Si Enrique Peña Nieto, es confirmado como Presidente Constitucional de México, podría hacer su presentación en sociedad ante sus pares en Santiago de Chile el 26 y 27 de enero de 2013, en la Primera Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC) […]
Si Enrique Peña Nieto, es confirmado como Presidente Constitucional de México, podría hacer su presentación en sociedad ante sus pares en Santiago de Chile el 26 y 27 de enero de 2013, en la Primera Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC) – Unión Europea (UE).
En el equipo de transición del candidato electo hay conciencia de que el trabajo que les espera en materia de diplomacia y relaciones internacionales es arduo. La herencia que deja Felipe Calderón es negativa y muy compleja. Son muchos los casos en que las relaciones se han deteriorado y muchas las cancillerías que esperan un golpe de timón en la política exterior de México.
Si México aspira a relanzar con éxito su política exterior deberá diseñar una nueva propuesta en su rol de bisagra geopolítica en el eje Norte-Sur (América del Norte-América Latina y el Caribe) y buscar competir con ideas novedosas en Europa y Asia.
El vecino del norte
Los ejes de la relación de México con Estados Unidos son: la relación comercial, la migración y los problemas de seguridad. Bajo los criterios de utilidad usados por los analistas estadounidenses, ambos países ganan y/o pierden juntos, por lo que requieren de una frontera que funcione bien. En 2011, por primera vez el comercio entre los dos países llegó al medio billón de dólares al año, cifra que pareciera darle razón al análisis.
En contra de este optimismo están el flujo indetenible de drogas hacia EEUU y el mercado negro de armas en sentido inverso, que hacen parte de la misma ecuación hasta ahora no resuelta y son origen de los principales roces entre ambas administraciones. El comercio ilegal de armas mueve unos 70 000 millones de dólares al año en todo el mundo, por lo que, obviamente, el lavado de dinero juega un papel primordial en este delito.
El principal proveedor de armamento de Latinoamérica es Estados Unidos. El presidente de México, Felipe Calderón, ha manifestado que más de 100 000 armas incautadas al crimen organizado en México provienen de armerías legales en Estados Unidos. El problema reside en que la Segunda Enmienda del país norteamericano establece que el derecho del pueblo a tener y portar armas no será infringido, pues una milicia bien entrenada será necesaria para el mantenimiento de la seguridad en cada estado. Esta mezcla de paranoia de seguridad y permisividad la aprovecha el mercado negro que compra las armas en Estados Unidos y las hacen fluir hacia México por las mismas rutas que utiliza el narcotráfico.
Hasta el momento quien ha logrado el reconocimiento y notable apoyo de EEUU en este oleaje ha sido el embajador Arturo Sarukhán, quién ha sorteado con éxito los desencuentros diplomáticos, la mayoría de ellos relacionados con la violencia y la migración. No ocurre lo mismo con la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, que ha tenido un rol opaco, con mala comunicación y sin el menor protagonismo en las relaciones, por lo que el desafío sigue abierto.
El último incidente, un confuso enfrentamiento donde agentes de la Policía Federal Preventiva destrozaron una camioneta de EEUU con placas diplomáticas con una lluvia de balas que hirieron a dos agentes norteamericanos, es un nuevo test a la fortaleza de la relación
El malogrado año México-Francia
Desde luego, los vínculos con Estados Unidos de América siguen siendo vitales para México, en calidad de vecino y socio menor, pero recordemos como ejemplo que el actual gobierno de Francia espera al nuevo presidente mexicano para darle mayor impulso a las deterioradas relaciones entre ambos países.
Cuando todo estaba listo para dar inicio en 2011 al, así llamado, Año Francia-México, una sucesión de torpezas y errores diplomáticos de ambos presidentes dieron lugar a una tragicómica reedición de la Guerra de los Pasteles, a partir del caso de la ciudadana francesa Florence Cassez.
El reclamo de Francia porque durante el proceso a Cassez se produjeron violaciones que afectaron la presunción de inocencia y la defensa adecuada, era justo, pero vino envuelto en un lenguaje y un procedimiento arrogante y colonialista que hicieron imposible un entendimiento amistoso.
Hoy las relaciones entre México y Francia están en un punto de espera y ojalá que puedan relanzarse en 2013 con beneficio para ambas partes y servir a México como puerta de entrada a Europa.
