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El FMI quiere a la Argentina como proveedora de materias primas y alimentos

Fuentes: Rebelión / CLAE

El Ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, tras realizar el sinceramiento de los gastos estatales sostuvo que, finalmente, el déficit fiscal total del año 2021 estará en torno al 3,5% del PIB.

Significando un ahorro (no ejecución del gasto) del 2,3% del producto bruto interno con respecto a lo planificado en la Ley 27.591 de Presupuesto de la Administración Nacional del corriente año 2021, en que, a su vez, el gobierno estima el PIB en el equivalente a 416.111 millones de dólares. Por ende, el ahorro fiscal significa unos 9.570 millones de dólares.

Si lo ponderamos al tipo de cambio oficial es más de un billón de pesos que deberían haberse usado para mejorar las jubilaciones y pensiones, realizar las obras públicas por el 2,5% del PIB como estaba establecido en la ley 27.591 y que no se cumplió, y desarrollar otros gastos públicos para asistir a la población y a las provincias, máxime en medio de la pandemia.

Si en lugar de incumplir la ley 27.591 de Presupuesto Nacional 2021, lo comparamos con el déficit fiscal del año 2020 que fue del 8,5% del PIB, el ajuste de las cuentas públicas nacionales del corriente año representa el 5% del producto bruto interno, suma que actualizada al día de hoy ronda los 2,25 billones de pesos, cuando el gasto total ejecutado para todo el año será de  unos 10 billones de pesos.

Cuando el gobierno envió el Proyecto de ley de Presupuesto 2022 tenía otros números de cómo “cerraba” el año 2021 y como se proyectaba el año 2022, que ahora debe cambiar (debe modificar todo el proyecto de presupuesto para el año 2022)  ante el plan de facilidades extendidas que acuerda con el FMI.

Obviamente y con independencia de los valores nominales, la ejecución presupuestaria de este año 2021 va a ser menor en términos reales que la volcada como proyección en el Mensaje del Proyecto de Ley de Presupuesto de la Administración Nacional 2022, de allí que plantea una reducción del déficit fiscal para que sea en torno del 3,5% del PIB en lugar del 5,8% que establece la ley.

 ¿Por qué lo llaman de Facilidades?

El programa que delinearon Martín Guzmán y la Directora General del FMI, Kristalina Georgieva, y que contra reloj acordó en Washington la delegación encabezada por el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos; el Secretario de Hacienda, Raúl Rigo, y el Vicepresidente del BCRA, Jorge Carreras  establece un sendero de reducción del déficit fiscal, una restricción creciente a la asistencia monetaria del Banco Central al Tesoro, y una meta de reducción de la brecha entre el dólar oficial y los paralelos, devaluando el tipo de cambio oficial.

Esto es, acuerdan un programa a diez años de plazo para que la Administración Nacional pase de tener un déficit fiscal del 3,5% del PIB como es ahora,  a un superávit que le permita comprar las divisas para pagar los intereses de la deuda por tres o cuatro años y luego, en siete o seis años restantes amortizar el capital adeudado de 32.200 millones de DEG[1] (unos 45. 400 millones de dólares).

En los cálculos que presenta el gobierno en una planilla excel proyecta un crecimiento exponencial de nuestras exportaciones para los próximos 10 años, incluso mayor a lo que ha sido este año 2021 que es récord para lo que va de este siglo XXI,  estimándose que el superávit va a superar los 15.000 millones de dólares, con exportaciones por 73.000 millones de dólares e importaciones por 58.000 millones de dólares.

Los problemas son varios:

  1. la primarización de la economía donde el 65% de las ventas al exterior son productos primarios y a lo sumo manufacturas de origen agropecuario que generan poco trabajo. Nos preguntamos: ¿cuántas horas hombres implica producir y exportar una tonelada de soja, máxime con el grado de mecanización que se tiene?
  2. el grado de concentración. Si se habla de petróleo, gas y sus derivados se trata de un puñado de empresas encabezadas por YPF SA (donde el Estado Nacional tiene el 51% del paquete accionario, pero Blackrock posee el 6%); por Pan American Energy S.L (de Bulgheroni, pero la petrolera Británica  British Petroleum es el accionista principal  y explota nuestro petróleo en Malvinas); Vista Oil & Gas Argentina (liderada por el ingeniero Miguel Galuccio, ex CEO de YPF);  Tecpetrol S.A. (Techint); Total Austral; Petrobras;  Pluspetrol; LF Company; Apache; Chevron; Pampa Energía; etc.  Nunca se informa cuál es el costo de extracción (producción) del petróleo y del gas, pero se aceptan como referencia los precios internacionales determinados por el alto costo de extracción del Mar del Norte.  Si se trata de granos, pellets, harinas, aceite y biocombustible, son nueve empresas las que exportan el 90% (ADM; Bunge; Cargill; Cofco; Glencore; Louis Dreyfus; Aceitera General Deheza; ACA; Molinos Agro de los Pérez Companc). Y e los primeros 16 frigoríficos exportadores de carne concentran el 66% de las ventas y, todos ellos conforman el Consorcio ABC,  que además controla las ventas por Cuota Hilton y Cuota 481 a Europa.
  3. Todos ellos aparecen en el listado de compradores de dólares del BCRA en los cuatro años de gestión de Cambiemos[2], y es más,  el BCRA les vende a precio oficial los dólares para que ellos paguen supuestas deudas que tienen en el exterior. En efecto, de los 80.237 millones de dólares de deuda de empresas privadas argentinas con el exterior al 30 de junio de 2021 que publica el BCRA, en más de 33.400 millones el acreedor es una empresa del exterior del mismo grupo económico, la mayor parte de las veces, su casa matriz.  Es decir, se trata de un pago de intereses «intragrupo», de la filial local a la casa matriz, u otra sucursal de la misma, en el exterior.

