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Entrevista a Marisela Ortiz Riverapara coordinadora de la organización "Nuestras Hijas de Regreso a Casa"

«El Estado mexicano no prioriza el combate de la violencia contra la mujer»

Fuentes: Adital

La desaparición de la joven Hilda Gabriela Rivas Campos, de 16 años, desde febrero de este año revela, una vez más, el desinterés del Estado mexicano en investigar los crímenes de femenicidio. En entrevista para ADITAL, la coordinadora de la organización «Nuestras Hijas de Regreso a Casa», Marisela Ortiz Rivera, dijo que ni el combate […]

La desaparición de la joven Hilda Gabriela Rivas Campos, de 16 años, desde febrero de este año revela, una vez más, el desinterés del Estado mexicano en investigar los crímenes de femenicidio. En entrevista para ADITAL, la coordinadora de la organización «Nuestras Hijas de Regreso a Casa», Marisela Ortiz Rivera, dijo que ni el combate de los crímenes contra las mujeres, ni el combate del narcotráfico y el crimen organizado son prioridades del gobierno.

Rivera dijo que si la sociedad no reacciona de inmediato a las campañas de concientización contra la violencia, teme que ésta quede enraizada como parte de la cultura del pueblo. De acuerdo con ella, la presión internacional es un elemento estratégico en la lucha para que el Estado mexicano solucione esos problemas. En relación con el papel de las organizaciones no gubernamentales, la coordinadora de Nuestras Hijas ve éxitos en directa proporción con las movilizaciones realizadas.

Adital – Con el reciente caso de desaparición de la menor Hilda, se incrementa el número de desaparecidas en 2008. ¿Cómo es que un problema de tamaña gravedad todavía no es solucionado por las autoridades mexicanas?

Marisela Ortiz – Así como ha escapado y rebasado a las autoridades estatales y locales el problema del narcotráfico y del crimen organizado, que en los tres primeros meses de 2008 ha dejado mas de 300 personas asesinadas; en Ciudad Juárez, el problema de las mujeres no es prioritario para el gobierno, y menos aún si se le adjudica al crimen organizado la desaparición y asesinatos crueles de muchas mujeres para diversión y sellar pactos de esos hombres. Cosa que no podemos probar pero que varios periodistas ya han hecho público con nombres y apellidos. Existen personas que han denunciado con nombres, domicilios, fotos y modus operandi a grupos y personas dedicadas a este negocio ilícito y que las autoridades les han aconsejado alejarse y resguardarse de esta gente en lugar de actuar, admitiendo que ellos mismos, como autoridad, tienen miedo. Ante esto, ¿que podemos esperar?

En estos momentos el Ejército Mexicano ha acudido a Ciudad Juárez para intervenir, como una forma extrema de terminar con esta situación, pero los mismos soldados (hay en la ciudad más de dos mil) están cometiendo una serie de atropellos ya conocidos a nivel internacional por las diferentes instancias de derechos humanos.

Adital – Con todo el trabajo desarrollado por las organizaciones como Nuestras Hijas, ¿no se ha obtenido ningún éxito?

Marisela Ortiz – El éxito que se ha tenido está proporcionalmente relacionado con las acciones que venimos haciendo las organizaciones de la sociedad civil. Dentro de nuestros mayores logros podemos contar con la creación de un protocolo que generó dos programas de Acción Urgente por parte de los tres niveles de gobierno, coordinados entre sí, para la búsqueda inmediata de mujeres y niñas desaparecidas, los llamados Operativo Alba y Operativo Estrella, respectivamente. Esto ha permitido la localización de más mujeres antes de ser victimadas. Pero en muy pocos casos se encuentra a los responsables (seguro que son gente de poder, si no, ¿cómo explicarlo?).

Adital – ¿Cómo reacciona la sociedad en relación con el problema? ¿Las campañas han surtido el efecto esperado?

Marisela Ortiz – La sociedad en conjunto no reacciona ya. Tememos que la violencia se asiente en definitiva como parte de esta cultura, pues con los hechos violentos constantes, repetidos, aunados a la corrupción policíaca, vamos perdiendo la capacidad de asombro y en ocasiones nos resignamos a que quizá un día nos toque morir o que una de nuestras hijas sea secuestrada y torturada antes de ser estrangulada.

Adital – ¿Cuántos casos de mujeres desaparecidas comunicados oficialmente a las autoridades fueron resueltos?

Marisela Ortiz – Cuando las chicas se fueron por su voluntad generalmente son encontradas porque la familia proporciona todas las pistas para su seguimiento. Pero en los casos llamados de alto riesgo, la familia no sabe y se desconcierta porque tienen la certeza de que alguien se las llevó, y en estos casos no es común que se encuentre a ninguna, al menos no por las investigaciones que se hagan. Ha habido sobrevivientes por otras circunstancias, ya sea que la chica logró escapar porque es fuerte, tuvo suerte o fue ayudada por alguien que simpatizó con ella en el grupo de secuestradores. Pero jamás por la intervención policíaca. Cuando se les encuentra asesinadas es lo mismo, siempre las encuentra alguien que pasaba por el lugar donde su cuerpo fue arrojado, no como resultado de investigación alguna.

Adital – Con el reciente caso de Hilda, se está haciendo un llamado internacional. ¿Puede hablar un poco de esto?

Marisela Ortiz – La presión política internacional ha sido un elemento estratégico para esta lucha, porque generalmente a nuestros gobernantes y autoridades les molesta que los casos trasciendan la línea internacional porque los señalamientos en este nivel han sido bastante fuertes y existen diagnósticos e informes en relación con actos violatorios de los derechos de las mujeres que han generado cientos de recomendaciones. Aún con la presión y a regañadientes se han ido medio cumpliendo, y digo a medias porque aún hay muchas cosas pendientes por hacer, y que todavía seguimos presionando para poder modificar nuestro entorno de riesgo y violencia. A pesar de que la denuncia internacional ha sido nuestra mejor arma, esto nos ha ocasionado problemas con el poder político y empresarial, pues hemos sido acusadas de ser las responsables de manchar el nombre de Ciudad Juárez, y a decir de ellos, hemos denigrado a nuestra comunidad y somos culpables de que se haya retirado el turismo y las inversiones extranjeras.