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Entrevista al Dr. Reynaldo Saccone, ex presidente de CICOP

«El Gobierno echa la culpa a los trabajadores de la salud de los problemas que no puede resolver»

Fuentes: Rebelión

M.H.: Reclaman test masivos para todos los trabajadores de salud, hay un proyecto presentado a fines de marzo por el FIT, hay 40 trabajadores contagiados en la Clínica Providencia, 19 en el Hospital Italiano y la Argentina con una tasa muy alta de trabajadores de la salud infectados del 14%, 374 sobre 2669 casos.

R.S.: Es bastante complicado. Es un problema de salud pública que tiene que tomar el gobierno nacional. Para sorpresa de muchos, no mía porque lo conozco hace muchos años, el ministro de Salud, Ginés González García, se tira contra los trabajadores del área, el famoso recurso de que el culpable es la víctima. Eso es grave.

Hasta ahora venía comportándose con decoro, acá se le soltó la cadena porque el gobierno no puede resolver el problema de proteger a los trabajadores del sistema público y menos del privado, porque el caso que comentás de la Clínica Providencia es la punta del iceberg porque detrás de la Providencia está el Hospital Italiano, el Sanatorio Güemes que viene piloteando el silencio mediático pero donde hay muchísimas quejas también, y después los geriátricos que, como se rebeló en Córdoba, en la ciudad de Saldán, no se cumplen los protocolos.

Hay un problema grave, en el lado privado porque el cuidado de los trabajadores implica un gasto y es un gasto improductivo y la lógica del negocio capitalista que tienen las empresas privadas propietarias de clínicas y geriátricos, no están dispuestas a gastar en eso ni licenciar al personal. Los hacen trabajar, por ejemplo, los trabajadores de la Clínica La Providencia, que queda en la calle Tucumán entre Callao y Riobamba acá nomás en pleno centro de la Ciudad; cuando tenían fiebre les decían que no fueran a la guardia porque la fiebre era causada por la vacuna anti gripal.

Entonces, a trabajadores con fiebre que pedían ser atendidos en la guardia les negaban la atención. Así lo declararon delegados de ATSA. En el lado privado está eso, que es un gasto improductivo y baja la ganancia de la dinámica del negocio privado y en el sector estatal también, en este caso no es por la no ganancia sino para no gastar.

Entonces, nos encontramos con situaciones muy complicadas y si los trabajadores cometen errores o por falta de entrenamiento o por imprudencia o por lo que sea, entonces la actitud de las autoridades de lanzarse sobre los trabajadores en el mismo momento en que no les proveen los elementos necesarios, ya muestra la entraña de este gobierno que es echarle la culpa a los trabajadores de los problemas que no pueden resolver.

En la provincia de Buenos Aires la CICOP logró implementar los comités de crisis después que el ministerio de Salud se negara por mucho tiempo, y también los directores de hospital.

M.H.: Pero escuchamos al director del hospital Belgrano de San Martin que dice “CICOP y ATE ponen palos en la rueda”

R.S.: Sí, porque defienden a los trabajadores, entonces eso es poner palos en la rueda para ellos. Lo que quería comentar es que el lunes 20 se realizó la primera reunión, CICOP logró que se hiciera una comisión central de crisis en La Plata donde participan los sindicatos y las autoridades del Ministerio para discutir toda la problemática. Ahí empezó a discutirse la provisión de barbijos, se sacó la resolución que indica que todo el personal de salud tiene que usar barbijos y una serie de medidas acordadas con los trabajadores porque ellos quieren defenderse,  quieren trabajar sin enfermarse.

Eso indicaría un gasto, que es lo que no quiere hacer el gobierno pero los trabajadores a nivel del Ministerio lograron imponerse, entonces es de esperar que baje la normativa a todos los hospitales que acepten la conformación de los Comité de crisis con representantes de los trabajadores y de la autoridad. Porque hasta ahora los Comité de crisis los hacía el director con algunos jefes de servicio, obviamente los más adeptos para poder manejar las cosas, en una situación de escasez de recursos y de ninguna voluntad para resolver esa escasez, obviamente la presencia de gente que clama por su protección es una molestia; es un paso muy grande que se ha dado.

Y por otro lado está el entrenamiento y el desarrollo de la conciencia, muchos trabajadores no están acostumbrados a cuidarse frente a la pandemia en el hospital, se sienten seguros, muchos hacen como siempre y eso tiene que cambiar, pero cambia si hay una actitud educativa y no represiva como acaba de hacer Ginés González García.

