La reciente medida del gobernador bonaerense, Daniel Scioli, de desdoblar el pago del aguinaldo afecta a 550 mil trabajadores públicos de la Provincia; Esto disparando una ola de repudios, y forzó a los gremios estatales a convocar a paro y movilización para éste miércoles y viernes. A pesar de la ayuda financiera que realizo la […]
La reciente medida del gobernador bonaerense, Daniel Scioli, de desdoblar el pago del aguinaldo afecta a 550 mil trabajadores públicos de la Provincia; Esto disparando una ola de repudios, y forzó a los gremios estatales a convocar a paro y movilización para éste miércoles y viernes.
A pesar de la ayuda financiera que realizo la Nación, a través de una partida extraordinaria por fuera de la Coparticipación Federal, unos 1000 millones de pesos, desde la gobernación arguyen que aún así, los recursos enviados no alcanzan. Escudado en la denuncia de déficit en las arcas públicas, Scioli había solicitado 2800 millones para afrontar diversos gastos.
Es cierto que la provincia de Buenos Aires, tienen una deuda total $ 24.204 millones de pesos, gran parte como consecuencia del acceso a prestamos otorgados por la Nación para rescatar las cuasi monedas (Patacón). Sin embargo, la Nación alivió la presión por el pago de dicha deuda anunciando a fines de 2011, prorrogas por dos años, beneficiando a la provincia al posponer el desembolso de 3000 millones de pesos, lo que representa el 2,6% de su presupuesto. Lo cual continúa siendo insuficiente.
El desdoblamiento en cuatro veces del pago del Sueldo Anual Complementario disparó diversas críticas hacia Daniel Scioli. La presidenta, CFK, expresó que el gobernador bonaerense debería gestionar y administrar los recursos con mayor responsabilidad. También se escuchó la voz del Jefe de Gabinete, Florencio Randazzo, quien intimó a Solí a que se haga cargo. Por su parte, los gremios estatales de la provincia rápidos de reflejos sacaron medidas de fuerza para forzar al ejecutivo que no diluya el aguinaldo, y con vistas a realizar un llamado de atención, para que esto no se repita en el futuro. Mientras que dirigentes de diversos sectores políticos manifestaron que Scioli tiene que hacerse cargo, puntualizando que el gobernador gasta un dineral en publicidad y en recitales de verano, para después gritar a los cuatro vientos que necesita que le tiren un salvavidas. El reproche apunta a dejar en evidencia que Scioli no sabe gestionar. Si bien es claro la incapacidad de gestión del gobernador, esto esta acompañado por su propia ideología, es decir, no esta dispuesto a presionar fiscalmente a los que más ganan, mucho menos quiere pelearse con el poder real que representa el statu quo.
Lo que en esta en juego en éste momento, no es sólo lograr el pago unificado del aguinaldo, sino que se establezca si la variable de ajuste frente al déficit estructural y creciente de la Provincia, será solventado por los trabajadores, vía el ataque a su salario, o si se fuerza a Scioli a la toma de decisiones que hagan buscar recursos en los sectores concentrados de la economía. Este es el punto nodal del conflicto.
Un punto que poco visibilizado, se vincula a las causas profundas del déficit bonaerense.
La reticencia sistemática del ejecutivo provincial a presionar tributariamente a los sectores más pudientes, se inscribe en la lógica de evitar cualquier proceso de deslegitimación política, máxime, tratándose de sectores que se encuentran dentro del abanico de alianzas tejidas por el sciolismo. El mismo que reproduce una estructura de recaudación deficiente, con desidia, y cierto grado de complicidad a la hora de exigir las deudas fiscales de grandes grupos empresarios. El ejecutivo provincial, tampoco se ha animado a una modificación tributaria a fondo, cobrando más a los que más tienen.
El reciente revalúo del impuesto inmobiliario rural, sólo logró un aumento en la recaudación de 400 millones de pesos, pasando de 1000 millones a 1400 millones. Por tratarse de un sector que disfruta de un boom económico, parece bastante poco.
El juego es otro de los sectores que parece gozar de la protección de Scioli, ya que los cánones que pagan son irrisorios, en contraposición con la tasa de ganancia que despliegan. En momentos en que se encuentra cerca la renegociación de los contratos con empresas vinculadas al juego como Boldt, sería importante que se aumentaran los cánones que deben tributar. Una modificación de la estructura tributaria a favor del pueblo, necesariamente, debe presionar fiscalmente a los sectores por renta extraordinaria, cuando es el esfuerzo de toda la provincia la que genera las condiciones para tal renta. El aumento a patentes de vehículos de alta gama, barcos, etc., es otra medida posible.
El otro tema de necesario tratamiento es la Coparticipación Federal, no como la cura de todos los males, pero si como una herramienta que facilite la transferencia de recursos a los trabajadores. Recordemos que el ex gobernador Carlos Rukauff, durante el apogeo del neoliberalismo, cedió 7 puntos de Coparticipación a favor de la Nación, quien a su vez redistribuyó para con otras provincias.
Según estipula la cláusula transitoria de la Constitución reformada de 1994, respecto a la Coparticipación Federal, su modificación, es decir, la modificación de los porcentajes que debe coparticipar el Estado Nacional a las provincias, requiere de la aprobación de cada provincia interesada en cualquier modificación de competencias o asignación de recursos. Es decir, una reforma sólo sería posible mediando unanimidad de las Legislaturas provinciales. Sin embargo, existen otras fuentes de transferencias de fondos desde el Estado central a las provincias, tales como el Fondo Sojero, obras públicas de inversión directa del Estado Nacional, fondos de compensación educativa; Asignación Universal por Hijo, asistencia financiera a través de prórrogas a vencimientos de deudas provinciales. El debate esta abierto.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.