– Quiero su punto de vista sobre cómo ve Usted actualmente a la industria energética nacional, y si su situación justificaría de alguna manera la privatización… – Es un sector que desde 1982 está sometido a un verdadero ataque por parte de sectores internos y externos. Se trata de grandes empresas o sectores […]
– Quiero su punto de vista sobre cómo ve Usted actualmente a la industria energética nacional, y si su situación justificaría de alguna manera la privatización…
– Es un sector que desde 1982 está sometido a un verdadero ataque por parte de sectores internos y externos. Se trata de grandes empresas o sectores oligopólicos externos y sus aliados internos, que someten a nuestro sector energético a un insistente proceso de desmantelamiento. De manera muy particular, su estrategia ha sido manejada, desde las llamadas instituciones financieras internacionales, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional con tales propósitos.
Por ejemplo, la división de PEMEX en cuatro empresas distintas, y puestas a competir entre ellas, incluso con dificultades de relación, de precios, etc., es algo inusitado en la industria petrolera mundial. Ninguna industria o empresa petrolera internacional ha operado satisfactoriamente sin una adecuada y vigorosa integración vertical de todas sus actividades, que van desde el pozo hasta la producción petroquímica en sus distintos aspectos en cadena. De tal manera que era muy claro que la idea de dividir a PEMEX en cuatro empresas, auspiciada por el Banco Mundial, que fue una política aceptada muy acríticamente, muy torpemente, por el gobierno de facto de Salinas de Gortari, ha generado una enorme vulnerabilidad y una gran ineficiencia administriva, ya que los puestos altos, los que van desde los niveles medios gerenciales hacia arriba, se han más que quintuplicado sin que eso se haya manifestado en mayor eficiencia y mayor producción de la empresa. Pero la intención no era eficientar la empresa, como se estaba planteando, sino prepararla para su desmantelamiento.
– La han vuelto ineficiente, contra lo que dicen los partidarios de su privatización…
– Sí, absolutamente. Tenemos una cantidad de indicadores de cómo los insumos que vende una empresa como PEMEX-Producción, no se relacionan de manera directa con PEMEX-Petroquímica y Refinación, y entonces PEMEX-Petroquímica y Refinación tienen que conseguirlos afuera, en otro lado, porque le salen más baratos que comprárselos a otra parte de la propia empresa. Esto es una locura, absolutamente ninguna empresa internacional hace eso; la tendencia en todas las grandes empresas es precisaente acelerar, fortalecer la integración vertical, que es lo que las hace más eficientes, pero eso no es lo que estaba en la mente de quienes auspiciaron esta división.
La otra medida torpe, una de las más graves medidas, ocurrió también a mediados de los 80, y esa fue el desfinanciamiento crónico y sistemático de la actividad de transformación petrolera. Al respecto tenemos los datos de la misma empresa, que nos implican que PEMEX llegó a producir 20 millones de toneladas anuales de petroquímicos y derivados de petróleo, y en la actualidad sólo produce 6 millones al año. Es decir, han hecho todo lo contrario de lo que se hace internacionalmente y de lo que cualquier empresa, especialmente una empresa pública del Tercer Mundo, debe hacer, que es la transformación, la industrialización de un recurso tan fundamental como el petróleo, con el valor agregado consiguiente, y no una inserción de corte colonial en la que se especializa al país en la exportación de crudo.
– ¿Cómo se advierte esto en el contexto de la llamada «desincorporación» de entes estatales?
Tenemos otra enorme anomalía, que no se presenta en ningún otro gran productor de petróleo. Podríamos decir que México es un caso único en el mundo, de un país con estas dimensiones, que ya no controla su acero; es un caso único en el mundo que ya no tiene un sistema bancario nacional, y es un caso unico mundial de gran productor y exportador de petróleo que importa más, que gasta más en importar productos refinados y gasolinas, de gas natural, que el valor de las exportaciones del crudo. Y eso está definido como una gran anomalía, es una de las manifestaciones más graves de la adopción de un esquema de corte colonial, lo cual es una gran regresión, porque a partir de 1938, a pesar del sabotaje de las grandes empresas que se vieron afectadas, ya para los 60 y 70 aquí se desarrolló una verdadera gesta de ingeniería petrolera y de desarrollo tecnológico.
