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El aborto, pretexto clerical para impugnar al Estado laico

Fuentes: Rebelión

1. La batalla del alto clero mexicano es contra el Estado laico que surgió en 1859 al decretar el gobierno de Juárez la separación del Estado y la Iglesia. Las confrontaciones que en los últimos meses viene encabezando el clero contra el gobierno de la ciudad de México y los legisladores del PRD, para evitar […]

1. La batalla del alto clero mexicano es contra el Estado laico que surgió en 1859 al decretar el gobierno de Juárez la separación del Estado y la Iglesia. Las confrontaciones que en los últimos meses viene encabezando el clero contra el gobierno de la ciudad de México y los legisladores del PRD, para evitar la aprobación de la despenalización del aborto, son sólo un pretexto del clero para continuar su lucha contra el laicismo, que lleva casi siglo y medio. La intervención del Papa Benedicto XVI que «se une a la Iglesia en México, así como a tantas personas de buena voluntad preocupadas por la intención de aprobar un proyecto de ley en el Distrito Federal que amenaza la vida de los niños que están por nacer» además violatoria de la soberanía del país es abiertamente provocadora. El gobierno derechista de Calderón y los panistas han aplaudido la intervención papal.

2. El comportamiento de las iglesias en el mundo, la católica en particular, ha sido diferente. Han jugado un papel transformador y de avanzada donde es minoría oprimida, pero donde son mayoría se ha aliado con los dueños del capital, con los explotadores de los pueblos, para imponer su poder. En México -después de dominar durante los 300 años de la época colonial (1521-1821) y salir derrotada durante la Guerra de Reforma (1857-60) ha luchado contra todas las leyes que la limitan o reglamentan. Durante la dictadura porfiriana (1876-1911) y la dictadura priísta (1929-2000) la iglesia al no poder conseguir lo que quiere la vía violenta pactó alianzas; pero a raíz de la implantación del neoliberalismo en 1982 optó por presiones y negociaciones más activas con la intervención de las visitas papales. Así logró el reconocimiento durante el gobierno de Salinas en 1992.

3. Este asunto de la legalización del aborto es una lucha importante de las mujeres, pero también del país por incrementar sus libertades, y el argumento clerical y del panismo en el sentido de que esa libertad significa un asesinato son paparruchas reaccionarias que quieren mantener a las mujeres como esclavas ancladas en el pensamiento medieval. Si «creer en Dios es optar por la vida», como dice la derecha, la creencia en los seres humanos con vida real es pensar en un futuro sin miseria, hambre, explotación y guerras. ¿De qué vida hablan los cínicos «defensores de la vida» cuando hay cientos de millones de niños que nacen en África, Asia y América Latina, en México, sin tener alimentos, vestidos, vivienda, servicios de salud y educación, para llevar una vida sana? ¿Cuándo sus padres sin empleo o con él, que carecen de los ingresos para mantenerlos con vida, les pueden garantizar una vida sana?

4. El Vaticano y los demás miembros del alto clero no son idiotas porque conocen esa realidad, pero buscan esconderla para justificar su lucha contra los Estados que han adoptado el laicismo como forma de gobierno. El clero propone «una cultura de la vida anclada en el fortalecimiento de la familia como núcleo de cohesión social, transmisora de valores culturales, éticos, sociales, espirituales y religiosos» y por ello han convocado «a las organizaciones civiles y empresariales, a las instituciones educativas, medios de comunicación y actores políticos para unir esfuerzos en una Cruzada Nacional por la paz y la justicia». Con ello la jerarquía eclesiástica mide sus fuerzas y prueba las respuestas del Estado. Sabe que el gobierno y el panismo apoyan, pero quiere conocer la actitud que tomaría el PRI, el PRD, las fuerzas de izquierda y algunos empresarios.

5. México, según se pudo demostrar con los casi interminables viajes papales, es el país preferido por la alta clerecía mundial -como cabeza de playa- para el absoluto dominio de América. El Estado Vaticano es un poderoso Estado universal que realiza grandes negocios financieros y bancarios que le han dado una enorme presencia en el juego político de las siete grandes naciones. Los humildes católicos de los pueblos y grandes ciudades al ver a muchos curas y religiosos pidiendo limosnas para los rosarios, misas y demás ceremonias, se hacen la idea de que la iglesia es muy pobre y sólo puede vivir con las limosnas y los reglamentarios diezmos. ¡Qué idea tan equivocada! El Papa y su séquito compiten y deciden junto a los EEUU, países europeos, Japón y China, sobre política mundial y hasta sobre política de inversiones. Ni más ni menos.

 

6. El clero no solo protestó en 1917 contra varios artículos de la recién aprobada Constitución, también se opuso al reconocimiento del gobernante Obregón por el gobierno yanqui; apoyó la rebelión de De la Huerta contra Elías Calles en 1923, encabezó la terrible guerra cristera y participó en el asesinato de Obregón. Más adelante combatió el «socialismo cardenista» en los treinta y fue participe en las quemas de los libros de texto gratuitos al iniciarse la década de los sesenta. ¿Quién podría decir que el clero no ha defendido con heroísmo sus principios y sus creencias? Desafortunadamente esas batallas lo colocaban como aliado de los sectores empresariales que reivindicaban el régimen dictatorial de Díaz, que recuperaban el poder de los hacendados y que respaldaban los intereses yanquis que presionaban a la Constitución para no afectar las propiedades sobre el subsuelo.

 

7. Y no se trata de ubicarse en la posición de «sectario jacobino» o de «come curas». Pero no se puede pasar por alto la intervención política de una iglesia mexicana que con el respaldo del pensamiento tradicional ha sabido mantener a gran parte de la población bajo un dominio ideológico dogmático. Si los partidos políticos cuentan con un pequeño voto duro o seguro, la iglesia cuenta con un amplio poder incondicional de masas en los sectores más humildes, pero también crece entre el sector empresarial, en los jóvenes de las clases medias y colegios privados. El clero no olvida que durante más de tres siglos controló la vida económica, política y espiritual de la nación y que también durante casi150 años ha luchado por recuperar sus privilegios. Por eso la lucha contra los legisladores del PRD es una gran prueba para medir su capacidad y fuerza, tanto la del PRD como la de ella.

 

8. El lópezobradorismo y el PRD no deben dar un paso atrás frente a la intervención papal, los llamados a la movilización de la Iglesia y el apoyo del gobierno usurpador de Calderón. La batalla por la legalización de aborto es una lucha justa del pueblo mexicano. No es una legislación contra la vida, por el contrario se trata de que la vida sea menos pobre y menos triste de la que viven millones de seres humanos. Además esa batalla será un ejemplo y un modelos para otros estados de la República y par otros países. Por eso el alto clero y el Papa de oponen con todas sus fuerzas, temen que ese «mal ejemplo» cunda y debilite el poder de la Iglesia. Por lo pronto los pueblos del mundo permanecerán atentos viendo como los pueblos, aunque con enormes dificultades, dan enormes pasos para liberarse. Es urgente poner un alto a esos poderes que buscan recuperar terrenos perdidos.

 

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