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El Estado plurinacional al borde de la victoria

Fuentes: Rebelión

El 22 de enero del 2014, Evo Morales, en tanto que su Presiente, celebra el cuarto aniversario del Estado Plurinacional de Bolivia. Un paso más hacia la victoria de las culturas y pueblos oprimidos, empobrecidos, sin trabajo, y excluidos en la toma de decisiones en los centros de producción y de elaboración de bienes económicos. […]

El 22 de enero del 2014, Evo Morales, en tanto que su Presiente, celebra el cuarto aniversario del Estado Plurinacional de Bolivia. Un paso más hacia la victoria de las culturas y pueblos oprimidos, empobrecidos, sin trabajo, y excluidos en la toma de decisiones en los centros de producción y de elaboración de bienes económicos.

El Estado Plurinacional es un salto hacia adelante con relación a aquellos gobiernos que se dedicaron a privatizar la economía nacional. Por eso es que, en su informe económico-político, Evo Morales anunció «el inicio del Programa Nuclear Boliviano, […] y expresó su optimismo por las inversiones en áreas estratégicas como el yacimiento del Mutún, el complejo minero Coro Coro, y la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel) que implicará la rebaja en costos en telefonía e Internet gracias al satélite Túpac Katari.»[i]

Sin lugar a dudas que se encuentra lejos, muy lejos, de aquellos gobiernos que se dedican a satisfacer los intereses de empresas y gobiernos extranjeros, en completa contradicción con los intereses de las mayorías. Ha iniciado un proceso de descolonización mental con relación a los invasores españoles y actitudes imperiales de los gobiernos del Norte.

No obstante, nos falta salvar la valla que nos diferencia con los intereses individualistas tanto a nivel personal como empresarial. Nos falta devolver a la economía su rostro humano, hacer de él un medio para alcanzar la felicidad de todo un grupo social, y no solamente de algunas personas. Es decir, nos falta levantar el puente que nos enfrenta entre hermanos, que permite la acumulación de riquezas de un solo lado de la barrera, que impide el desarrollo individual en igualdad de oportunidades.

De lo que se trata es de incrustar en el corazón de la actividad socio-económica el principio de la Repartición Igualitaria del Resultado Neto (las utilidades) de la actividad económica. De lo que se trata es de repartir, en partes iguales, la totalidad de las utilidades de las nuevas empresas-país a crear desde cero. De lo que se trata es de crear el cimiento del nuevo mundo, de una nueva sociedad.

Mientras el Estado Plurinacional continúe a desarrollar sus empresas, dentro del espíritu individualista, seguirá recreando el semen capitalista, y el Estado Plurinacional no será más que un sueño para los oprimidos. Aun cuando los sectores estratégicos de la economía nacional se ejecuten con criterios de empresa estatal, sus utilidades seguirán ingresando al presupuesto público, lejos del alcance de las mayorías, y muy próximas a la corrupción y a la ineficiencia empresarial.

La conquista del Estado Plurinacional, un acto político, debe servir para conquistar la verdadera libertad, la libertad económica. Aquella que permite que la totalidad del esfuerzo de un pueblo vuelva, en su integralidad, a todos los miembros de la comunidad, y en igualdad de condiciones. Este fue el principio básico de los pueblos del Tawantinsuyo, y debería convertirse en la columna vertebral del Estado Plurinacional.

Y para conseguir ese objetivo de fraternidad, hermandad, y cooperación, nuestros ancestros se fundaron en la propiedad comunitaria. Los activos de la comunidad eran de todos y de nadie en particular. Este fue el sustento de los Ayllus, y debería convertirse en eje motor de las empresas-país. Empresas con financiamiento del país a fin de que la totalidad de sus utilidades pertenezcan a todos por igual.

¡Viva el Estado Plurinacional! ¡Viva la propiedad colectiva! ¡Viva las empresas-país!

Nota:

[i] Morales habló de fortalezas y errores, en El Diario, jueves 23 de enero de 2014, Bolivia.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.