El ministro de Minería de Bolivia, Guillermo Delance, descartó hoy que el gobierno vaya a otorgar una indemnización a la empresa metalúrgica Glencore, de Suiza, por la nacionalización de la fundidora Vinto, información que resalta la prensa local y que destaca en su portal de Internet El Nuevo Día .

Delance aseguró que cuando Vinto fue privatizada en 1999 el Estado sufrió pérdidas económicas, por lo que se realizará «una auditoría técnica y jurídica» para establecer responsabilidades penales por la operación.

La nacionalización del complejo metalúrgico levanta dudas de diversa índole en Bolivia, un día después de que el presidente izquierdista Evo Morales recuperara el control pleno de la fundidora en favor del Estado. Por otro lado, en Brasilia, el presidente de la estatal Petrobras, José Sergio Gabrielli, dijo que las negociaciones por el precio del gas que Brasil importa de Bolivia son comerciales y no políticas, y la empresa quiere «el valor justo» por sus dos refinerías nacionalizadas en el país andino.

Una primera reacción fue la del encargado del Departamento de Cooperación Económica Suiza (SECO), Thomas Henstchel, quien dijo que Bolivia es libre de tomar decisiones soberanas y recordó que está en vigor un acuerdo binacional de seguridad jurídica para las inversiones. Este tratado, vigente desde 1990, señala que en casos como éste «por motivos de utilidad pública e interés nacional» corresponde «una justa compensación a las partes», destacó el funcionario.