El presidente de Bolivia, Evo Morales, destituyó el miércoles al jefe de la Policía acusado de apoyar una mafia que se dedicaba a falsificar documentos de vehículos robados, en lo que ha constituido un nuevo escándalo de corrupción en la cúpula de esa institución. El general Ciro Farfán fue sustituido por el también general Jorge […]
El presidente de Bolivia, Evo Morales, destituyó el miércoles al jefe de la Policía acusado de apoyar una mafia que se dedicaba a falsificar documentos de vehículos robados, en lo que ha constituido un nuevo escándalo de corrupción en la cúpula de esa institución.
El general Ciro Farfán fue sustituido por el también general Jorge Santiesteban. Este es el segundo cambio que realiza Morales en el seno de este organismo en menos de tres meses, en un intento por frenar la ola de corrupción en el sector público.
Farfán fue acusado de proteger una red dedicada a falsificar matrículas de vehículos, después de que se hallara un coche de lujo que entró en territorio boliviano con documentos falsos que habrían sido firmados en 2010 por quien era su ayudante cuando dirigía la Dirección de Prevención y Robo de Vehículos.
«Esta situación nos obligó a cambiar al comandante de la policía y esperamos con el nuevo comandante y su estado mayor mejorar y superar algunas irresponsabilidades de algunos oficiales», expresó Morales en un acto celebrado el miércoles por la noche (madrugada del jueves en España).
Por su parte, Santiesteban prometió «mano dura» contra los efectivos que estén envueltos en hechos delictivos. «Seremos inflexibles en hacer cumplir de manera puntual la Ley 101, que tiene por objeto regular el régimen disciplinario de la Policía Nacional en resguardo de la dignidad de los funcionarios policiales», advirtió.
El pasado marzo, Farfán fue nombrado jefe de la Policía en sustitución del general Oscar Nina, quien también fue destituido por Morales tras un sonado caso de corrupción que afectó la imagen de su gobierno.
MÁS CAMBIOS
En un intento por evitar más casos de fraude, Morales decidió el miércoles poner en manos de «la sociedad civil» el control de los procesos de recaudación y administración de los recursos de la Dirección de Prevención y Robo de Vehículos, que durante años han sido gestionados por la Policía.
Morales defiende estos cambios porque es la manera de «garantizar la dignificación y fortalecimiento» de la Policía de Bolivia. «Lamentablemente donde la institución se hace cargo de la administración de las recaudaciones, pues por culpa de algunos se desprestigia nuestra institución», dijo.
«Está en la responsabilidad de cada uno de nosotros dar un aporte y crear mayor confianza en la población, que el pueblo tenga respeto y admiración por nuestra institución policial», afirmó el mandatario indígena.
El traspaso de estas funciones a la sociedad civil permitirá a la Policía disponer de más de mil oficiales que estaban asignados a cargos administrativos, los cuales se pondrán «al servicio de la seguridad ciudadana», según aseguró Morales.
Por su parte, el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, anunció que el Ejecutivo enviará al Congreso una ley que institucionalice la recaudación y administración de esos recursos por parte de los «civiles», y aclaró que esto no se traducirá en la reducción del presupuesto que anualmente se asigna a ese cuerpo de seguridad.