La Paz, julio 7, 2004.- El gobierno boliviano inició hoy la militarización del Altiplano en defensa de su referéndum sobre el gas. Fuerzas combinadas del Ejército y la Policía fueron desplegadas en las principales carreteras y provincias de La Paz para impedir los bloqueos campesinos y la organización del boicot contra la consulta del 18 […]
La Paz, julio 7, 2004.- El gobierno boliviano inició hoy la militarización del Altiplano en defensa de su referéndum sobre el gas. Fuerzas combinadas del Ejército y la Policía fueron desplegadas en las principales carreteras y provincias de La Paz para impedir los bloqueos campesinos y la organización del boicot contra la consulta del 18 de julio, que a juicio de los trabajadores sólo busca legitimar el control total que ejercen las petroleras extranjeras sobre las riquezas hidrocarburíferas de Bolivia
Las tropas de los Regimientos militares del Ingavi, de los blindados del Bolívar y del 23 de Infantería de Viacha acamparon en la provincia Aroma y en las cercanías de las poblaciones de Ayo Ayo y Sica Sica, para presionar a los comunarios y campesinos que se reunían en un ampliado de emergencia.
Simultáneamente, varios centenares de efectivos de la Policía, fuertemente armados, patrullaban la zona con el mismo objetivo de los militares: evitar los bloqueos de carreteras y la organización del boicot al referéndum de Mesa, además de identificar a los líderes campesinos para su posterior detención y encarcelamiento.
«Las personas que intenten boicotear el referéndum serán detenidas y pasadas al Ministerio Público», advirtió Gregorio Lanza, director del Ministerio de Gobierno, quien justificó la militarización del Altiplano y, aparentemente, una inminente «cacería» de dirigentes.
«El boicot es penado por ley, procede la detención preventiva de esa gente y en ese sentido se trabaja», dijo al advertir que la Policía y el Ejército ya tienen identificados a los revoltosos.
PESE A LAS AMENAZAS
Estas amenazas no amedrentaron, sin embargo, a los comunarios y campesinos que otra vez exigieron la libertad de todos los detenidos por el caso de Ayo Ayo y planificaron el bloqueo de caminos para la próxima semana y la quema de ánforas durante el referéndum.
Similar actitud asumieron los dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB), que convocaron nuevamente al boicot a la consulta oficial, porque no incluye la demanda popular de la nacionalización del gas y el petróleo, y porque obliga a los bolivianos a escoger entre la política antinacional y entreguista del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y la de su sucesor y vicepresidente Carlos Mesa, que es muy similar. Ambas políticas posibilitan que todas las reservas de gas y petróleo de Bolivia, valuadas por encima de los cien mil millones de dólares, estén bajo el dominio y control total de las petroleras extranjeras.
«Si quieren pueden apresar dirigentes, pueden meter bala, que lo hagan. No hay miedo (…) El pueblo no debe caer en la trampa del referéndum, que es la misma trampa de la capitalización (privatización). El referéndum sólo sirve para refrendar los 78 contratos (con las petroleras) que dejó Sánchez de Lozada», dijo el líder de la COB, Jaime Solares.
El repudio popular al «tramparendum» es creciente en el Altiplano y los valles. En Cochabamba, centenares de campesinos a la cabeza de Alejo Véliz quemaron las papeletas de voto y copias del proyecto de Ley de Hidrocarburos de Mesa en la plaza principal de la ciudad, donde también ardió la bandera de Estados Unidos y muñecos que representaban al presidente Mesa y a su principal aliado, el diputado cocalero y jefe del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales.
LA TRAICIÓN
Morales, que en las elecciones del 2002 obtuvo la segunda mayoría, muy cerca de la primera, sueña con llegar a la presidencia el 2007 a través de la papeleta electoral, por lo que ha moderado su política y sus demandas en busca de conquistar la adhesión de los sectores más conservadores de la clase media y en pos de romper el veto de los organismos internacionales y de la embajada estadounidense. Intenta, por todos los medios, imitar a Lula, el obrero que llegó a la presidencia de Brasil, y por ello se ha convertido en un recalcitrante enemigo de la nacionalización y de las huelgas y manifestaciones de los sindicatos y organizaciones populares. Ha instruido que sus militantes defiendan el referéndum y voten por el SI en las tres primeras preguntas y por el NO en las dos últimas, lo que le valido ser calificado como «traidor» por las fuerzas leales a la COB y a las organizaciones que combaten al neoliberalismo.
EL BOICOT
«En el campo no habrá referéndum», aseguró Véliz desde el valle cochabambino. En el Altiplano, se repitió la misma consigna. Según el principal dirigente de la Confederación de Campesinos, el «Mallku» Felipe Quispe, las comunidades aymaras no participarán de la consulta oficial «porque en las cinco preguntas de la consulta no encontraron el término nacionalización de los hidrocarburos».
«Los planteamientos de septiembre y octubre (cuando se dio el levantamiento popular que concluyó con el derrocamiento de Sánchez de Lozada) fueron muy claros: Nacionalizar los hidrocarburos e industrializar y comercializar el gas (…) Eso no se está cumpliendo, si no que está tergiversado», dijo.
