Los habitantes de Villa Montes paralizaron todas sus actividades en reclamo de la construcción de un camino que los una con Paraguay, obra prometida por el gobierno nacional hace varios meses. Mientras una comisión gubernamental trata de negociar con los dirigentes de la protesta, el ministro de la Presidencia, José Galindo, afirmó que el paro […]
Los habitantes de Villa Montes paralizaron todas sus actividades en reclamo de la construcción de un camino que los una con Paraguay, obra prometida por el gobierno nacional hace varios meses.
Mientras una comisión gubernamental trata de negociar con los dirigentes de la protesta, el ministro de la Presidencia, José Galindo, afirmó que el paro persiste, pese a que el gobierno garantizó la ejecución de la obra, porque lo motivan intereses en que la empresa brasileña Odebrecht, se haga cargo de la obra, y dijo que el gobierno mantiene la posición de licitarla entre compañías de ese país.
La huelga incluye el bloqueo de la carretera entre Villamontes y Argentina y el camino a Paraguay, que mantiene varados a decenas de camiones con grandes volúmenes de mercadería de importación y exportación.
Entretanto, militares y policías se desplegados para resguardar los campos petroleros y refinerías, luego que los huelguistas de Villamontes paralizaron una estación de bombeo que abastece de combustibles a la región de Tarija.
El conflicto encuentra en el ministerio de Gobierno a Saúl Lara, quien asumió hace dos días, en reemplazo de Alfonso Ferrufino, quien renunció sorpresivamente invocando problemas de salud.
La medida fue dispuesta por el gobierno, según el jefe de las Fuerzas Armadas, almirante José Aranda, para evitar la repetición de hechos como el citado y de las ocupaciones de tres campos petroleros en la oriental región de Santa Cruz, esta semana.
Mientras en la ciudad de Santa Cruz las juntas vecinales amenazaron tomar la refinería de Palmasola, prontamente militarizada, la Federación de Chóferes de la ciudad de Cochabamba planteó la toma de refinerías y gasolineras, en ambos casos para obligar al gobierno a congelar los precios de los combustibles.
Con el mismo objetivo, la Confederación de La Paz, inició un ayuno y convocó a sus afiliados a una asamblea para decidir medidas contra las alzas de precios de los combustibles.
Los precios internos son objeto, sin embargo, de pequeños ajustes periódicos, pero no por el traslado de las alzas internacionales del petróleo, sino por las devaluaciones monetarias.