M.H.: Acabo de leer una nota muy dura de la Dra. Cortés, del hospital Tornú, pidiendo que “no la aplaudan más”. Parece ser algo generalizado. Hoy me enteré de la situación del hospital Penna, donde también hubo una comunicación de los directivos responsabilizando al personal, inclusive planteando sanciones. Tengo entendido que el día viernes hubo una asamblea del personal, pero hay un reclamo generalizado en los hospitales porteños por la falta de elementos de protección.

R.S.: Así es. Lo nuevo es que en las últimas dos semanas hay una reacción del personal, porque en realidad ya se veía venir, porque los reclamos empezaron antes de que empezara la cuarentena, y hemos hablado que el gobierno se estuvo moviendo con dos estrategias, una la cuarentena, que es una estrategia exitosa  y otra, no gastar un centavo y mantener el sistema de salud sin hacer las modificaciones e inversiones que debiera. Eso se manifiesta de manera concreta en los reclamos de los trabajadores que ven en peligro su salud. Acá hay un problema grande, es la defensa de su salud por la que protestan en todo el país, no solo en Buenos Aires, el área metropolitana, sino también en Córdoba, Santa Fe; sobre todo en los grandes conglomerados que es donde está más presente la virosis pandémica.

Es una lucha infernal para lograr un reclamo de los trabajadores que es muy sensato, la participación en los Comités de crisis, que haya en todos los hospitales, con participación de los trabajadores. Eso en la provincia de Buenos Aires, después de los episodios del hospital Belgrano, el ministro de Salud retrocedió porque se negaban rotundamente y habían bajado la negativa todos los directores de hospital pero terminó cediendo porque se dio cuenta que era inmanejable. Sin la participación de los interesados en mantener las condiciones de protección no lo podés lograr.

Finalmente en la paritaria que se hizo con la CICOP el ministro aceptó, se hizo una comisión central que se reunió en La Plata, ya tuvo dos reuniones que tomaron resoluciones. En la primera reunión el Ministro elaboró una resolución ministerial que bajó a todos los hospitales para que en todos los hospitales de la provincia se hicieran los Comité de crisis con intervención de los trabajadores. Generalmente es con los sindicatos, el delegado de ATE, el de FATSA y el representante de CICOP o alguna otra entidad que también participa. Eso es muy interesante, tengo el informe del Hospital Estévez que es monovalente de salud mental en Témperley que tiene 600 internos, es decir, pacientes que viven en el hospital porque es un hospital de crónicos, tiene una parte de agudos también. Ahí se reúne la comisión y trata distintos problemas como las normas de bioseguridad al interior del hospital, además están elaborando un protocolo de cómo manejarse en los hospitales monovalentes de internación crónica. Los cuidados que deben tomarse en relación a los pacientes, porque se infecta uno y se infectan todos.

M.H.: El 60% de las muertes, por ejemplo en España, se dieron en residencias de ancianos.

R.S.: En Nueva York el 72%.

M.H.: Hablaste de paritaria, ¿abordaron el tema salarial?

R.S.: Sí, se habló en forma integral dentro de la paritaria y uno de los temas fue el Comité de crisis, lo que pasa es que se convirtió en algo muy importante en estas condiciones de pandemia. Estamos en una situación salarial muy difícil pero las asambleas de base de los hospitales aceptaron bajo protesta la oferta del gobierno que fue de entre 21 y 25%. El mayor porcentaje para el ingresante y el menor para las categorías más altas. Insuficiente claramente, en relación a todo y por debajo de lo que se pedía. No obstante lo cual, en las condiciones actuales los profesionales optaron por aceptarlo, a desgano, pero el 82% aceptó y el resto lo rechazó. Así que quedó pero con un paquete, en el que está la creación de las comisiones, el funcionamiento de otras comisiones, el funcionamiento de nombramientos y concursos; y lo que es interesante es ver cómo se compuso ese aumento, porque el aumento de toda la administración pública provincial ya estaba estipulado. Lo que pasa es que nuestra paritaria particular, del sector de profesionales de salud, permite dentro de ese marco algunas cosas, entonces logramos unos cuantos puntos más que el resto de la administración pública provincial. Por ejemplo, logramos que los 5.000 pesos que daba el gobierno nacional para los que trabajan estrictamente con una persona enferma de Coronavirus, desconociendo que el hospital es una entidad, entonces el que barre el piso o el camillero o la enfermera que pone el termómetro, quedaba por fuera. El concepto nuestro, es que como el hospital es una totalidad y trabaja allí un equipo de salud, el aumento va para todos. Que es contrario a todo ese estilo de focalización de estímulos que preconiza el Banco Mundial. Nosotros tenemos una trayectoria de oponernos a esos incentivos por sector. El Ministerio y el gobierno de la provincia aceptaron. Todo esto yo lo cuento brevemente pero son reuniones y reuniones.