Es más, la economista Felisa Miceli sostiene que la deuda del sector privado es uno de los principales componentes de la demanda de divisas. Distintas estimaciones indican que entre 2020 y 2021 se han asignado a este fin entre 10.000 y 12.000 millones de dólares.

Por esa deuda supuesta en la más amplia mayoría de los casos, el BCRA le vendió al tipo de cambio oficial (hoy a $ 107,26)  los dólares a las empresas sin límite alguno y, recién a mediados de setiembre de 2020, y ante el deterioro de las reservas internacionales, dispuso que solo les vendería divisas al tipo de cambio oficial a las empresas endeudadas por el 40% del total de la deuda que declaren. El  60% restante deberá ser reestructurado o abonado con fondos que tengan en el mercado internacional.

Para dar un ejemplo concreto, el Grupo ARCOR, liderado por Luis Pagani y familia, importante empresa con 16 filiales en el exterior, principal productora de caramelos, galletas y dulces del país, con participación en el capital accionario de “La Serenísima” líder en el rubro lácteos, etc., en la gestión de Macri tomó una deuda  por 552.815.000 dólares en una obligación negociable.

El BCRA le ha vendido y vende dólares al precio oficial, cuando el mismo BCRA en su Informe “Mercado de cambios, deuda y formación de activos externos, 2015-2019”, sabe que compró divisas por medio de ARCOR SAIC: U$s 255.016.559.- y por  Bagley Argentina SA: U$s 105.700.041.-

Los accionistas del Grupo Arcor poseen empresas financieras en el exterior, todas ellas fueron conformadas por la sociedad intermediaria HOSLYND SA. de Uruguay [3]. Dicha empresa pertenece a una escribanía llamada “Hordeñana y Asociados Corredor de Bolsa SA”. Su dirección es Juncal 1205, en piso 13, de la ciudad de Montevideo [4].

A través de la firma Hoslynd S.A., Luis Alejandro Pagani y su esposa María Eugenia Novoa crearon en 2012 la firma Roquel Properties Ltd. y la empresa LI Atlantic Investment LLC,  ambas en las Islas Vírgenes Británicas.Y el BCRA le vende dólares al tipo de cambio oficial y al común de los mortales solo hasta 200 dólares por mes, más impuestos.

Máxime si se tiene en cuenta que además de presionar por la devaluación de nuestra moneda cuando no se tiene necesidad alguna ante el superávit comercial con el principal objetivo de acumular divisas para pagar la deuda, también presiona para subir las tasas de interés, y en ese caso el principal perjudicado es el BCRA que les pagó a los bancos la suma de 135 mil millones de pesos en el mes de octubre y, 141 mil millones de pesos en noviembre 2021 por las inmovilizaciones por Leliq y por pases pasivos[5] que conforman un pasivo financiero de 4,2 billones de pesos.

Eso sí, para el FMI es pecado que el BCRA asista al Tesoro de la Nación, incluso dentro de las severas  restricciones impuestas por la ley 24.144 de Carta Orgánica del BCRA. Con alto tipo de cambio y con intereses reales positivos, lo único que se obtiene es encarecimiento de los alimentos y del resto de los componentes del costo de vida y, una  recesión generalizada por encarecimiento del poco crédito que se destina al mercado interno.

Con la política fiscal, monetaria y cambiaria acordada y supeditada por el FMI, se habla de tasas de crecimiento del PIB, cuando lo único que le interesa a los que están detrás del organismo internacional, es asegurar la inserción de la Argentina como mera proveedora de materias primas y alimentos al mundo desarrollado.

Cuando el tiempo vaya pasando, no se cumplan las metas y el descontento de la población aumente, el FMI dirá como otras veces, que la receta es buena pero que el  gobierno argentino no la supo ejecutar.

Cuando el problema real es que le imponen a la población una deuda que benefició a una minoría parásita y rentística que no alcanza a ser el 2% de la misma, en lugar de investigar y sancionar a esa minoría por comprar las divisas con dinero en negro e incluso, a los bancos que se la vendieron incumpliendo la Ley 25.246 de lavado de activos, que exige el origen de esos fondos.

 Notas

[1] Los DEG – Derechos Especiales de Giro -son la moneda de cuenta del FMI y actualmente es equivalente a 1,41 dólares

[2] “Mercado de cambios, deuda y formación de activos externos, 2015-2019”, que publicó el Banco Central en mayo de 2020

[3] Se trata de la intermediaria en Uruguay que más empresas fantasmas ha creado según los Panamá Papers.

[4] El striptease del poder y Revista Conteiner en  https://www.revistacontainer.com.ar/los-dulces-negocios-offshore-de-arcor-y-sus-accionistas/

[5] Leliq – Letras de Liquidez del BCRA y pases pasivos. Son instrumentos financieros para “esterilizar” pesos que primero se emiten y luego, se retiran del sistema económico y s ele paga un interés a los bancos por ello, funcionan como un encaje remunerado por el BCRA  para no prestar y a su vez, se ha convertido en la principal causa de la emisión monetaria

Horacio Rovelli. Licenciado en Economía, profesor de Política Económica y de Instituciones Monetarias e Integración Financiera Regional en la Facultad de Ciencias Económicas (UBA). Fue Director Nacional de Programación Macroeconómica. Analista senior asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).