Lo que hasta ahora conocíamos bajo el título de PROTECT IP ha dado un vuelco conformándose bajo las siglas E-PARASITES. La regulación que eleva la censura a un nivel jamás visto se ha publicado y promete convertirse en el gran firewall mundial en Internet. De aprobarse, la regulación tendría derecho a sitiar y tumbar cualquier […]
Lo que hasta ahora conocíamos bajo el título de PROTECT IP ha dado un vuelco conformándose bajo las siglas E-PARASITES. La regulación que eleva la censura a un nivel jamás visto se ha publicado y promete convertirse en el gran firewall mundial en Internet. De aprobarse, la regulación tendría derecho a sitiar y tumbar cualquier web, sea norteamericana o extranjera, daría derecho a los titulares de derechos de autor a eliminar los sitios que crean infractores del copyright, permitiría en cinco días estrangular cualquier apoyo económico de estas webs. Por último, obligaría a los proveedores a actuar en ese plazo de cinco días si los titulares lo requieren bajo penas de desacato en el que caso de que se negaran.
El vídeo con el que abrimos explica claramente los peligros del proyecto de ley que viene. La organización sin ánimo de lucro Fight For the Future lo ha lanzado nada más liberarse en la Cámara de Comercio para hacer llegar al mayor número de personas el proyecto y que se entienda.
El principal problema es que el texto de PROTECT IP se ha modificado ampliando el mapa censurador a toda la red mundial, un caos infame de dificil solución si llegara a aprobarse. La noticia se supo hace unas horas, momento en el que la Cámara liberó las bases de la nueva propuesta. A pesar de que se había indicado en las últimas semanas que se tendrían en cuenta los problemas de la anterior redacción y los problemas que acarrearía en el mapa digital y la legalidad de ésta, la censura se eleva. Se trata, como muchos indican, de la construcción del gran firewall norteamericano (realmente global) capaz de saltar por encima de la Primera Enmienda estadounidense.
E-PARASITE (the Enforcing and Protecting American Rights Against Sites Intent on Theft and Exploitation Act) amplia el anterior proyecto situando como objetivos no sólo a los sitios que se dedican a supuestas actividades ilícitas en Estados Unidos, sino que ahora se extiende al extranjero.
Bajo el término «inducir» la ley se ampara en que cualquier sitio o web puede ser susceptible de vigilancia y acción sobre ella. En otras palabras, el lobby de la industria del entretenimiento consigue así que todo el mapa digital pueda ser susceptible de hostigamiento del proyecto. Dependiendo de la interpretación, casi todos los sitios web o servicios en Internet podría convertirse en un objetivo.
Con la regulación en mano, los proveedores de servicios quedan atados de pies y manos si los titulares deciden derribar una web. De esta manera se elimina la barrera que existía en el país por la cual los proveedores estaban liberados de cualquier responsabilidad. El funcionamiento sería así:
- Titular acusa a una web que cree infractora.
- Fiscal emite una carta a los proveedores.
- Proveedores deben bloquear el acceso a la misma así como eliminar cualquier operación financiera o económica de terceros sobre el sitio en un plazo de cinco días.
Como digo, lo peor es que se trata de actuar sobre cualquier web, aunque se encuentre fuera de la jurisdicción norteamericana. No sólo eso, la propuesta tipifica que en el caso de que existiera cualquier intento de superar el bloqueo (por ejemplo MAFIAA Fire) existiría responsabilidad sobre el proveedor.
Una propuesta de ley infame que se encuentra en vías de aprobación en el Congreso y que ha encontrado a muchos partidarios y senadores influyentes auspiciados por el lobby de la industria. Sin revisión judicial alguna, los titulares de derechos podrían ser los grandes jueces del Internet actual, con capacidad no sólo de tumbar webs, sino de cortar publicidad o el sistema económico de las mismas. Un insulto a cualquier usuario imposible de entender y creado por una industria que se niega a cambiar y adaptarse a los nuevos tiempos.