Es jueves 22 de agosto fue, otro de esos días, cuando dos mundos mostraron sus rostros. La tensión social, que se vive en las calles, fruto de la debacle económica, uno, el de siempre. Y el alucinatorio universo de los reformadores y sus cortesanos, en Madero Walk, el otro. Uno con las caras de la […]
Es jueves 22 de agosto fue, otro de esos días, cuando dos mundos mostraron sus rostros. La tensión social, que se vive en las calles, fruto de la debacle económica, uno, el de siempre. Y el alucinatorio universo de los reformadores y sus cortesanos, en Madero Walk, el otro. Uno con las caras de la zozobra; el otro con las caras de las revistas de caras.
Mientras la inmensa mayoría de la población vivimos una realidad angustiante en un presente distópico, una muy pequeña minoría, que trama nuestros destinos, disfruta de su microcosmos disneylandesco.
Como una muestra de ese otro mundo está la gala1 que realizó la ong Educar 2050 para festejar otro aniversario de sus «intervenciones» en el sistema educativo.
Podemos graficar los dos mundos, el real, deformado por la mayoría de los medios periodísticos con sus apreciaciones de «caos en la ciudad»2, por las ollas populares, las marchas, las protestas y los reclamos de movimientos sociales, sindicatos y agrupaciones políticas. Y el alucinante, acobijado en el salón de eventos Madero Walk, una «maravilla» flotante de 1500 metros cuadrados, emplazado en el Dique 1 del exclusivo barrio de Puerto Madero, que había sido clausurado3 en marzo de este año por falta de habilitaciones reclamadas durante varios años. ¡Cosas de millonarios!
En el mundo real, a las caritas de hambre, que rodean la olla con la polenta que se acaba, se suman la protesta de los docentes con salarios por debajo de la línea de la pobreza, los trabajadores de la salud que no dejan de denunciar el vaciamiento, los desocupados cansados de ocupar ese lugar, los jubilados arrojados a la miseria, al igual que los que este sistema arrojó a vivir en la calle y tanto más para describir…
Pero, mientras en la Plaza de la República, en la convocatoria de la olla popular daban de comer, con la presencia de las fuerzas de (in)seguridad preparadas (por las dudas) para reprimir un atisbo de «polenta terrorista»; unas horas más tarde, la cena aniversario por los 10 años de la ong comenzaba, con un valor del cubierto (donación) de 2.800 pesos.
Los que piensan las políticas (en este caso las educativas) flotan, sonríen y se sacan fotos; los que las padecen están con los pies sobre la calle visibilizando sus vivencias.
Las ongs y fundaciones corporativas se han apropiado del pensamiento de generación de políticas, que obviamente, responden a sus intereses de clase, pero no sólo eso, sino que, además, ubican a sus ejecutivos como funcionarios en el Estado4. Obvio, en un gobierno de ceos empresariales.
En la «balsa», de 35 millones de pesos de inversión en 20135, no sólo flotaban los funcionarios surgidos de la ong cumpleañera e integrante de la REDUCA6, financiada inicialmente por el BID con cofinanciación de la Unión Europea (más que una red, un ariete en el proceso de desposesión de lo público en educación); también estaba en la gala el empresario Santiago Soldati, otrora acusado de fraude7, pero ahora colaborando con su donación a la ong.
Sin entrar en una mirada semiótica, los dos mundos quedan absolutamente disociados, sin embargo el show business con el que se muestra la reforma impacta sobre el mundo real de la educación en su intento por invisibilizarlo detrás de la fantasía superficial de la gala.
Por supuesto que también estaba, el entonces ministro de educación y ahora senador por Buenos Aires, Esteban Bullrich. El mismo que decía que la «incertidumbre es un valor» entre otras tantos variopintos decires como que la «escuela pública es una máquina de hacer chorizos». La zoncera es agobiante, pero la zoncera ideológica en el poder es tristemente devastadora. Claro que estaba junto a su socio en Formar Foundation (Panamá Papers), el actual ministro de la provincia de Buenos Aires y (ex) Ceo de Kuepa.com, Gabriel Sánchez Zinny.
