Molesta por los reportes de que Estados Unidos la espió a ella y a otros brasileños, la presidenta Dilma Rousseff está acelerando una nueva legislación que obligaría a Google, Facebook y otras empresas de internet a almacenar localmente los datos obtenidos en el país. Los requisitos serían difíciles de implementar, advierten expertos en tecnología, considerando […]
Molesta por los reportes de que Estados Unidos la espió a ella y a otros brasileños, la presidenta Dilma Rousseff está acelerando una nueva legislación que obligaría a Google, Facebook y otras empresas de internet a almacenar localmente los datos obtenidos en el país.
Los requisitos serían difíciles de implementar, advierten expertos en tecnología, considerando los elevados costos y la naturaleza global de internet. Y aún así, la iniciativa de Rousseff es uno de las consecuencias más tangibles hasta ahora de las revelaciones de que la Agencia de Seguridad Nacional espió correos electrónicos, mensajes y llamadas telefónicas en el extranjero.
La regulación, que está siendo redactada por un legislador del izquierdista Partido de los Trabajadores de Rousseff y debe estar lista la próxima semana, forzaría a empresas extranjeras de Internet a tener centros de datos en Brasil sujetos a las leyes de privacidad del país, dijeron funcionarios.
Actualmente, las compañías de internet que operan en Brasil pueden almacenar su información donde prefieran. Facebook Inc , por ejemplo, usa un centro de datos en Estados Unidos y tiene un nuevo complejo en Suecia.
Rousseff piensa que ese cambio ayudaría a proteger a los brasileños del espionaje estadounidense y está considerando instar a otros países a tomar medidas parecidas cuando hable ante la Asamblea General de Naciones Unidas este mes, dijo a Reuters un funcionario brasileño de alto rango.
«Esto sería un antes y un después para esas compañías», dijo el funcionario, poniendo como ejemplos a Facebook, Google Inc y Microsoft Corp pero aclarando que no serían las únicas afectadas. «Si quieres trabajar aquí, vas a tener que obedecer nuestras reglas».
El funcionario habló a condición de no ser identificado para poder discutir los planes de Rousseff y las consecuencias de la ley.
La propuesta de nueva legislación llega después de una serie de reportes de prensa basados en documentos filtrados por Edward Snowden, un ex contratista de la NSA ahora asilado en Rusia.
Aunque Brasil es uno de varios países citados como blancos del espionaje estadounidense, las revelaciones causaron revuelo en el país debido a la histórica desconfianza a las agencias de espionaje estadounidenses en América Latina y un reporte de que hasta las comunicaciones de Rousseff habían sido interceptadas.
En otra muestra de preocupación, el ministro de Defensa de Brasil, Celso Amorim, dijo el jueves que discutiría con la presidenta argentina, Cristina Fernández, en una reunión en Buenos Aires, un plan de cooperación bilateral en para cooperar en el área de defensa cibernética.
Representantes de Facebook y Microsoft no estuvieron inmediatamente disponibles para comentar sobre el asunto.
Algunos países europeos exigen que ciertos datos personales sensibles sean almacenados localmente. Microsoft, Amazon y otros proveedores de servicios de almacenamiento remoto tienen centros de datos en esos países para que sus clientes puedan cumplir con las regulaciones.
Las redes sociales pueden ser más difíciles de gobernar. Si un usuario de Facebook en Brasil comenta sobre un post de un amigo en Francia, por ejemplo, no está claro qué datos pueden quedar en Brasil.
Según las especificaciones de la futura ley brasileña, el impacto sobre las compañías «puede ser realmente grande», dijo Dennis Julian, un experto en centros de datos del Integrated Design Group en Boston.
«La pregunta es qué tan lejos quieres ir con ella», dijo.
(Reporte adicional de Esteban Israel, Anthony Boadle y Brad Haynes en Brasil, Joseph Menn en San Francisco y Guido Nejamkis en Buenos Aires)