El martes 27 de diciembre de 2011, se realizó en el Hotel Bauen, una conferencia de prensa en la cual se denunció la discriminación y la persecución ideológica de la que fue objeto el Dr. Fabián Harari por parte del CONICET. Participaron como expositores el mismo Fabián Harari, Lucas Poy por la Asociación Gremial Docente […]
El martes 27 de diciembre de 2011, se realizó en el Hotel Bauen, una conferencia de prensa en la cual se denunció la discriminación y la persecución ideológica de la que fue objeto el Dr. Fabián Harari por parte del CONICET.
Participaron como expositores el mismo Fabián Harari, Lucas Poy por la Asociación Gremial Docente de la UBA (AGD-UBA), Pablo Cibes de ATE-CONICET, Federico Holik de Jóvenes Científicos Precarizados (JCP-Regional Buenos Aires), los profesores Mariano Rodríguez Otero (Director de la carrera de Historia de la UBA) y Eduardo Grüner (docente de la misma universidad) y representantes de partidos pertenecientes al Frente de Izquierda y de los Trabajadores: José Castillo y Myriam Bregman. Asimismo, se solidarizaron desde el público el delegado de Junta Interna de Delegados de ATE del Hospital Garrahan, Gustavo Lerer, el periodista Herman Schiller, el investigador del CONICET Andrés Carrasco, Alejandro Lipcovich (presidente de la FUBA), integrantes de la revista Pensar Históricamente, y Andrés Machiuca (Agrupación Docentes de Base de La Matanza).
La conferencia se abrió con la lectura de algunas de las decenas de adhesiones recibidas por parte de organizaciones sociales, gremiales y políticas, así como de importantes intelectuales del país y del exterior.
En su intervención, el Dr. Harari comentó que luego de investigar por largos años el período de la Revolución de Mayo «en condiciones misérrimas, sin aportes jubilatorios, sin obra social, sin licencias y sin ninguna estabilidad» se presentó a Carrera de Investigador Científico «para tener todas las condiciones que un científico requiere». Su solicitud fue rechazada y en el dictamen de la comisión evaluadora del CONICET, presentado ante el público y la prensa, se evalúa que si bien sus trabajos «parten de un buen conocimiento de la literatura y exhiben trabajo de investigación con fuentes primarias, tienen un tono excesivamente polémico y militante ajeno a las reglas del arte». Harari enfatizó el carácter discriminatorio de este planteo que lo deja sin trabajo por razones ajenas a los elementos que debieran evaluarse y la gravedad que implica un dictamen de estas características en la medida en que «sienta un peligroso antecedente para juzgar no ya a todos los militantes de izquierda que quieren hacer una tarea científica, no ya a cualquier militante que quiera hacer una tarea científica, sino que habilita a la discriminación hacia cualquier actividad extra-académica, como ser nacionalidad, género o preferencia sexual». Por otra parte, dio a conocer que a raíz de una nota que publicara denunciando el caso en Tiempo Argentino, el CONICET lo convoca a una reunión encabezada por Dora Barrancos, en donde, lejos de contener el reclamo, le pidieron explicaciones a él por su denuncia pública y fue maltratado. Por último, remarcó que no es el único caso de persecución ideológica en la actualidad en el país: «el de Luis Calarota de la Universidad de Rosario, el caso de los dos médicos del MOCASE en Santiago del Estero y los cinco directores de carrera en la Universidad de Río Negro». Se solidarizó con ellos y los convocó a concluir en una «coordinadora nacional contra la persecución ideológica».
El Prof. Eduardo Grüner planteó que se trata de un «caso testigo» en la medida en que pone sobre la mesa problemas que instituciones como el CONICET vienen arrastrando hace años, y señaló la «paradoja» de que en un contexto en donde se habla del retorno de la militancia y de la política se critique el carácter de militante: «parece ser que es un retorno, pero acotadito».
Pablo Cibes, delegado de ATE-CONICET, remarcó la importancia de subsanar la situación y de garantizar que no se repita. Para ello, planteó, es necesario dar una discusión sobre los criterios de evaluación, de que deben ser claros y con continuidad «no puede suceder que hoy te digan estás llevando bien tu tesis doctoral y mañana, cuando terminaste, hiciste todo mal. El sistema en eso se lava las manos, todo es culpa del individuo».
Myriam Bregman hizo llegar la solidaridad y el compromiso del PTS, y remarcó que «ante la enorme campaña oficial publicitaria, de millones de pesos, mostrando cómo los científicos volvían felices en avión, con periodistas que lo repiten cotidianamente en las radios del país, que saquen a la luz esto, que se sepa, se conozca y hayan hecho esta conferencia de prensa con tanta presencia, es sumamente importante».
Por último participó José Castillo destacó que, luego de la lectura del dictamen, queda claro que no se trata solo de persecución ideológica, sino de macartismo: «hay un planteo directo entre lo que Fabián está investigando, con qué fuentes, y quién es Fabián. Se está planteando que él es militante, pero no simplemente esto, sino que Fabián es militante de una organización marxista revolucionaria. Una situación que en el marco de la historia argentina no se puede dejar pasar. Esto está por escrito y lo que está por escrito es jurisprudencia».
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