¡Y…sí! Ahí están los signos, el (ex) ceo telefónico, Manuel Álvarez Trongé, presidente de la ong cumpleañera y funcionarios/as gubernamentales, ministros/as de ocho provincias hasta el hijo de quien fuera presidente de la Nación después de la dictadura genocida, pasando por periodistas, la presencia neurocientista, etcétera. Todos festejan juntos la desposesión de la educación pública en una aristocrática cena de «beneficencia» con la hipocresía que los caracteriza.
Puesto que estas ong y fundaciones corporativas jamás acusaron recibo de lo que verdaderamente sucede en las escuelas públicas, salvo para perseguir a los maestros con el tema de que están «mal formados», que «no están capacitados para el mundo tecnológico» y otros argumentos tan «académicos» como «¿por qué hacen paro?».
La educación pública es el último lugar que queda para los olvidados por sus fastuosidades obscenas. El 52% de los pibes y pibas estaba por debajo de la línea de la pobreza, pero con esta última jugada devaluatoria ese porcentaje ha crecido. ¿Dijeron algo de eso las ong de servicios educativos? Tal la importancia que le dan a la niñez y a la juventud.
Educar 2050, según palabras de su titular, está «preocupada» porque «el 50% de los estudiantes que empiezan el secundario no lo terminan», no responsabiliza al gobierno por el hambre y la pobreza de los vulnerados por sus políticas, cuya consecuencia es el abandono. Y no va a hacerlo, no sólo porque alguno de sus miembros son, como vimos, funcionarios gubernamentales, sino por una cuestión de clase y de ideología.
Así es que poco o nada dicen las ong y fundaciones corporativas sobre el paupérrimo estado edilicio de las escuelas, sin gas, con serios problemas de mampostería, inundables, con baños que son despojos.
Ese es el territorio que el avance de la reforma construye: ¡tierra arrasada!, mientras algún funcionario manda a montar una escenografía para hacer un acto8.
Y literalmente, tierra arrasada, porque tampoco se los escucha hablar, ni mensurar las escuelas rurales fumigadas por el avance en el uso de agrotóxicos, 250 millones de litros por año, sólo de glifosato9. Si tan preocupados están porque el 50% de los estudiantes no termina el secundario, cómo no preocuparse por los que están siendo fumigados sistemáticamente, alumnos/as y docentes enfrentados a un futuro cercano de enfermedad y muerte, como Ana Zabaloy10 en San Antonio de Areco.
Del mismo modo nada dicen sus «especialistas» sobre la cantidad de niños/as originarios/as que abandonan la escuela11 porque no saben español. ¿Por qué? Porque a los intérpretes los utilizan para la limpieza. Porque la educación bilingüe para los originarios es una mascarada semántica de la colonialidad del poder.
Sus redes de negocios y desposesión intentan suplantar la realidad, tanto es así, que ni siquiera pisan el suelo, flotan gracias a los dineros públicos que deberían ir a las escuelas y universidades y no a los convenios que celebran con el Estado, al que desprecian para todo menos para hacer negocios y transformar todo en un mercado.
El show, el marketing, el discurso vaciado de sentido y viciado de obscenidad e hipocresía es lo que muestra la reforma educativa desde hace 30 años, pero naturalizados, por eso es «lógico» que cada vez sobreabunden más y más ongs y fundaciones corporativas dedicadas a los «servicios educativos».
Ningún inversor invierte en políticas donde no hay dividendos, que por lo general son en dinero y de imposición ideológica.
¿Acaso, no llama la atención que tantos ceos empresariales en todo el mundo hayan descubierto lo importante que es la educación y armen fundaciones «filantrópicas» de dudosa actuación? Lo que no ventilan es, justamente, que la educación es otro de los grandes mercados, con todo lo que ello implica en el polisémico concepto de reforma, para no abundar.
