de cinco años, como parte de la recién anunciada estrategia económica. En una primera etapa del Plan Nacional de Desarrollo se identificaron 80 municipios rurales, donde más incide ese mal social, […]
El ministro de Planificación y Desarrollo de Bolivia, Carlos Villegas, ratificó la voluntad de su gobierno de erradicar la extrema pobreza en una gestión de cinco años, como parte de la recién anunciada estrategia económica.
En una primera etapa del Plan Nacional de Desarrollo se identificaron 80 municipios rurales, donde más incide ese mal social, explicó el alto funcionario a Prensa Latina.
Un programa denominado Municipios en Acción, que ubica territorios en el centro de la nación, prevé acciones básicamente en los sectores productivos, dirigidas a propiciar nuevas plazas, agregó.
De acuerdo con Villegas, este plan permitirá ofrecer a la población de esos territorios mejores condiciones y servicios de salud, educación, vivienda, agua potable, alcantarillado y electricidad.
Ese propósito sería inalcanzable sin el crecimiento estable de la economía boliviana, tal como lo prevé la estrategia nacional, precisó. Ese programa apunta a un auge anual de la inversión pública y de la economía. En el primer caso, de 783 millones de dólares este año a mil 600 millones hasta el 2011; y en el segundo, de 4,6 por ciento a 7,6. Según el ministro, al concluir la actual gestión gubernamental, el reto para la nación será mantener ritmos anuales de crecimiento del siete por ciento durante 15 ó 20 años, de forma ininterrumpida.
También señaló que otra prioridad es la generación de empleo estable (90 mil plazas al año), con énfasis en la juventud.
Ante el deterioro histórico del mercado laboral boliviano, Villegas admitió la necesidad de incentivar de forma paralela fuentes laborales eventuales.
En ese sentido se refirió a programas específicos, como el de Lucha contra la pobreza y apoyo a la inversión solidaria (Propaís).
Propaís implicó para Bolivia una inversión de 21 millones de dólares en mil 700 proyectos, sobre todo sociales, que generaron 50 mil empleos eventuales, explicó.
En una segunda versión, con erogaciones de 23 millones de dólares, el programa priorizará las esferas productivas, una línea cardinal del Plan de Desarrollo, agregó.
Sobre el empleo estable señaló que las áreas identificadas para su fomento son la industria, la manufactura y las artesanías.
Ubicaron además las áreas de mayor demanda el desarrollo rural y agropecuario, vivienda e infraestructura de carreteras.
Interrogado sobre cómo se integran a estos objetivos los convenios de integración regional, impulsados por el presidente Evo Morales, como el Tratado de Comercio con los Pueblos (TCP), afirmó que estos complementan la estrategia nacional.
El TCP responde a uno de los capítulos del Plan llamado «Bolivia digna, soberana y productiva para vivir bien», comentó.
En este caso se refiere al fomento de unas relaciones económicas internacionales de nuevo tipo, una política de apoyo a los pequeños productores en búsqueda de nuevos mercados, aclaró.
Sobre la estrategia económica, explicó que es el resultado de muchos esfuerzos de especialistas de la planificación en todas las instituciones, dependencias y ministerios.
«Por primera vez en la historia, tenemos un plan elaborado por los bolivianos para los bolivianos», sentenció.
Manifestó que ese programa estará en permanente consulta con los movimientos y organizaciones sociales del país.
El plan prevé además mecanismos de monitoreo y control del cumplimento de todos los indicadores, con el fin de rendir cuenta a la población de los resultados de la gestión, algo también inédito, agregó.
Villegas dijo que este plan quinquenal sepulta al neoliberalismo en Bolivia, pues contiene la nueva concepción de desarrollo, inclusión social, descentralización y poder social comunitario.
El mencionado plan, comentó, es fruto de la esperanza puesta en el futuro de los pueblos indígenas, históricamente excluidos, y responde a las transformaciones propugnadas por movimientos sociales y el triunfo electoral que llevó a la presidencia a Evo Morales.