Estimado compañero Jorge, tenemos varios debates pendientes; ojalá que en un futuro cercano pudiéramos organizar un intercambio por la red con usted y otros y otras compañeras del Círculo Tinto sobre sus simpatías con la 4T y sobre nuestras discrepancias con AMLO y su gobierno. Asumo que usted comparte los contenidos del material titulado «El […]
Estimado compañero Jorge, tenemos varios debates pendientes; ojalá que en un futuro cercano pudiéramos organizar un intercambio por la red con usted y otros y otras compañeras del Círculo Tinto sobre sus simpatías con la 4T y sobre nuestras discrepancias con AMLO y su gobierno. Asumo que usted comparte los contenidos del material titulado «El Beso de Judas»; aunque desconozco sí usted lo escribió.
Bueno, hay un dicho que dice «dime de que presumes y te diré de lo que careces»; pues bien, no me queda claro que Javier Sicilia sea Judas, aunque sea cierto que es un besucón, que le gustaba, no sé ahora, dar besos y abrazos como gesto pacificador y conciliadori. Coincido en que eso no alcanza para enfrentar la violencia, el Terror de Estado y el genocidio que de hecho vivimos en el país; independientemente de que nos gusten o no los gestos pacificadores y consoladores de Javier. En cambio, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no da besos pero si abrazos y consejos para que las abuelitas hablen con sus nietecitos delincuentes y enternezcan a los mafiosos para que se porten bien; creo que eso tampoco alcanza y pudiera ser igual o más ridículo porque AMLO es el Presidente, no el patriarca familiar, ingenuo y bonachón al estilo del abuelo de Heidi. Incluso no bastan sus diagnósticos equivocados y limitados sobre la fuente del «mal», ni sus bonos de asistencia neoliberal que suplantan una política de derechos sociales y que malamente usted o quien escribió el artículo ya citado, confunden con una política social que debería derivarse de los preceptos constitucionales, de dignidad, justicia y soberanía, que por muy adulterados que estén son muy superiores a todo lo practicado por los últimos gobiernos.
Confieso, no me suena que Javier Sicilia sea Judas, pero si me queda claro que AMLO y la dirigencia de su gobierno y de Morena son los procónsules de Nerón; es decir de Donald Trump y de Washington; los Poncios Pilatos que lavándose las manos perpetúan y profundizan la ocupación neocolonial de México. Que todo su programa de Seguridad Nacional, el de AMLO y sus corifeos, de control de fronteras, de violación de la legalidad interna como anota Porfirio Muñoz Ledo, de violación de derechos humanos, de espionaje y militarización, incluida su Guardia Nacional, sigue a pie juntillas los dictados de Nerón-Trump y del Plan de Seguridad Nacional de los Estados Unidos. Que ello es congruente con la ratificación del TLC-T-MEC, el Plan Puebla-Panamá-Mesoamérica y su proyecto de Neoliberalismo Social o de Rostro Humano, que, lavándose las manos, prosigue con la ocupación y desarticulación del Estado y la Nación Mexicana y de la propia Mesoamérica de la que formamos parte; tal y como ambicionaban los padres fundadores del país más sanguinario y expansionista de todos los tiempos, los USA.
No sé usted compañero Jorge Lim, pero el grueso de la dirección de su partido, incluido AMLO o fueron priístas y perredistas, otros pocos panistas, sin faltar los integrantes de grupos financieros o mafias étnico-económicas; que, como usted ha de saber, no se caracterizaron por sostener una férrea lucha contra el neoliberalismo; si acaso secuestraron o intentaron hacerlo con algunas protestas como las del FOBAPROA o la suscitada contra la Reforma Energética, donde su proceder estuvo marcado por intereses electoralesii. AMLO ya no recuerda cuando voz en cuello prometió, demanda legal de por medio, restaurar los Artículos 27 y 28 constitucionales; reposición que echaría abajo la privatización del sector energético, que incluye los recursos hídricos, pero también la Contra-reforma Agraria del Salinismo.
Sería un recurso polémico tramposo de mi parte preguntar «¿y ustedes dónde estaban? a la hora de enfrentar tal o cual reforma neoliberal, tal o cual hecho criminal cometido por las jaurías asesinas del Estado y sus grupos paramilitares que operan como delincuencia organizada. En verdad ustedes siempre estuvieron; ¡si!, estuvieron como apafuegos y hasta comparsas de las reformas neoliberales. Votando contra la educación pública, privatizando recursos públicos ahí donde fueron gobierno; reprimiendo luchas como las de los estudiantes del CGH o de los atenquenses o de indígenas, campesinos y maestros en Chiapas y Oaxaca; por no hablar de sus complicidades en Michoacán con el asesinato de pobladores y mineros en abril de 2006; en el Puerto de Lázaro Cárdenas; o de las connivencias y responsabilidades de sus partidarios en el crimen de Lesa Humanidad Cometido en Atenco en 2006. ¿Dónde estaban, de qué lado cuando votaron en contra de los Acuerdos de San Andrés derivados de los trabajos por la paz entre el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, la Diócesis de San Cristóbal y el Gobierno mexicano? Qué decir de Ayotzinapa, investiguen, quiénes o quién fue el padrino político del Presidente Municipal de Iguala, José Luis Abarca; y quien era el amigo del padrino político. Su desmemoria es grave; tan grave que olvidan que el mismo AMLO responsabilizó al Estado y extendió su acusación, aunque tímida, al Ejercito Mexicano. Institución señalada como la principal responsable de violaciones graves a los derechos humanos y que una vez santificada por AMLO, pasó a ser la única no contaminada por los «disparates» terroristas de Calderón y Peña Nieto. AMLO y corifeos encubren al Estado mexicano, a su Ejército, Armada y demás cuerpos represivos, incluidos los servicios de seguridad estadounidenses y los paramilitares; usando de parapeto, de villano favorito, a Genaro Luna.
