Recuperará el Complejo Metalúrgico Vinto, que fue estatal desde su creación hasta 1996
El presidente Evo Morales anunció que nacionalizará este viernes las fundiciones de estaño y antimonio de la filial de la compañía suiza Glencore International AG en Bolivia, según informó el jueves la radio local.
La recuperación del llamado Complejo Metalúrgico Vinto, que fue estatal desde su fundación a fines de la década de 1960 hasta su privatización en 1996, formará parte de una prometida «segunda nacionalización» de la minería, tras la nacionalización de los hidrocarburos de mayo del 2006.
«Tenemos que seguir recuperando nuestras empresas y nuestros recursos naturales (…) quiero informarles que mañana al mediodía estamos sacando un decreto supremo para nacionalizar Vinto, Vinto pasará a manos del Estado boliviano», dijo Morales en un discurso en el distrito altiplánico de Oruro, donde están las fundiciones.
Morales ya había divulgado varias veces en el último semestre su decisión de recuperar para el Estado las fundiciones de Vinto, pero ésta fue la primera vez que señaló día y hora para la emisión del decreto correspondiente.
En la empresa Sinchy Huayra, como se denomina la filial local de Glencore, no había portavoces disponibles para comentar el anuncio presidencial, hecho en el marco de la fiesta cívica del departamento de Oruro.
Morales calificó como «fraudulenta» a la forma en que Vinto terminó en manos de Glencore y señaló que no tenía más alternativa que recuperar las fundiciones.
«Soy muy responsable, empresas que respetan las leyes bolivianas, empresas que no roban plata al pueblo boliviano van a ser respetadas», explicó el gobernante ante una concentración campesina.
«Pero si las empresas están robando la plata al pueblo boliviano, si no están respetando normas bolivianas, compañeros, no tengo otra alternativa que recuperar esas empresas que antes estaban en manos del Estado boliviano, del pueblo boliviano», agregó.
Las fundiciones de Vinto, con una capacidad de producción anual de 30.000 toneladas de estaño metálico y 5.000 toneladas de antimonio metálico, fueron privatizadas en 1996 por el gobierno neoliberal de Gonzalo Sánchez de Lozada.
El complejo pasó entonces a manos de la compañía inglesa Allied Deals, oficialmente por 14 millones de dólares, la cuarta parte de su precio original, y fue transferido tres años después a Comsur, empresa de Sánchez de Lozada.