M.H.: El viernes pasado realizaron una asamblea virtual médicos residentes de la provincia de Buenos Aires reclamando insumos, protección personal, falta de personal y elementos de limpieza. ¿Tenés alguna información al respecto?

R.S.: Ese es un problema general, es muy bueno que los residentes empiecen a reunirse en torno a este problema porque hasta ahora no lo habían hecho. Hasta ahora la CICOP resumía esos reclamos, pero los residentes que siempre tienen una posición más independiente de los organismos sindicales, aunque gran parte de ellos están afiliados a la CICOP, toman esta medida porque de verdad hay escasez. Voy a dar ejemplos, una guardia contaminada en un hospital de la provincia fue declarada en cuarentena, todos sus integrantes, y alguno que tenía síntomas quedó internado en el hospital. Esa guardia tuvo que ser reemplazada con profesionales de otras guardias o de otros sectores. Cuando se produce una contaminación en un servicio o en un equipo de trabajo, todo el equipo de trabajo queda en cuarentena y se produce un vacío. Ese es el problema que vio Ginés hace unos días y dijo “hay que cuidar al personal” ese es el problema real que existe, no es solamente que se enfermen, sino que todos los contactos pasan a cuarentena y se produce un vaciamiento de personal. Y eso que ya era crítico, porque ya hay una crisis estructural de años de déficit en todo el sistema público de la Argentina y en particular de la provincia de Buenos Aires, llega a límites inimaginables, porque si nosotros veníamos diciendo durante los veranos antes de esta epidemia que no están las guardias completas en casi ningún hospital, imaginate que sobre ese déficit hay una sobre exigencia entonces el sistema no puede responder.

M.H.: ¿El Covid19 es reconocido como enfermedad profesional?

R.S.: Esa es una discusión. Lo que estamos reclamando desde CICOP es que sea inscripta en el registro de enfermedades profesionales, eso no ha sido hasta ahora, lo que sí se hizo fue conferirle un estatus que hace que quede a resolución caso por caso del comité de la comisión médica suprema. No es lo que nosotros queremos, pero se le reconoce un estatus suficiente como para ir a ese consejo, después lo que resuelva ese consejo depende de muchas variables.

M.H.: Esto solo para los trabajadores de la salud ¿verdad?

R.S.: Hasta ahora sí, no sé si se amplifica o si el texto de la resolución lo deja abierto a trabajadores que actúen en contacto con el público, que sean susceptibles de contagiarse.

El 90% de los casos de dengue es autóctono

M.H.: Quiero volver sobre el tema del dengue. Hay una serie de análisis que apuntan a que no pasó lo peor aún.

R.S.: La información que yo manejo viene del boletín epidemiológico del ministerio de Salud de la Ciudad, que es información oficial, no creo que haya otra más completa pero puede haberla. En lo que va del año hay 5.000 casos confirmados de dengue, hay más de 6.000 denunciados por profesionales, pero confirmados 5.000.

M.H.: En la Ciudad de Buenos Aires.

R.S.: Otro dato interesante es que la Comuna que va a la cabeza es la 12 (Coghlan, Saavedra, Villa Urquiza y Villa Pueyrredón), pero también está en las comunas del sur de la Ciudad, los barrios de La Boca, Barracas, Soldati, Lugano, Parque Patricios y Pompeya. Hay algo más interesante aún, que es que de los 5.000 casos confirmados, el 90% son autóctonos, la persona afectada no tiene antecedentes de viaje, como era años atrás. Mucha gente que es de países limítrofes que vuelve de ver a su familia, vuelve contagiado, pero en este caso no, el 90% es autóctono, contagiado aquí. Y el mosquito hace tiempo que es autóctono, el Aedes aegypti, el mismo que contagia la fiebre amarilla.

M.H.: ¿Cómo combatimos el dengue? Hoy leía que en Brasil hay 500.000 casos.

R.S.: En Brasil es endémico, pero debe haber un sub registro por las características de la población, socio demográficamente hablando. Lo que sé es que acá trabajamos sobre el mosquito, tratando de eliminar lo que favorezca a su reproducción, el famoso “descacharramiento” que hace años que se viene propagandizando.

