El crowdfunding es algo que solo podría haber salido de una plataforma como Internet. La mera idea de que era posible financiar proyectos a base de pequeñas donaciones de miles de usuarios es algo que hubiera sido imposible de implementar hace veinte o treinta años. Y como suele pasar con este tipo de pequeñas revoluciones […]
El crowdfunding es algo que solo podría haber salido de una plataforma como Internet. La mera idea de que era posible financiar proyectos a base de pequeñas donaciones de miles de usuarios es algo que hubiera sido imposible de implementar hace veinte o treinta años. Y como suele pasar con este tipo de pequeñas revoluciones en el mercado, no pasa mucho tiempo hasta que son advertidas por los legisladores y los lobbys.
Si no tienes dinero, no puedes pedir dinero
El gobierno español se ha dado cuenta de lo mucho que ha aumentado el crowdfunding en España en los últimos meses, y a pesar de que se denominan a si mismos como «liberales», no han tardado nada en regular y limitar este tipo de financiaciones. Algunas de ellas parecen ideadas para añadir protecciones a los usuarios, mientras que otras no tienen demasiado sentido.
A partir de ahora los proyectos de crowdfunding (o de «financiación participativa» como los denomina la ley) no podrán captar mas de un millón de euros; no es la única limitación, ya que ahora será mas difícil empezar un proyecto como este: las nuevas plataformas tendrán que tener un capital igual o superior a 50.000 €, o un seguro de responsabilidad civil con una cobertura anual de 150.000€.
Igualmente ahora tendrán que registrarse en la CNMV y en el Banco de España, y no podrán aceptar mas de 3.000€ por cada inversor. Igualmente, cada inversor solo podrá invertir 6.000 € al año en proyectos de este tipo. La ley contempla multas de hasta 200.000€ y la prohibición de operar durante 5 años en caso de incumplimiento.
Los pequeños proyectos, los que mas sufren
Es fácil justificar esta medida para evitar que, si el proyecto fracasa, los usuarios puedan recuperar su dinero, pero por otra parte pondrá mucho mas difícil la creación de proyectos al necesitar una inversión importante inicial; precisamente la razón por la que se inician estas financiaciones participativas es por falta de dinero, no por gusto. Si has ideado una plataforma de crowdfunding antes tendrás que demostrar que tienes un capital de 50.000€. ¿No es ridículo? Editado: Son las plataformas de crowdfunding las que deberán tener un capital de 50.000€, no los proyectos.
Por tanto, son los proyectos pequeños ideados por una o dos personas los que mas sufrirán con esta nueva ley que irá incluida en la «Ley de Fomento de la Financiación Empresarial»; en definitiva se trata de una ley en contra de los nuevos emprendedores de Internet, que se calcula que en el 2013 obtuvieron 10 millones de euros por crowdfunding. No sabemos si las grandes compañías le han visto las orejas al lobo, si simplemente este gobierno no tiene ni idea de lo que ocurre en Internet, o las dos cosas, pero está claro que el crowdfunding en España no volverá a ser el mismo.