De los 11 millones 100 mil toneladas de maíz amarillo entero y quebrado que México compró a Estados Unidos el año pasado a través de las empresas importadoras, 70 por ciento está genéticamente modificado.
En un comunicado, la Confederación Nacional Campesina (CNC) precisó que los productos transgénicos se consumen principalmente en la producción pecuaria nacional.
Destacó que desde hace más de diez años los transgénicos llegaron a México y que con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se abrieron las puertas del país a los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) del maíz.
«Interlocutores gratuitos de los campesinos, como son grupos ambientalistas y pequeñas organizaciones políticas y comercializadores sociales asumen que las siembras experimentales de maíz genéticamente modificado son una amenaza para México», subrayó.
Sin embargo, la CNC sostuvo que los OGM no serán una amenaza si se cumple estrictamente con el protocolo de Cartagena y las medidas ya contenidas en la Ley Federal de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados.
El secretario general de la Confederación Nacional de Productores de Maíz Mexicano (CNPMM), Carlos Salazar, aseguró que la gran amenaza está en territorio mexicano por la irresponsabilidad del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).
Debido a que no ha cumplido con la aplicación del Protocolo de Cartagena que contiene medidas para la movilización en las fronteras de importaciones de organismos genéticamente modificados, principalmente de maíz, arroz y trigo.