Pues bien, y para mal del país, eso ha sido practicamente revertido. Tanto en el campo de la petroquimica como en el muy relacionado con ello, de la tecnología petrolera. El desmantelamiento del Instituto Mexicano del Petróleo es algo realmente deplorable y lo que han hecho es transformar al IMP de un centro generador de tecnologías importantes para la planta petroquímica nacional, en una especie de escuelita de posgrado. Entonces yo diría que ese sería el otro elemento importante.
– ¿Quién instrumenta estos cambios en el gobierno?
– Sí, esto viene como parte de las exigencias de los acreedores del país, articulados por el Banco Mundial e implementadas a través de la Secretaría de Hacienda por el Fondo Monetario Internacional. Esto no lo estoy diciendo así por decirlo. Hago referencia a pronunciamientos hechos por Raúl Muñoz Leos, primer director de PEMEX en el sexenio de Fox, que ha confesado que realmente la Secretaría de Energía no tiene nada que ver con la dirección del sector energético, sino que eso lo definen quienes manejan los presupuestos, que son los señores de Hacienda y precisamente esta secretaría ha sido la más sometida a los lineamientos del FMI. De tal suerte que ese es uno de los problemas centrales que tenemos.
– ¿Qué es lo que se proponen los acreedores de México?
Es la exigencia de los acreedores que consiste en abrirle la entrada a los grandes monopolios o a su sector oligopolizado energético en el mundo. En un contexto en el cual el ente estatal mexicano ha sido sometido a un desmembramiento administrativo, que lo coloca en una situación sumamente vulnerable de cara a las grandes empresas, que al contrario de lo que se hizo aquí, han fortalecido su integración tanto a nivel horizontal como a nivel vertical.
– ¿Petróleos Mexicanos tiene la viablilidad y la fortaleza productiva y financiera para salir adelante?
– Claro, hay otro punto central. Es que a pesar de todo este proceso que contrasta de manera muy negativa con lo que se hace internacionalmente, la enmpresa ha sido sometida a un verdadero asalto fiscal. PEMEX ha venido pagando entre el 87 y el 106 % de sus ganancias al fisco. Si eso lo comparamos con British Petroleum, que paga una tasa del 30 por ciento, advertiremos el grado de asalto fiscal de aquí. Ninguna empresa en el mundo aguanta el acoso fiscal, un sabotaje fiscal de este tamaño. Y PEMEX es una empresa que ha respondido al orden de viabilidad, que ha aguantado, pero desde luego que, por ejemplo, por dar un caso, para el año 2004 la empresa generó 42 mil millones de dólares netos, pero Hacienda le impuso impuestos por 44 mil, dos mil millones de dólares más. De esa manera la empresa es forzada a pedir préstamos para poder pagarle a Hacienda. Es decir, el Estado mexicano, hegemonizado por una oligarquía depredadora y por intereses internacionales, agrede de manera brutal e irracional a la empresa que da la mayor aportación fiscal al funciionamiento del gobierno. PEMEX paga más impuestos que todas las empresas privadas juntas, y aún hay más:los ingresos de PEMEX han permitido que el gobierno tenga una actitud laxa en relación con lo que es una verdadera reforma fiscal, que debía promoverse, y que consiste en que los de mayores ingresos paguen más. A lo largo del periodo del desarrollo estabilizador, que práctricamente lo podemos situar desde la década de los 60 y 70 hasta los 80, el Estado siempre se cuidó de que la empresa, a más de ser la mayor contribuyente fiscal, recibiera los suficientes ingresos generados por ella misma para su mantenimiento y su expansión.