Hablando de la dirigencia de la 4T, la derecha y los conservadores son ustedes, bueno la derecha liberal progresista o liberal social; cierto, no son lo mismo que los liberal-conservadores priístas, panistas, y perredistas, entre otros. No son lo mismo, pero igualmente reproducen proyectos neoliberales y con ello la recolonización-desmantelamiento del país. Son los que ofrecen la manzana envenenada al pueblo; cada mañana y todo el tiempo repiten «yo tengo otros datos o dicen «yo vi otra cosa», o proclaman: «ya consulte al pueblo a mano alzada» a ese pueblo bueno. Mienten una y otra vez acusando a sus víctimas y detractores de mentirosos, sean de derecha o izquierda. Mienten cuando afirman que la 4T, su ejecutivo, no gasta las millonadas que dilapidaban otros gobiernos en el soborno a los medios; en 2019 asignaron un presupuesto mayor a los 4 mil millones para gastos de publicidad, que podía incrementarse mil más sí así lo requerían; el mayor gasto hecho por un gobierno en tiempos no electorales. La violencia y el terror de Estado concomitante al neoliberalismo, a la recolonización y desarticulación de México cobraron víctimas entre todos los estratos sociales, no sólo populares; por tal circunstancia no es raro que gentes de derecha y burgueses como los Le Baron se sumen a protestas como las que organiza Javier Sicilia, lo condenable para mí es que en su movimiento haya privado una política que se muestra recelosa para asumir las causas estructurales del Terrorismo de Estado, de la violencia auspiciada por el Plan de Seguridad Nacional estadounidense y actuar en consecuencia. La pobreza no es la causa de la violencia, no la principal ni la más importante, de otra manera Cuba sería el reino de la delincuencia o China no sería lo que es hoy. Además, los bonos asistenciales de AMLO y sus corifeos neoliberales de rostro humano, no revierten la pobreza y tal vez ni siquiera la contengan.
Un dato para evaluar dónde estaba Sicilia en 2012, unas semanas antes de las elecciones presidenciales. En aquellos días se acercó Ricardo Monreal, el principal operador político de AMLO, a diversas personas, algunas cercanas a Javier Sicilia, para que mediaran en el conflicto entre ambos y le propusieran limar las asperezas con Obrador y de ser posible convencerlo para darle su apoyo en la disputa por la presidencia. Luego de varios ires y venires, Javier estaba en Estados Unidos, este último aceptó y emitió una declaración favorable a la candidatura de Obrador en aquel país. Todo estaba preparado para que se encontrarán y sellaran un acuerdo; sin embargo, al final del día Andrés se negó, ante la sorpresa de todos, incluido Monreal que sólo atinó a decir: «ya saben como es» Eso me consta compañero Jorge.
En fin, podemos sacar una frase de Silvio Rodríguez, aplicable en este caso y en otros donde ciertas causas se asumen de «izquierda» y en realidad son propias de fanáticos que han perdido todo principio de justicia, de humanidad, de revolución popular. Así se celebran las traiciones a la patria T-MEC de por medio o, la militarización a través de la Guardia Nacional y otros dispositivos, o se disculpa el racismo y el chovinismo más despiadado y fascistoide ejercido contra nuestras y nuestros hermanos mesoamericanos, mexicanos y centroamericanos por igual. Tienes razón Silvio: «El primer síntoma de un fanático es que pierde el sentido de justicia. Que se le va por un tobillo, por decirlo bonitamente en términos anatómicos»
Notas:
i Javier Sicilia Zardain (Ciudad de México, 31 de mayo de 1956 es un activista, poeta, ensayista, novelista y periodista mexicano. Después de la muerte de su hijo, Javier Sicilia organiza una gran manifestación que sale el 5 de mayo de Cuernavaca, Morelos, para llegar el 8 de mayo al Zócalo de la Ciudad de México. Esta manifestación llevó por nombre la marcha nacional por la paz con justicia y dignidad.
ii El Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa, por su acrónimo) fue un fondo de contingencia creado en 1990 por el gobierno mexicano para asumir las carteras vencidas del Sistema Bancario. Las y los mexicanos llevan alrededor de 22 años pagando ese fondo, cuya deuda suma un millón de millones aproximadamente.
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