El alucinatorio reformista se proyecta desde el glamour de un pontón de 1500 metros cuadrados con las luces artificiales de una gramática ácida que descompone la subjetividad de la educación para transformarla en objeto de mercado.
Recuperar el juicio crítico implica declarar la obsolescencia de la reforma educativa, después de 30 años de dependencia de las recomendaciones del Banco Mundial; de la estandarización impuesta por la OCDE12, con su negocio junto a la editora Pearson PLC de las pruebas PISA; del seguimiento del programa PREAL13 con el que la ong cumpleañera colabora; de la promoción de la UNESCO, con el Informe Delors, de la participación público – privada a través de ongs y fundaciones, para no abundar.
Si no hay transformación en la generación de políticas educativas y enfoques pedagógicos mediante un gran Congreso Pedagógico Nacional convocado por los propios educadores en función de la construcción pública de la descolonización educativa, todo lo que se haga y se diga seguirá siendo formante de la colonialidad del poder, aunque suene progresista. Ya pasó y la reforma no sólo continuó, sino que se profundizó.
Salir de la reforma, renunciar a las «recomendaciones» de los obsoletos organismos coloniales y a las intervenciones de sus virales fundaciones y ongs cortesanas, es la prioridad para pensar en una educación descolonizada y crítica.
¡No hacerlo implica asumir la colonialidad del poder, aunque cambie el sello político!
Notas:
1 https://www.infobae.com/vidriera/2018/09/14/la-gran-comida-anual-del-proyecto-educar-2050/
2 https://www.infobae.com/sociedad/2018/09/12/la-ciudad-de-buenos-aires-estara-sitiada-por-cortes-protestas-y-ollas-populares/
3 https://informepolitico.com.ar/prefectura-clausuro-un-iconico-local-de-puerto-madero/
4 Agustina Blanco y María Cortelezzi fueron Directoras ejecutivas de Educar 2050 hace unos años, hoy son Directora de Evaluación y Planeamiento de Provincia de Buenos Aires y Directora Nacional de Evaluación Educativa, respectivamente.
5 https://www.lanacion.com.ar/propiedades/inmuebles-comerciales/salon-de-eventos-con-otro-estilo-nid1568359
6 Red Latinoamericana de Organizaciones de la Sociedad Civil por la Educación.
7 https://archivo.urgente24.com/107752-fue-un-anticipo-de-edicion-i-soldati-acusado-por-fraude
8 https://elpaisdigital.com.ar/contenido/larreta-llev-alumnos-truchos-a-un-acto-en-una-escuela-de-lugano/3316
9 http://www.biodiversidadla.org/Noticias/En_Argentina_se_aplican_anualmente_mas_de_250_millones_de_litros_de_glifosato
10 https://www.perfil.com/noticias/sociedad/murio-cancer-ana-zabaloy-maestra-rural-que-luchaba-contra-agrotoxicos.phtml
11http://www.resumenlatinoamericano.org/2019/08/16/argentina-parlamento-de-mujeres-indigenas-por-el-buen-vivir-historias-de-lucha-y-resistencia/
12 Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos
13 Programa de Promoción de la Reforma para América Latina y el Caribe. Con sede en Washington.
Darío Balvidares es profesor y Licenciado en Letras (egresado UBA). Fue docente durante 30 años en la Escuela de Comercio N° 3 Hipólito Vieytes (CABA) de la que se retiró como rector en 2015. Como investigador publicó decenas de artículos y actualmente la publicación de su segundo libro, «La educación en la era corporativa, la trama de la desposesión» editado por Herramienta Ediciones y ContrahegemoníaWeb, 2019. Su primer libro había sido «La novela educativa o el relato de la alienación» Redes Cultura, 2005.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.