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El falso rostro humano del gobierno en Chiapas

Fuentes: FNLS Noticias

El secretario general de Gobierno, Ismael Brito Mazariegos, asume que en Chiapas existe “un gobierno humanista y sensible”, nada más falso, sólo mentes ingenuas creerían tales aseveraciones porque a dos años de este gobierno el pueblo trabajador del campo y la ciudad tiene memoria de una estela de violaciones a los derechos humanos que esconde tras el discurso benevolente en los medios de comunicación estatal y nacional.

La congruencia es la correspondencia entre el discurso y los hechos, pero al tratarse del gobierno chiapaneco, nada de eso existe, en cada discurso expresa demagogia característica de gobiernos autoritarios, quienes buscan convencer al pueblo con falacias oficiales. Pueden discursar información cargado de esplendidez, humanismo y sensibilidad, pero éstas no encuentran correspondencia con la realidad que siembra la actual administración en los hogares proletarios en Chiapas.

En dos años de esta administración no puede haber mayor muestra de actos inhumanos que las perpetradas por las corporaciones policíaca militares contra campesinos, colonos, estudiantes, maestros y luchadores sociales por defender o luchar por derechos consagrados en la constitución política o derechos humanos firmados y ratificados por el gobierno mexicano nivel internacional.

Ya el pueblo que vive al día conoce ampliamente las consecuencias de la política gubernamental de la actual administración. Para quienes son víctimas del desplazamiento forzado saben que éste es responsabilidad de los políticos de oficio, de las instituciones del Estado mexicano y agentes policíacos, en su conjunto, ejecutan la política antipopular para el despojo violento de tierra a los campesinos, unas veces a través de agentes uniformados, otras, por aquiescencia en el uso de paramilitares.

En qué momento reflejaron humanismo al despojar, desalojar y desplazar a miles de familias de sus hogares en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Berriozábal, Chiapa de Corzo, Venustiano Carranza y otro más. ¿Es un acto humano someter en la cárcel y tener de rehén político a campesinos que defienden causas populares como la defensa y lucha por la tierra o la exigencia de justicia para las víctimas de los crímenes de Estado? Por supuesto que no ¿qué de humano tiene aplicar tortura a los luchadores sociales?

Las estadísticas alegres de la Fiscalía General del Estado (FGE) sobre la disminución de los índices de la violencia es totalmente falso, porque quienes la ejercen contra el pueblo visten uniformes e insignias de las corporaciones policíaca militares, por tanto, si las cárceles están abarrotadas de presos no es porque exista una loable labor institucional de “justicieros”, sino porque en él se encuentran presos muchos de ellos para aumentar cifras que le antecede una gigantesca injusticia materializada en carpetas incriminatorias.

No es nada sensible mantener a hombres y mujeres en prisión cuando de sobra se sabe que son inocentes y se les mantiene en las mazmorras del Estado por su condición de luchadores por el socialismo. Es un acto de crueldad, para no decir, bestialidad, detener desaparecer, torturar y encarcelar a quien ejerce crítica al régimen actual ¿No es esa la condición a la que ha sido sometidos nuestros compañeros Javier, Armando, Venturino y Asunción? Sobre ellos recae un principio del autoritarismo, los castigan como inocentes y el gobierno justifica esa condición.

Otros casos inhumanos se han perpetrado en tan solo dos años de gobierno, ejecuciones extrajudiciales y desaparición forzada contra activistas, ambientalistas y defensores de los derechos humanos, en ningún caso existe justicia, en cada uno prevalece la impunidad hacia los autores materiales e intelectuales. Casos como el defensor de los derechos humanos Sinar Corzo, el luchador social Noe Jiménez Pablo del MOCRI-CNPA-MN, la bióloga investigadora Nora Patricia López. 

¿Quién puede creer que este gobierno es humanista y sensible a las causas del pueblo? Solo quienes nutren su bolsillo del erario público, quienes forman parte del régimen de explotación y opresión defienden a capa y espada la política de esta administración que trae consigo graves violaciones a los derechos humanos.

En Chiapas no existe política gubernamental fundada en el humanismo y la sensibilidad, existe únicamente en el discurso mediático, porque en los hechos es la negación de los derechos de los trabajadores del campo y la ciudad, la represión y crímenes contra el pueblo organizado y no organizado lo que va en aumento en esta entidad.

Frente Nacional de Lucha por el Socialismo