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Analizando el referéndum I

Del referéndum y la democracia participativa

Fuentes: Rebelión

Convengamos que la consulta ciudadana contribuye a profundizar la democracia, tan ultrajada por quienes condujeron el país durante las últimas décadas. De ahí la importancia del referéndum vinculante, como mecanismo de consulta que imponga como ley la voluntad del pueblo. Pero para lograrlo, se requiere ineludiblemente que todo el proceso, de principio a fin, sea […]

Convengamos que la consulta ciudadana contribuye a profundizar la democracia, tan ultrajada por quienes condujeron el país durante las últimas décadas. De ahí la importancia del referéndum vinculante, como mecanismo de consulta que imponga como ley la voluntad del pueblo. Pero para lograrlo, se requiere ineludiblemente que todo el proceso, de principio a fin, sea transparente, equilibrado y equitativo en términos de ofrecer a todas las corrientes de opinión las mismas oportunidades. Y también requiere que los poderes constituidos: ejecutivo y legislativo, respeten y actúen en correspondencia con la voluntad profunda de la ciudadanía.
 Y son precisamente tales requisitos los que brillan por ausencia en el actual escenario del referéndum del gas.
Por el contrario, además de la in disimulable inducción de las preguntas formuladas nada menos que por el presidente emergido de la guerra del gas, todos los demás factores están siendo manipulados por el gobierno, cuya gestión se caracteriza por que:
1.    En vez de mantener una conducta neutral que permita la libre decisión ciudadana, desarrolla una intensísima campaña para imponer el SI a la exportación del gas por y hacia Chile.
2.    Incumple su función básica cual es proporcionar información veraz, transparente y fidedigna como insumo principal de la consulta. Por el contrario, sistemáticamente desinforma a la ciudadanía,
•    al encubrir la exportación como fomento a la industrialización
•    cuando sostiene que la industrialización el gas, requiere de exportación, pues «solo se puede industrializar el 5% del gas natural» Es FALSO y  lo saben, pero no vacilan en utilizarlo
•    que pretenden recuperar la propiedad del nuestras actuales reservas de gas
•    al presumir de su intención de refundar YPFB como empresa con plenas facultades para intervenir en todo el ciclo productivo
•    al enmascarar el proyecto de exportación a Chile a título de «utilizar el gas como recurso estratégico para el logro de una salida útil y soberana al Océano Pacífico»
•    al desnaturalizar y estigmatizar a quienes discrepamos de su postura, identificándonos como «minoría violenta», «grupos radicales», «ilusos soñadores», «nacionalistas románticos» «izquierdistas trasnochados», «desestabilizadores de la democracia» … y tanto otro caníbal epíteto en los cuales el oficialismo ha invertido lo mejor de su creatividad.
3.    Mantienen altos dignatarios de Estado en gira nacional casi permanente para desinformar a la ciudadanía, en vez de hacerles cumplir las funciones específicas inherentes a sus cargos.
4.    Destina ingentes recursos fiscales al bombardeo publicitario en los principales medios de difusión, para atiborrarnos y embutirnos desinformación y temores inducidos, cuyo único propósito es asegurar el SI en línea a todas sus preguntas.
5.    Pretende intimidarnos con el sambenito que si se nacionaliza, debemos pagar hasta diez mil millones de dólares por la «confiscación» de nuestros hidrocarburos, y que si tal es la decisión popular, el gobierno se repliega a casa … Eso genera incertidumbre económica, inestabilidad social y compromete la fe del Estado; daña pues al país.
La disposición y discrecional empleo de tan cuantiosos recursos por el gobierno y sus trans-aliados, contrastan drásticamente con la carencia casi absoluta de medios de quienes discrepamos de la postura oficial en ésta materia. Tal desproporción no supone acaso una afrenta a la democracia?
A vista de estos hechos, caben algunas interrogantes:
1.    ¿No se asemeja el referéndum más a una disputa política entre la vocación exportadora de gas del gobierno, versus la voluntad ciudadana de industrializarlo?.
2.    ¿Podemos suponer que el referéndum sigue siendo una espacio de profundización de la democracia, o es más bien una elección cuya alternativa única es la exportación del gas, factible independientemente que las respuestas sean SI o NO?
3.    ¿Cómo refrendar la disposición democrática de un gobierno que condiciona acatar la voluntad ciudadana – a expresarse en el referéndum  vinculante – solo si se corresponde con su propia voluntad?
Parece que más que profundizar la democracia, estamos viviendo una digitación para consumar la exportación del gas natural como materia prima para que otros lo industrialicen fuera del país, condenando irreversiblemente la posibilidad de hacerlo nosotros en el nuestro para iniciar con ello un nuevo ciclo del desarrollo económico y social en beneficio de los bolivianos. 
Tal aberración no será tolerada por el pueblo, que en cuanto perciba el escamoteo de su voluntad, reaccionará en consecuencia.
El análisis sereno y el buen juicio recomiendan que el gobierno cambie de actitud y de preguntas; que vea más allá del 18 de julio, para evitar nuevos enfrentamientos y más sangre boliviana derramada.
Ojalá Julio no marque el divorcio definitivo e irreversible entre sociedad civil y gobierno, pues las consecuencias serían devastadoras. 

Santa Cruz, Julio del 2004
Ing. Luis Fernando Vincenti V. Docente UAGRM. Grupo PARES. [email protected]