Mayo y junio fueron los meses del reparto de utilidades para los trabajadores mexicanos. Al respecto ¿cómo les fue a los obreros en 2024? Mal, muy mal. Fue un año muy malo para los trabajadores. No obstante que laboran todo el año son los patrones quienes venden muy bien los productos y cada día se hacen más ricos. Y sin rubor alguno argumentan, “pues ni modo, fue un año malo”, “nos fue muy mal y tuvimos perdidas, no pidan utilidades”. Esto lo hemos oído durante años y años, siempre pierden las empresas, según los patrones.
Las utilidades son la ganancia total, neta, que deja una empresa durante un año de trabajo después de vender las mercancías que producen los obreros en las maquinas del patrón. O sea, que las utilidades son pura ganancia, misma que producen fundamentalmente los trabajadores con su fuerza de trabajo, por eso tienen derecho a recibir parte de ellas. Ahora bien, no hay industria ni negocio que no obtenga ganancias, todas ganan, las empresas que no ganan cierran inmediatamente, mandan a la calle a todos y no dejan que se acumulen sus pérdidas, los patrones no pierden su tiempo. Por eso, cuando los patrones nos dicen que tienen pérdidas están mintiendo, a veces hasta lloran para que les creamos, para que los obreros se compadezcan y no exijan utilidades o, incluso, nos amenazan con cerrar la fábrica. Todo esto dicen y hacen los patrones, pero mienten, siempre mienten, nadie pone un negocio para perder.
A los trabajadores nos corresponde solo el 10 por ciento de esas ganancias totales como utilidades o Participación de los Trabajadores en las Utilidades (PTU), según la Ley, pero muchas veces no nos toca nada, o nos toca “una baba de perico”, aun donde hay utilidades los empresarios le mochan a la cantidad real de las ganancias que obtuvieron, en acuerdo con los líderes charros, pero nunca nos dan completo, lo peor de todo es que los gobiernos de todos los partidos se ponen de acuerdo con los patrones para desaparecer este derecho.
La verdad es que las utilidades han pasado a ser una ilusión del derecho obrero en las últimas décadas con los gobiernos neoliberales del PRI, PAN y MORENA, pues todos estos partidos son lo mismo, solo son grupos distintos de políticos que sirven a los grandes capitalistas desde el poder. Hagamos un poco de historia.
Primero. Desde 1968 cuando se integró a la Ley Federal del Trabajo el derecho al reparto de utilidades, hasta el año 2012, los líderes charros y corruptos se encargaban de ponerse de acuerdo con los patrones para disminuir las utilidades de los trabajadores a cambio de sumas de dinero que recibían por calmar a los obreros o por reprimir a los inconformes; las empresas elaboraban una doble contabilidad para ocultar las ganancias reales y declaraban con una contabilidad falsa que era aceptada por las autoridades también corruptas. Décadas del charrísimo tradicional y de corrupción gubernamental fueron el instrumento patronal más eficaz para no repartir utilidades.
Segundo. En el gobierno de Felipe Calderón, los empresarios y los políticos del PRI y del PAN fueron más a fondo y legalizaron la subcontratación, la famosa outsourcing cuyo objetivo central es favorecer al capitalista colocando un intermediario entre la empresa beneficiada y los trabajadores, para que el obrero, pagado por la intermediadora o outsourcing, no tocara las utilidades de la empresa principal y recibiera pocas utilidades o nada de la empresa intermediaria, así funcionó con eficacia también desde el 2012 hasta la llegada de MORENA.
Tercero. Cuando Andrés Manuel López Obrador, ya como presidente, firmó el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá (T-MEC), aceptó el Capítulo Laboral que le impuso el imperio y que entró en vigor el 1 de julio de 2020. Aplicó aquí descaradamente su política antiobrera y obedeció a los estadounidenses disfrazando el outsourcing, porque en Estados Unidos no es legal ese sistema laboral. Esto perjudicaba a los empresarios nacionales por lo que AMLO acordó con los patrones mexicanos reformar la Ley Federal del Trabajo pero maquillando la subcontratación para mantener sus ganancias altas, a cambio les ofreció reducir el derecho de las utilidades de los trabajadores estableciendo en la Ley un monto máximo de tres meses como pago de utilidades, favoreciendo claramente a los empresarios más ricos y asestando un duro golpe a los trabajadores mexicanos, que de por sí ya recibían pocas utilidades. Ni más ni menos. Todos los legisladores de la cuarta transformación, el Presidente de México, los empresarios y el nuevo charrísimo morenista castraron legalmente este derecho que tenía una vigencia de 62 años.
Hoy muchos obreros de la gran industria que recibían una buena cantidad por concepto de utilidades, como los mineros, los obreros de la industria metalúrgica, automotriz y otros, ahora son más pobres, gracias a la traición de AMLO y sus secuaces.
Curiosamente el año pasado fue un año regular de utilidades, pero se debió a que se anunció y aplicó la reducción legal de los días del pago de utilidades a tres meses y AMLO, sirviendo a los poderosos del dinero, necesitaba calmar a los obreros y, en acuerdo con los patrones, les “exigió” algo de utilidades para los obreros en 2023. Sin embargo, 2024 fue un pésimo año, no solo porque ya está consolidada la reforma a la reducción del pago del PTU y los obreros ni se acuerdan de dicha modificación a la ley, sino también porque AMLO necesitaba el apoyo de los empresarios en las elecciones de junio para imponer a Claudia Sheinbaum en la Presidencia de la República y les ofreció que, si lo apoyaban, no habría exigencia del gobierno morenista en el reparto de utilidades, los protegería y tampoco haría investigaciones hacendarias si incumplían con el pago de utilidades. Y así sucedió.
En consecuencia, este 2024 miles de empresas se declararon con pérdidas o sin ganancia, afectando a millones de obreros que no recibieron utilidades. Y otra vez, con llanto en los ojos, los patrones pidieron comprensión a los trabajadores para no entregar pago de utilidades debido a las “pérdidas” que sufrieron sus fábricas, y otra vez, con apoyo de la 4T a los empresarios, millones de obreros no recibieron utilidades. Se repitió la historia.
Solo unos pocos empleados protestaron y lograron algo, pero la mayoría fueron ignorados, reprimidos o despedidos, como en el caso de Soriana, la poderosísima empresa internacional, que dijo no tener ganancias y entregó como utilidades 300 pesos por empleado, burlándose de ellos y corriendo a los trabajadores valientes que protestaron públicamente.
Todos los patrones mienten, todas las empresas ganan, todos los gobiernos y partidos apoyan al capitalista porque con ellos comparten intereses. Los obreros debemos tomar conciencia de esto, entender que no es solo nuestro patrón abusivo e injusto, sino toda la clase empresarial, que es el sistema económico completo el que nos oprime; y por ello debemos entender que necesitamos organizarnos y educarnos políticamente, para formar un verdadero partido obrero, que encabece la lucha por resolver los grandes problemas de los trabajadores, como el pago de las utilidades, pero fundamentalmente para combatir la explotación laboral en México.
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