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El Estado de excepción en Ayotzinapa

Fuentes: Rebelión

Nuestra solidaridad con los familiares de los 43 jóvenes estudiantes «desaparecidos-asesinados» desde el 26 de septiembre de 2014. Estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, localizada en el estado mexicano de Guerrero, que fueron atacados por policías del municipio de Iguala de dicha entidad. Por ese ataque fallecieron 3 normalistas y 43 de ellos […]

Nuestra solidaridad con los familiares de los 43 jóvenes estudiantes «desaparecidos-asesinados» desde el 26 de septiembre de 2014. Estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, localizada en el estado mexicano de Guerrero, que fueron atacados por policías del municipio de Iguala de dicha entidad. Por ese ataque fallecieron 3 normalistas y 43 de ellos fueron detenidos y posteriormente entregados al grupo delictivo y narcotraficante denominado Guerreros Unidos, estrechamente cercano al Presidente Municipal de Iguala.

La historia mexicana demuestra que la Escuela Normal es un núcleo de resistencia educativa y defensa de la educación popular, impulsada en gobierno de Lázaro Cárdenas (1934-1940), que tenía como objetivo la masificación de la educación popular a través de la formación de profesores rurales, con autogestión, trato horizontal entre sus miembros y la instrucción política que acompaña a la pedagógica que hicieron que la escuela se convirtiera en un bastión crítico al autoritarismo gubernamental y a la marginación social a la que se mantiene a la mayoría de la población de Guerrero, uno de los estados más pobres de México.

No es de extrañar que Lucio Cabañas, la figura más reconocida de la lucha guerrillera en México, haya surgido de esta institución escolar, así como el hecho de que uno de los capítulos más cruentos de la guerra sucia se haya desatado sobre esta región geográfica, represión que incluyó masacres, desapariciones forzadas y la aparición, por primera vez en América Latina, de los tristemente célebres vuelos de la muerte en el año de 1966.

Lo que ha sucedido con los 43 estudiantes desaparecidos es una historia de «resistencia» y «violencia de Estado» en México, «Estado de excepción» que se impone con un agregado de violencia colectiva, el sicariato, la violencia de las maras y del narcotráfico, todas ellas utilizando la vejación corporal y la atrocidad en dimensiones muy naturalizadas. Estas nuevas violencias presentan un carácter difuso y ubicuo en lo cotidiano, en donde raramente se precisan fines o demandas particulares. Estas «violencias» son poderosas al margen de la ley y, cobran más fuerza cuando las instituciones corruptas necesitan de ellas y pactan para «disciplinar» y mantener su poder regional sobre la gente, a la cual desean mantener como una masa inerte que no llegue a convertirse en fuerza social que cuestione al poder estatal.

La revolución del pueblo mexicano indignado debe darse, a partir de estos hechos, insurgir desde las regiones e involucrar a todos en una lucha de lo regional a lo nacional, como lo fue la Revolución Mexicana.

Estamos comprometidos con esa lucha tanto los movimientos estudiantiles, como movimientos sociales y políticos emergentes en América y el mundo. Es la historia de ellos y de nosotros, reconociéndolos a ellos, a esos «otros», su indignación y sufrimiento, crearemos un «nosotros», unido y solido ante la arremetida capitalista, neoliberal y violenta que se reacomoda actualmente.

No permitamos que nos gane la generación de sentimientos de incertidumbre permanente, la marcada vulnerabilidad social y sentimientos de miedo. Las políticas neoliberales en América crearon un espacio para esos elementos antes nombrados, y los crearon a partir de la exclusión social, la violencia de Estado, opresión al obrero e inmigrante, sin ofrecer condiciones mínimas necesarias en educación y empleo, con fallas en distribución de alimentos y vivienda. El miedo y la rabia se juntan para que se mantenga el discurso de «mano dura» y «tolerancia cero» ante los «revoltosos» y la «inseguridad», la violencia de Estado vuelve a ser la respuesta de parte de ese modelo.

Desde la República Argentina, el Colectivo 4 de Febrero, estudiantes/profesionales militantes venezolanos, bolivarianos y nuestroamericanos, nos solidarizamos con México y su gente, con la lucha permanente, la lucha de ellos es nuestra, sus desaparecidos son nuestros, su dolor es nuestro, su rabia e indignación es nuestra también, por ello hacemos una convocatoria a todos los movimientos sociales y políticos para que en cada Embajada de México donde se encuentren, se solidaricen con los desaparecidos haciendo entender a esas instituciones que es su responsabilidad de generar esa violencia de Estado. Ya basta del Estado de excepción en América.

No a la impunidad. No al olvido.

Arturo Lev Álvarez. Colectivo 4 de Febrero . Fundayacucho-RAR Arg.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.