Cuba, del «Comes y te vas» al retorno del PRI
Las relaciones de Cuba con México, más allá de sus identidades de naciones surgidas de revoluciones populares, se desarrollaron siempre sobre las necesidades mutuas. Para ambos países era necesaria una imagen internacional que moderara las críticas a su política interna. Así entonces México lograba un tinte progresista de izquierda con su respaldo a Cuba y Fidel y su proyecto socialista lograba tener una ventana a América Latina por medio del priismo en el poder. El otro componente de la relación, obviamente, es la postura común de ambos países respecto a Estados Unidos.
Desde la llegada al poder del PAN y durante dos sexenios, ésta fórmula fue saboteada o menospreciada, como lo demuestra la penosa frase de Fox a Fidel, «comes y te vas».
A doce años de distanciamiento, el retorno del PRI a Los Pinos anuncia cuando menos una modificación a la postura extrema de Fox y Calderón.
Así mismo, por mucho que cambie la óptica internacional bajo la conducción de Peña Nieto, subyace en el priismo el interés de regresar sus relaciones con Cuba a su nivel histórico y que la condición mutua de países vecinos con EEUU abra mayores espacios de negociación.
Nombres que suenan para la Cancillería
1. Jorge Montaño Martínez, ex embajador en Washington en los tiempos en que se ponía en marcha el tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá, TLCAN. Montaño ha escrito artículos sobre las debilidades y los desafíos de la política exterior mexicana. Un referente ineludible de es su libro «Misión en Washington, 1993-1995: de la aprobación del TLCAN al préstamo de rescate».
2. A Juan José Bremer, ex embajador en Washington, le correspondió abrir la Política Exterior diseñada por el PAN al inicio del gobierno de Vicente Fox. Por lo menos hasta que se lo impidió Jorge Castañeda. Publicó un libro titulado «El fin de la guerra fría y el salvaje mundo nuevo» en el que analiza los desafíos del orden internacional posterior a la Guerra fría.
3. Emilio Lozoya Austin, hijo de un colaborador cercano de Carlos Salinas de Gortari, economista del ITAM con un posgrado en Desarrollo Económico por la Universidad de Harvard. Lozoya fungió como Coordinador de vinculación internacional del PRI durante la campaña presidencial de Peña Nieto.
Es coautor junto con Jorge Montaño de un artículo titulado «Una visión de México para el futuro» (Foreign Affairs Latinoamérica, v.12, n.2, 2012) donde se perfila con claridad la propuesta de Peña Nieto en materia de política exterior.
4. Arnulfo Valdivia Machuca es un egresado del Tec de Monterrey con doctorado en Política Económica por la Universidad de Cambridge. Durante la campaña de Peña Nieto estuvo encargado del voto de los mexicanos en el extranjero y se desempeñó como Coordinador de Asuntos Internacionales durante su gobierno en el Estado de México.
5. Javier Treviño Cantú, coordinó la campaña de Enrique Peña Nieto en Nuevo León, y fue Subsecretario de Relaciones Exteriores. Ha enfatizado sobre «el nuevo enfoque de la política exterior que el Presidente Peña Nieto buscará seguir respecto a dos regiones claves para México, Europa y América Latina. A la vez,…servirá como referente para ir perfilando sus iniciativas diplomáticas hacia otras dos regiones «América del Norte, donde destaca en particular la relación bilateral con los Estados Unidos, y Asia, donde igualmente sobresale la importancia de la relación con China».
Vale recordar que también se mencionan otros nombres como Pedro Aspe Armella quien dirigió las negociaciones de la deuda externa de México en los tiempos de Carlos Salinas. Se habla de Beatriz Paredes Rangel que aspiraría a convertirse en la tercera mujer al frente de la diplomacia mexicana, después de Rosario Green y Patricia Espinosa. Tiene lógica si Peña Nieto planea cubrir una cuota de género o como reconocimiento por haberse sacrificado en la elección a Jefa de Gobierno del DF donde resultó derrotada.
La política exterior no es el único pendiente que hereda Calderón a su sucesor, pero sin lugar a dudas es uno de los principales desafíos que esperan a quien termine por recibir el encargo de parte de Peña Nieto.
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