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El american dream convertido en infierno

Fuentes: Rebelión

Está por demás señalar cuales son los cruces oficiales y clandestinos que hay en México, tanto por la frontera norte rumbo a Estados Unidos y los de latinos y centroamericanos en la frontera sur.

 No necesitamos conocerlos para decir que el sueño americano de migrantes mexicanos y de no nacionales en México muchas veces, casi siempre termina en tragedia, en infierno.

No es difícil ver en México por las calles de ciudades grandes y pequeñas, decenas de inmigrantes provenientes principalmente de sur y centroamérica, mendigando un peso o comida para ellos y sus pequeños hijos, soportando para ellos, frío, hambre, enfermedades, acoso policial de todo tipo, vejación de derechos humanos y hasta violaciones sexuales y muerte.

La inmigración ilegal de no nacionales por el paso de territorio mexicano en búsqueda de llegar a los Estados Unidos es ancestral, permanente, dinámica, trágica y cada vez más socorrida lo que implica más peligrosa. En la Ciudad de México es común verlos cerca de las oficinas del Instituto Nacional de Migración, en parques o, de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, buscando una visa humanitaria, sin que sepamos a ciencia cierta si ese día comieron o, durmieron en sitio seguro lo que dudamos puesto que la mayoría de ellos no tienen dinero para hacerlo y viven de lo que la caridad les brinda.

Para los migrantes ilegales en México el calvario que viven  son todos los días viernes de viacrucis, sus derechos humanos son sacrificados sin defensa alguna. igual mueren en la frontera norte o incluso al llegar a México por la frontera sur. Las tristes historias de ilegales muertos a manos de la delincuencia -esa sí organizada- y no el estado mexicano, son dantescas, crueles, sin embargo es igual de cruel la muerte de migrantes en México, como lo fue en un Centro de atención del Instituto Nacional de Migración, INM, donde 40 migrantes de todas las edades y sexos murieron, quemados, hechas cenizas sus esperanzas de una vida mejor. Ninguna autoridad local del INM salió a decir nada, todos callaron, tal vez por temor a ser detenidos o por decir que no tienen un programa integral de atención a migrantes a cuatro años del gobierno actual, que podríamos decir, México lleva más de 50 años sin un programa de atención humanista a migrantes. Lo que vimos fue que, los partidos políticos hoy no en el poder, crucificaron a los que sí lo están ahora, pero esto es parte de la política cínica y cirquera que vive México desde hace varios lustros, donde los partidos políticos dejaron de ser entidades de interés público para convertirse en empresas privadas, negocios familiares, agencia de colocaciones de novias y novios y en sí, un asco de política nacional. 
También por parte del gobierno mexicano no salió nadie al momento a decir nada; qué podrían decir si no era una obra en beneficio de los migrantes ilegales sino el reconocimiento de una política fallida en materia de migración. Unos y otros actores políticos en México -más bien apolíticos de mi país como dice Otto Rene Castillo-  se avientan la pelota y se culpan así mismo, sabiendo que escupir para arriba solo empañara más su sucia cara, llena de inoperancia, corrupción y cinismo.Qué tragedia vive México con una clase política inoperante, corrupta que a pesar de los dimes mañaneros del presidente, la corrupción en México sigue siendo la bacteria que dia a dia se come al águila y la serpiente de nuestro escudo nacional. Se acaba de anunciar por parte del gobierno de la república que en breve desaparecerá el Instituto Nacional de Migración, INM, para dar vida a una Coordinación Nacional de Asuntos Migratorios y Extranjería, conocida en propuesta como CONMEXICO, aunque ya le pusimos nombre rimbombante pero no sabemos qué es, y podría naufragar dicha comisión, sino es enriquecida con propuestas de la sociedad civil y de los propios migrantes en México, que para eso es dicha comisión para atender sus problemas.

Lo cierto es que en México no existen políticas públicas con perspectiva de derechos humanos y asuntos migratorios, sino una que ha dejado ahora 40 muertos migrantes calcinados y sigue siendo dicha política fallida el infierno en la vida de los migrantes ilegales en México. Hoy hubo dos tipos de calor para los migrantes en México, el que prodiga gente buena y les da de comer en las calles de México sin juzgarlos y, el que los mató por falta de sensibilidad política y de exigencia de justicia.

Rafael Marín Marín es secretario general del Frente Nacional Jurídico en Defensa de la Constitución y el Estado de Derecho A.C. de México

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.