– ¿Cuándo finalizó esta política?
– Todo eso se acabó con el llamado neoliberalismo. Se acabó cuando los acreedores impusieron un régimen a ultranza, que llamamos neoliberalismo, pero que está especificado en las condiciones impuestas por el BM y el FMI, por la grave torpeza en la negociación de la crisis deudora realizada en el gobierno de Miguel de La Madrid, por el secretario de Haciernda, Silva Herzog Flores. Esto no es producto de la globalización, entre comillas, esto es producto de una mala negociación, o de una no-negociación. El negociador estadunidense de la deuda mexicana, John Bailey, en tiempos de Ronald Reagan, cuando aquí estaba en el poder De la Madrid, fue entrevistado diez años más tarde por Dolia Estevez, quien le preguntó cuáles fueron las características de la negociación que más le llamaron la atención. Bayley le dijo: «Lo que más me llamó la atención fue que el equipo mexicano, en lugar de negociar la posición de un país deudor, se colocó del lado de los bancos y de los acreedores» y aceptó las condiciones porque suponía que sólo era un problema de caja, no una crisis, no un problema estructural mayor. Y también se le preguntó: «y si usted hubiera estado en el equipo negociador mexicano, ¿qué hubiera hecho?». Contestó: «Yo me hubiera reunido con los principales deudores de América Latina y hubiera enfrentado a los bancos y les hubiera dicho: si ustedes no cambian los parámetros de la negociación nos vamos a una moratoria». Bueno, eso era precisamente lo que estaba proponiendo el sector nacionalista de México y eso fue precisamente lo que el gran negociador estadunidense estaba planteando.
– ¿Cuál fue, pues, el impacto de esta negociación en la actividad petrolera?
– Se privilegió el servicio de la deuda por encima de todo, se puso en entredicho toda la renta petrolera y se empezaron a aceptar esas enormes condiciones y así el país desvía brutalmente sus recursos de inversión pública hacia gastos no productivos, como lo era y es el oneroso servicio de la deuda, generándose inmensos boquetes presupuestales, que eran llenados con empréstitos. Pero estos no son realizados por instituciones filantrópicas, sino por instituciones de lucro como el Banco Mundial, que articula los intereses de la clase empresarial de sus países. Colocaron entonces toda una serie de condicionamientos para abrirle espacios a las empresas de ellos, y parte fundamental del diseño fue el desmantelamiento o la apertura del sector paraestatal mexicano, lo cual permitía que los grandes monopolios extranjeros entraran al país. Y el sector que más peso tiene, el sector petro-eléctrico, que ha resistido mucho pero ha sido sometido a procesos de facto de privatización, los cuales se acentuaron más a partir del 82.
– Y la electricidad, ¿cómo anda?
– Ambos sectores –el petrolero y el eléctrico– están plenamente relacionados, por el hecho de que el 80 % de la energía eléctrica se genera en plantas movidas por petróleo. Entonces lo que tenemos ahora es la entrada de estos grandes consorcios en el sector eléctrico. Aquí está ya Iberdrola y tenemos una cantidad muy grande de empresas extranjeras adentro, por una serie de modificaciones a las leyes. El licenciado Salinas se especializó en atacar brutalmente al país, era un usurpador que necesitaba legitimarse y se legitimó a base de un entreguismo muy particular, que yo he comentado en mi libro «La compra venta de México», con la actitud de otro distinguido entreguista como el pésimo Santana.