Advirtió que las comunidades boicotearán el referéndum. «Nos abstendremos y nos movilizaremos en un cabildo y en bloqueos», afirmó.
En otras regiones como La Paz y El Alto también se intensificaba la organización del boicot, con la recolección de firmas de apoyo a la nacionalización y la realización de mitines explicativos en los barrios populares.
«En el referéndum está la mano negra de las empresas transnacionales y por eso la COR (Central Obrera Regional) El Alto no descansará en su lucha contra la consulta», afirmó el dirigente Freddy Acho, al informar que del 12 al 14 se realizarán foros informativos y habrá un debate con el gobierno sobre este tema.
Otro foco de alta tensión también se daría en el norte de La Paz, tras que los productores de coca de Yungas acordaron con reiniciarán el 15 de julio el bloqueo de caminos, según informaron dirigentes de la Asociación Departamental de Productores de Coca. Los cocaleros están enfrentados a los colonizadores, que firmaron un acuerdo con el gobierno, referido al mercado de la hoja.
BOLIVIANOS MARCHARÁN EN BUENOS AIRES CONTRA EL «TRAMPARENDUM»
La Paz, julio 7, 2004.- Miles de bolivianos residentes en la Argentina se concentrarán en Buenos Aires el miércoles 14 de julio en repudio al referéndum sobre el gas hecho a medida de las petroleras, anunciaron organizaciones de la Comunidad boliviana.
«Convocamos a sumarse a la movilización de rechazo al referéndum, exigiendo la nacionalización sin derecho a indemnización de las empresas transnacionales y el control del pueblo trabajador; aymara, quechua, tupi guaraní y otras. Nos concentramos el día miércoles 14 de julio a las 15:00, en Plaza Congreso para marchar hacia el Consulado, la Embajada y la Plaza de Mayo», dice un comunicado del Comité de Movilización integrado por la Coordinadora Febrero Boliviano, por militantes y activistas sociales y políticos de la Comunidad Boliviana en Argentina.
La convocatoria cuenta con el apoyo de Alternativa Boliviana y otras agrupaciones que incluyen a piqueteros y juntas vecinales que apoyan la lucha del pueblo boliviano por reconquistar el gas y el petróleo, hoy en manos de las transnacionales como Repsol, Petrobras, Total, British Gas, Enron y Shell, entre otras.
En una carta abierta, el Comité de Movilización señala, desde Buenos Aires, que «lo que esta sucediendo en Bolivia desde febrero y octubre del 2003, no es ajeno a la realidad que nos toca vivir a cada uno de nosotros aquí en la Argentina».
«Durante el gobierno de Sánchez de Lozada se aprobaron leyes a pedido de los EE.UU., una de ellas es la Ley de Hidrocarburos 1689, que entrega la industria del gas y el petróleo a empresas transnacionales de Inglaterra, España y EE.UU. Esta ley maldita posterga las necesidades del pueblo para beneficiar directamente a las transnacionales», dice el Comité.
«El gobierno de Carlos Mesa plantea un referéndum para el 18 de julio, que es tramposo porque no contempla el reclamo hecho por el pueblo en octubre, para nacionalizar e industrializar los recursos naturales. En realidad lo que busca Mesa con este referéndum es legitimar su gobierno y su política entreguista. Prueba de ello es el convenio firmado con Argentina para la venta del gas, que a titulo de «solidaridad», sólo beneficia a las mismas transnacionales que saquean no sólo a Bolivia, sino también a Argentina, Chile, Brasil y Uruguay».
Según el Comité. «la ultima oportunidad que tiene Bolivia de industrializarse y desarrollarse es nacionalizando todos sus recursos naturales para impedir definitivamente el saqueo del que ha sido víctima durante toda su historia».
«Por estas razones todos los bolivianos en la Argentina necesitamos involucrarnos rechazando el referéndum tramposo y exigiendo la nacionalización. Es necesario para todos nosotros salir de la indiferencia y el silencio y expresar nuestro rechazo luchando contra las políticas entreguistas contrarias a lo que el pueblo boliviano determinó en octubre», señala el Comité.
Según otro comunicado de Alternativa Boliviana, la concentración y marcha de los bolivianos residentes en la Argentina contará con el respaldo de las organizaciones sociales del vecino país que también luchan contra el imperialismo y las transnacionales.
«Como en Octubre, marcharemos el día 14 de Julio a las 15:00 horas con las mismas consignas de los que luchan en Bolivia: «NO al Referéndum tramposo por imperialista», «Por la nacionalización del gas y el petróleo sin indemnización», «Mesa traidor eres igual que Goni, asesino y ladrón», «Fusil, metralla, Bolivia no se calla».
«Ojalá que los llajtamasis (compatriotas) que viven las diferentes provincias de la Argentina puedan organizar marchas o pronunciamientos en contra de Mesa y su «tramparendum», señala Alternativa Boliviana.