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El final de Morales Olivera: la cuarta temporada del drama de YPFB

Fuentes: Rebelión

*Smallville * es quizá una de las series más vistas en el mundo. La misma trata sobre la vida de *Superman *cuando no usaba capa, ni se dedicaba a realizar grandes rescates. Cuando era un adolescente de un pueblito donde suceden mil cosas y Clark Kent es un muchachito simpatico y bonachón. Lo interesante del […]

*Smallville * es quizá una de las series más vistas en el mundo. La misma trata sobre la vida de *Superman *cuando no usaba capa, ni se dedicaba a realizar grandes rescates. Cuando era un adolescente de un pueblito donde suceden mil cosas y Clark Kent es un muchachito simpatico y bonachón. Lo interesante del tema es que la misma se emite por *temporadas*. Ahora ya va por la sexta. Así cada una de ellas representa un largo capítulo en la vida del superheroe, con un principio y final, final que se conecta con el principio de la siguiente temporada.

Pensaba en esto la mañana del 24 de marzo, cuando anunciaron que el Presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) era retirado de sus funciones. O sea Manuel Morales Olivera se iba para su casa. Es decir, llegamos al fin de una temporada, que no duro tanto como la anterior, pero hasta el momento se ha visto como la más interesante.

Esta temporada se inició con la destitución de Jorge Ortiz Banzer que salió muy bien plantado, puesto que indico que lo retiraban por querer convertir a la estatal petrolífera en una empresa eficiente. Después de algún tiempo esta figura de gerente eficaz desaparecería cuando ante un iracundo Congreso confesaría que firmo los contratos sin leerlos. Asumió en medio de fuertes críticas el ciudadano Manuel Morales Olivera, cuyo único merito era el ser hijo del legendario Manuel Morales Dávila, quién se destaco por ser un solitario crítico de las medidas de Sánchez de Lozada cuando no ser neoliberal era considerado «pre – moderno». No obstante, Morales hijo nunca estudio algo relacionado con gas o petróleo ni trabajo en el sector.

El camino parecía allanado para el cuestionado Presidente de YPFB, puesto que ya se habían firmado los contratos nacionalizadores y sólo quedaba continuar la construcción de la estatal, tarea titánica, sin duda, pero no imposible. Sin embargo, he aquí que un remordimiento de conciencia lo ataco y cuando el Congreso remitió los contratos señalados para su protocolización, señalo que tenían errores y que debían volver a las instancias correspondientes para su corrección, en resumen, volvían al Congreso. Y ahí se armo la hecatombe, puesto que los congresistas examinaron letra por letra los contratos y encontraron un montón de errores.

En dichos momentos, como en las novelas, los protagonistas creen que el barco puede salvarse con el recurso de la mentira, y eso fue lo que empleo Morales, en vez de presentar su renuncia y someterse a una rigurosa investigación, prefirió intentar convencer a los Congresistas que los errores eran de forma, pero lo hizo de forma tan desordenada y contradictoria que no convenció a nadie.

El cherry de la torta, o sea el momento cumbre de la temporada fue cuando se presento al equipo de negociación. Ciertamente, no es criticable su juventud, de hecho la experiencia e inteligencia no son privativos de ningún grupo étareo, lo que es criticable es su falta de cuidado en la elaboración de los contratos. No se necesita tener grandes títulos o muchos años de experiencia para ordenar las cosas de la A a la Z. Es cierto, que son documentos de muchas páginas, pero ahora *Microsoft Office *en su versión de *Palabras *(Word) puede ordenar miles de páginas, puede comparar documentos, los resume e incluso puede leerlos.

Así que no había excusa para tremendo error, lo que si se nota es una falta de pulcritud, que no debe presentarse ni en un joven ni en un adulto. En el fondo pienso que el asunto se parece demasiado a la presentación de una tarea, cuando uno se atrasa imprime cualquier mamarracho con la esperanza que el revisor no se de cuenta. Lamentablemente, esta vez si se dieron cuenta.

El final de esta temporada, estuvo de lujo. Pues tanto el presidente de YPFB como sus asesores terminaron agarrándose a sus sillas. Cuando debieron renunciar en masa no lo hicieron y prefirieron aferrarse a sus cargos, por lo que terminarán siendo echados. Es como los personajes de *Smallville *que ya no tienen cabida y deben morir, cierto que pueden regresar, pero el como hacerlo dependerá de las decisiones que tomen ahora.

Por lo pronto, Guillermo Aruquipa inicia la nueva temporada, que también se anuncia sabrosa, pues grandes preguntas se avizoran ¿Cómo se solucionará el brete de los contratos? ¿Cómo se encarará la fundación de YPFB? ¿Seguirá siendo el principal requisito para ingresar a la estatal los avales?