– Pero en el sector petrolero tenemos los Contratos de Servicios Múltiples. Con este esquema se aceleró el desmantelamiento operativo de la empresa. Por ejemplo, grandes direcciones generales de PEMEX empiezan a quedar como cascarones, pero se retiran los técnicos y se despide, en despidos hormiga, a los trabajadores, para en lugar de ello, firmar contratos con proveedoras de ciertos servicios internacionales, por ejemplo con empresas muy vinculadas con gobierno estadunidense, como es Hallyburton, como es Bechtel, que son empresas que junto con otros contratistas se han hecho cargo del principal campo petrolero del país, el segundo más grande del mundo, que es el de Cantarell, y el manejo que han hecho es en función de los intereses inmediatos y empresariales y de seguridad de los EU. Estos intereses son acelerar a como dé lugar la exportación de crudo mexicano, para lo cual en el campo gigante de Cantarell han inyectado nitrógeno al yacimiento, que de acuerdo con los técnicos internacionales, es la peor opción que se podría adoptar, pues sirve para sacar la mayor cantidad en el menor plazo, pero arruina al campo petrolero. No le han hecho caso a propuestas técnicas como la del ingeniero Francisco Garaicochea, quien ha hecho una cantidad muy grande de estudios sobre esto, sugiriendo desde luego la re-inyección del gas asociado a Cantarell, con lo que nos habríamos economizado entre 4 mil o 4 mil 500 millones de dólares. Creo que hay que ponerle mucha atención a lo que estos técnicos nos están diciendo.
– ¿Todo esto se le puede atribuir a la globalización?
– No, esto se debe a un sometimiento, no a la globalización, sino al sometimiento a un liderato económico y político del país, así como a la cúpula gubernamental y a los intereses que articula desde la Casa Blanca la empresa Halliburton. Desde que llegó Fox al gobierno, de febrero del 2001 a mayo del 2005, ya había conferido contratos a Hallyburton por mil 222 millones de dólares. No es cualquier cosa, estoy haciendo referencia a sólo una empresa, la que está vinculada al señor Cheney. Además de la pérdida del negocio para el país, además del desmantelmiasento y el hacer a un lado a la industria petrolera nacional que costó tanto desarrollar, así como a los técnicos que costó tanto adiestrar,y a los trabajadores que tanto necesitan empleo, además de hacer todo eso, está el factor de seguridad, porque mete a ojos y oidos de empresas intimamenmte articuladas desde el aparato de seguridad de los EU, como es Hallyburton, que maneja información que en cualquier lugar del mundo es altamente sensible, como es la cantidad de petróleo que tienen los campos petroleros.
De tal manera que además de ser una enorme torpeza –y estoy siendo muy generoso en los términos, no usé el término traición, o el de corrupción, aunque son los términos que debía usar– la enorme torpeza de ellos de meter a empresas extranjeras en el manejo técnico de PEMEX, significa que ya se nos metieron hasta la cocina.
Lo cual implica que si yo quiero tener datos de qué es lo que está pasando en nuestra industria petrolera, me tengo que ir a Houston a preguntárselos a asesores extranjeros, porque ellos tienen mejores datos que nosotros. Pero no olvidemos que son datos de seguridad nacional, en un mundo en que el petróleo convencional es cada vez más difícil de conseguir, en el que la tasa de descubrimiento de petróleo virtualmente se ha colapsado, en ese mundo en que ya tenemos una guerra por la primera y la segunda reservas petroleras del planeta. La primera está en Arabia Saudita, el segundo gran productor es Irak, y la sigue Irán, que está ya en la mira, en un mundo que está ocurriendo eso, en que se militarizan las relaciones económicas internacionales, en que nuestro socio comercial predica el libre comerdio pero no cree en los mecanismos del mercado para conseguir acceso al petróleo de otros, ni cree en la mano invisible del mercado, sino en el puño duro del Pentágono. La elite de seguridad de EU no tiene mucha confianza en los mecanismos del mercado, tan es así que usa los instrumentos de estado, y que instrumentos de estado más poderosos puede haber que el Pentágono o la CIA. En ese mundo es una enorme torpeza haber cometido este crimen de lesa patria que se ha venido dando sistemáticamente, cada vez con mayor profundidad, desde el 82 a la fecha, aunque yo me temo que si voy y reviso el sexenio en el que actuó Díaz Serrano (con López Portillo) encntraría graves problemas por la relación estrecha de este señor con Zapata Drilling Co., que era una empresa manejada por George Bush padre, quien habia fungido como director de la CIA.