En Brasil tratan de avanzar sobre la vacuna, hay un instituto famoso de enfermedades tropicales que trabaja sobre la vacuna, ellos y otros grupos. El tema con todas las virosis es la vacuna, que genera las defensas, porque es casi imposible eliminar a todos los mosquitos y el virus sigue existiendo y reproduciéndose en los mosquitos y después pasando a la población.

La vacuna, igual que para el Coronavirus es lo que hay que esperar. Pero entran otros factores, el problema de la industria farmacéutica, que al estar en competencia no se puede hacer un trabajo colaborativo que sume esfuerzos, capacidades y experiencias para acelerar la vacuna, los estudios, ensayos y pruebas.

M.H.: ¿Cuál es la relación del gobierno nacional con la industria farmacéutica en este momento?

R.S.: Toda la industria farmacéutica siempre tiene un sostén en el gobierno tanto la nacional como la extranjera. Hay una industria farmacéutica nacional que es importante en la Argentina más que en otros países, que se ha desarrollado mucho porque la legislación argentina hace un pequeño desvío a la Ley de protección de patentes y da cierta independencia para la producción nacional, que es cada vez menor.

En los 60 era de una manera, en la época del florecimiento de la industria farmacéutica, ahora es mucho menor; porque hay también una presión internacional dada en forma directa por EE UU. Cada vez que viene un embajador nuevo se presenta con el Presidente y le plantea que quiere cambiar la Ley de patentes farmacéuticas.

Y desde el otro punto de vista todas las conferencias internacionales de comercio de la OMC, lo mismo que los pactos que se firman, que van haciendo perder derechos en el patentamiento de la industria argentina a favor de la penetración de la industria extranjera.

La industria argentina farmacéutica necesita apoyarse en el Estado para no ser borrada del mapa. Siempre está esa relación. Esto hablando en términos muy generales. En términos prácticos lo que busca la industria farmacéutica, como toda empresa, es hacer negocios y sacar la mayor renta posible. Ese es también un límite porque una cantidad de fármacos que se podrían fabricar a precio muy barato no se puede hacer porque la industria farmacéutica fija los precios. Y solamente aquellos fármacos que no le dan ganancia o que la patente está vencida hace muchos años, es producida por el Estado. Por ejemplo, hay un fármaco muy importante para el mal de Chagas, el Albendazol que lo fabrica el laboratorio estatal de Río Negro a un precio incomparablemente menor que la industria farmacéutica. Y así en todos los rubros.

Por eso la industria farmacéutica ha llegado el momento en el que se constituye como traba para el desarrollo de las vacunas, entonces es necesario cada vez más la intervención del Estado para terminar con la apropiación privada de la industria farmacéutica y convertirla en un instrumento que pueda trabajar científicamente y sin espíritu de lucro para resolver los problemas de la salud de la población.

M.H.: ¿Qué pasa con las otras patologías? Se habla exclusivamente del Coronavirus pero la gente se sigue enfermando. Igual ha disminuido mucho la presencia física en los centros de salud.

R.S.: Exacto, hay una auto restricción de la demanda sanitaria por parte de la gente. Que la piensa dos veces antes de ir al médico. Eso puede ser bueno cuando elimina las consultas ociosas pero puede ser malo también porque las patologías no desaparecen de la noche a la mañana.

Lo mismo pasa con las consultas cardiológicas y de distintas especialidades. Además se ha dificultado porque los mismos prestadores de las obras sociales y los hospitales públicos se han reorganizado de tal manera que es difícil atenderse. Es un problema que está pendiente de resolución.

M.H.: ¿Querés agregar algo?

R.S.: Creo que el problema de la protección al personal de salud es grave, porque hay dos sectores que han aparecido claramente como sectores de riesgo, que son por un lado los habitantes de los geriátricos y, por otro lado el personal de salud. Y además el personal de salud circula, está a la mañana en el hospital a la tarde en un geriátrico y el fin de semana en una clínica privada. Los médicos hacen guardia en uno, guardia en otro. Ese punto es grave, porque además de ser vectores, trasladan el virus con ellos mismos, se enferman y hasta pueden morir.

Desgraciadamente la semana pasada murió un médico de Cañuelas, dirigente de Cicop de la seccional de Cañuelas y hoy una doctora de Escobar, que se jubiló del hospital a fines del año pasado, pero siguió trabajando en una clínica privada donde se contagió y falleció.

Esto quiero remarcar, que el personal de salud está en riesgo y que el otro sector que corre peligro es la población de los geriátricos. Y hay que tomar medidas estrictas. En esos casos el testeo con el PCR para determinar si está o no presente el virus es decisivo para tener un punto de partida para elaborar cualquier estrategia de aislamiento o segmentación del personal.