– El panorama, entonces, es desalentador para México
– Yo diría que el panorama que tenemos es sumamente peligroso de cara al futuro, pues la desinversión sistemática en el mantenimiento, en la expansión, en la exploración y perforación de Petróleos Mexicanos, y en el acatamiento a las exigencias de la Comisión de Intercambio de los Estados Unidos, ha hecho que las cifras de la reserva se hayan colapsado, además de la sobreexplotación.
De eso no se infiera que el país no cuenta con recursos petroleros. El país cuenta con ellos, posiblemente en aguas someras hay una buena cantidad, y en aguas profundas también y en la misma plataforma hay suficiente, pero para eso se necesita inversión, perforación, y para poder incorporar miles de millones de barriles al concepto de reserva probada, se necesita precisamente esa inversión que no se ha hecho. Consecuentemente, de cara al 2012-2014 estamos enfrentando una situación sumamente dificil, en un contexto de enorme vulnerabilidad por la importancia que tiene el petróleo para el funcionamiento de la economía mundial y para la nacional.
En cuanto al sector eléctrico, este está altamente petrolizado, de tal manera que el desabasto potencial del petróleo puede tener efectos devastadores. Por añadidura, el sistema de transporte de pasajeros y de carga del país depende en porcentaje tan alto del petróleo como el de EU, en 95-97 por ciento.
– ¿Hemos avanzado en el desarrollo de otras fuentes alternas de energía?
– No se ha pensado de manera seria en qué es lo que va a hacerse de cara a los próximos 10 y 20 años, como para llegar a una definición del coctel energético del país. No porque el país no tenga otros recursos renovables. México es un país solar, cuenta con suficiente capacidad solar para generar una cantidad muy grande de energía. Cuenta también con sectores geográficos ya identificados donde es posible, aunque todavía no se ha medido, pero es sustancial la energía eólica, además de que contamos con hidroeléctricas y otras opciones que ambientalmente no sean dañinas.
Yo desde luego no soy partidario del impulso a la nucleo-electricidad porque los costos ambientales pueden ser catastróficos, como ya ocurrió en EU, en Three Milles Island, y en Chernobyl, pero existen fuentes renovables.
Estimamos que si México hubiera proseguido con la industrialización del petróleo, con la ampliación de la planta de refinación, como uno de los ejes centrales de acumulación, el standard de vida del país hoy sería similar al de que tiene el italiano promedio. Eso es lo que hemos perdido en estos años de libre mercado entre comillas, y de neoliberalismo.
– ¿Qué es lo que le aguarda al sector energético nacional?
– La situación no es una situación gris, sino más que oscura por el momento. El país sigue en este curso. Los señores actuales del poder están gobernando para hacer negocios. Acabamos de ver el bochornoso negocio del acero, el país ya se quedó sin acero, o sea, sin los instrumentos del desarrollo científico y tecnológico; las universidades están siendo desfinanciadas. La situación la veo sumamente lamentable por el momento y lo que necesitamos es que no terminen de desmantelar la empresa petrolera.
En suma, la idea central del Banco Mundial, explicitada en un libro que hice con Gian Delgado «El imperialismo económico en México», con documentos y datos de ellos mismos es dejar a PEMEX como un cascarón, como un puro objeto de manipulación de opinión pública, pero todo lo que es sustantivo de la empresa seguirlo desmantelando.
Y con Calderón va a seguir la misma línea. Veo que hay señores de dentro y de fuera que están muy interesados. Por otra parte, cuando hablamos de seguridad nacional, si no colocamos como punto central la defensa del patrimonio petrolero y de su renta, entonces no sabemos que quiere decir seguridad nacional.